• Пожаловаться

Anna Gavalda: El consuelo

Здесь есть возможность читать онлайн «Anna Gavalda: El consuelo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Anna Gavalda El consuelo

El consuelo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El consuelo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Charles Balanda tiene 47 años y una vida que a muchos les parecería envidiable. Casado y arquitecto de éxito, pasa las horas entre aviones y aeropuertos. Pero un día se entera de la muerte de Anouk, una mujer a la que amó durante su infancia y adolescencia, y los cimientos sobre los que había construido su vida empiezan a resquebrajarse: pierde el sueño, el apetito y abandona planes y proyectos. Será el recuerdo de Anouk, una persona tremendamente especial que no supo ni pudo vivir como el resto del mundo, lo que le impulsará a dar un giro radical y cambiar su destino.

Anna Gavalda: другие книги автора


Кто написал El consuelo? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El consuelo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El consuelo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Se ríe.

– ¿Y esa historia en la que andabas metida, la del embalse?

– Está resuelta. Les he jodido pero bien.

– ¿Lo ves…?

– Pfff…

– ¿Cómo que «pfff»? Pero si está muy bien… ¡Enjoy tú también!

– ¿Charles?

– ¿Mmm?

– Tendríamos que asociarnos, ¿sabes…?

– ¿Para hacer qué?

– Una ciudad ideal…

– Pero bonita, si estamos ya en la ciudad ideal, lo sabes muy bien…

– Hombre, no del todo… -dice, haciendo una mueca-, todavía nos falta algún que otro supermercado Champion, ¿no?

Atento a la voz de su amo, mi cuñado nos capta al vuelo.

– Perdón, ¿he oído Champion?

– Nada, nada… Estábamos hablando de tu última oferta sobre el caviar…

– ¿Cómo dices?

Claire le sonríe. Nuestro cuñado se encoge de hombros y vuelve a enfrascarse en su estribillo preferido, a saber: pero ¿dónde van todos los impuestos que pagamos?

Oh… De pronto me siento cansado… Cansado, cansado, cansado, y paso la tabla de quesos sin servirme de ninguno para ganar un poco de tiempo.

Miro a mi padre, siempre tan discreto, cortés, elegante… Miro a Laurence y a Edith, ocupadas en contarse la una a la otra historias de profesores con muy poca psicología y de asistentas torpes, a menos que sea al revés, miro la decoración de ese comedor en el que no ha cambiado nada desde hace cincuenta años, miro el…

– ¿Cuándo damos los regalos?

Ya están aquí los niños. Benditos sean. No queda tanto para irse a la cama.

– Cambiad los platos por unos de postre y venid luego todos conmigo a la cocina -les ordena su abuela.

Mis hermanas se levantan para ir a buscar sus regalos. Mathilde me guiña el ojo, señalándome la bolsa que contiene nuestro bolso, y Rockefeller concluye su discurso grandilocuente limpiándose la boca:

– ¡De todas maneras, nos estamos yendo derechitos al garete!

Hala. Ya lo ha dicho. Normalmente hay que esperar al café, pero esta vez se ha anticipado un poco, por problemillas de próstata, me imagino. Hala, sí. Cállate ya, pesao.

Perdón, pero como iba diciendo, estoy cansado.

Françoise vuelve con la cámara de fotos, apaga las luces, Laurence se peina discretamente y los niños encienden las cerillas.

– ¡Todavía hay luz en el vestíbulo! -lanza una voz.

Voy corriendo a apagarla, por supuesto.

Pero mientras busco el interruptor, descubro un sobre en lo alto de mi pila de correo.

Un sobre blanco, alargado, y una letra negra que conozco aunque ahora no la reconozca. El matasellos no me dice nada. Un nombre de ciudad y un código postal que no sabría situar en un mapa, pero esa letra, esa letra…

– ¡Pero, Charles! ¿Se puede saber qué estás haciendo? -se quejan desde el comedor, cuando la tarta tiembla ya en el reflejo de los cristales.

Apago la luz y vuelvo con ellos.

Pero ya no estoy ahí.

No veo el rostro de Laurence iluminado por las velas. No entono el Cumpleaños feliz. Ni siquiera trato de aplaudir. Me… me siento como aquel tipo, cuando mordió la magdalena, sólo que a mí me pasa al contrario que a él. Ya me estoy blindando. No quiero que vuelvan en tropel los recuerdos. Siento que un pedazo de mundo olvidado se está abriendo bajo mis pies, siento el vacío, ahí, junto a los flecos del borde de la alfombra, y me quedo rígido como una estatua, buscando instintivamente el quicio de la puerta o el respaldo de una silla, algo a lo que agarrarme. Porque, sí, conozco esa letra y algo no marcha bien. Algo en mí le opone resistencia. Algo la teme ya. Busco qué puede ser. Mi cerebro pone todos sus engranajes en marcha, y ese ruido metálico cubre el jaleo del exterior. No oigo sus gritos, no oigo que me piden que vuelva a encender la luz.

– ¡Charles…! -insisten.

Perdón.

Laurence mira distraídamente sus regalos, y Claire me tiende la espátula para servir la tarta.

– ¡Eh, reacciona! ¿O es que piensas comer de pie?

Me siento, me sirvo tarta, hundo en ella la cucharita de post… me vuelvo a levantar.

Porque me impresiona abro con cuidado esa carta ayudándome con una llave para no romper el sobre. La hoja de papel está doblada en tres. Levanto el primer pliegue de papel, oigo cómo me late el corazón, luego el segundo, mi corazón ya no late.

Tres palabras.

Sin firma. Sin nada.

Tres palabras.

Zaca.

Ya podéis subir la guillotina.

Al levantar la cabeza, me cruzo con mi reflejo en el espejo sobre la consola. Siento ganas de sacudir a ese tío, de decirle: pero ¿qué tontería era esa de evocar a Proust, qué buscabas con eso, eh…? Cuando lo sabías perfectamente…

¿Verdad que lo sabías?

No sabe qué responder.

Me mira, y como yo no reacciono, termina por murmurar algo. No oigo nada, pero veo temblar sus labios. Debe de decir algo así como: Tú quédate. Quédate aquí con ella. Yo me voy. No tengo más remedio, entiéndelo, pero tú, quédate. Yo me ocupo de esto.

Vuelve pues a su tarta. Oye sonidos, voces, risas, toma la copa de champán que alguien le tiende y la choca contra otras, sonriendo. La mujer con la que comparte su vida desde hace años rodea la mesa repartiendo besos a todo el mundo. Lo besa también a él. Le dice: es muy bonito, gracias. Él se protege de ese impulso de ternura diciéndole que lo ha elegido Mathilde, y oye a ésta contradecirlo con vehemencia, como si la hubiera traicionado. Pero él ha olido su perfume y ha buscado su mano, sólo que ella ya está lejos, ya está lejos y está besando a otra persona. Él vuelve a tender su copa. La botella está vacía. Se levanta y va a buscar otra. La descorcha demasiado rápido. Geiser de espuma. Se sirve, apura su copa, repite los mismos gestos.

– ¿Estás bien? -le pregunta su vecina de mesa.

– ¿Qué te pasa? Te has puesto muy pálido. Parece que acabaras de ver a un fantasma…

Charles bebe.

– Charles… -murmura Claire.

– Nada. Estoy agotado…

Bebe otra vez.

Se le abre una grieta por dentro. Una fisura. Cada vez más grande. No quiere.

El barniz se agrieta, las bisagras ceden y saltan las tuercas.

No quiere. Se resiste. Y bebe.

Su hermana mayor lo mira mal. Él le dedica un brindis. Ella insiste con sus miraditas. Él le declara sonriendo, articulando muy bien cada sílaba:

– Françoise… por una vez, por una puta vez en tu vida… déjame en paz…

Françoise busca con la mirada al idiota de su marido, a su caballero andante, para que la defienda, pero éste no entiende su mímica de dama ultrajada. Françoise se descompone. Por suerte, tachan… ¡Aquí está la otra!

Edith lo regaña medio en broma medio en serio, moviendo su cabecita con diadema.

– Pero, Charles…

Él le dedica un brindis a ella también y busca unas palabras que decirle, pero entonces una mano se posa sobre su muñeca. Charles se vuelve hacia la dueña de esa mano, firme sobre la suya. Entonces se calma.

Vuelve a oírse el jaleo de voces. La mano sigue ahí. Charles la mira.

Y pregunta:

– ¿Tienes un cigarro?

– Pero… te recuerdo que dejaste de fumar hace cinco años…

– ¿Tienes?

Su voz le da miedo. Recupera su mano.

* * *

Están los dos con los codos apoyados en la barandilla de la terraza, de espaldas a la luz y al mundo.

Frente a ellos, el jardín de su infancia. El mismo columpio, los mismos arriates de flores impecablemente cuidadas, el mismo incinerador de hojas secas, la misma vista, la misma falta de horizonte.

Claire se saca la cajetilla del bolsillo y la desliza sobre la piedra. Charles tiende la mano, pero su hermana no suelta la cajetilla.

– ¿Recuerdas cuánto te costó los primeros meses? ¿Recuerdas cuánto sufriste para dejarlo?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El consuelo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El consuelo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «El consuelo»

Обсуждение, отзывы о книге «El consuelo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.