Jorge Edwards - El whisky de los poetas

Здесь есть возможность читать онлайн «Jorge Edwards - El whisky de los poetas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El whisky de los poetas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El whisky de los poetas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este trabajo reflexiona acerca de las particularidades del ensayo focalizadas en Desde la cola del dragón, El whisky de los poetas, Diálogos en el tejado, Machado de Assis y La otra casa. Ensayos sobre escritores chilenos del escritor chileno Jorge Edwards. Los trabajos que componen estos libros tienen la particularidad de transitar por esa delicada línea que separa el ensayo de la crónica e incluso de los artículos periodísticos. Esta suerte de indefinición fortalece uno de los aspectos centrales del ensayo: su difuminación sustantiva, particularidad que se expresa en el modo en que apela a retóricas que no siempre se mantienen a lo largo de los trabajos. La errancia del género permite entremezclar discursos y dejar a la vista una subjetividad evidenciada en un yo que se hace presente en las marcas valorativas y en el objetivo que persigue. Los ensayos que integran estos libros operan como un banco de prueba de la obra del ensayista escritor.

El whisky de los poetas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El whisky de los poetas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El segundo de los clásicos que redescubrí o descubrí en este viaje pertenece a lo más profundo de la tradición francesa. Debido a una huelga de Air France, dejaba mi pequeño hotel (Hotel de la Bretonnerie, rue Sainte-Croix de la Bretonnerie) al mediodía y tenía que hacer hora hasta la una de la madrugada siguiente. Caminé hacia s barrios de atrás, hacia la calle de los Archivos, la Vieille-du-Temple, la plaza de la Bastilla y la de la República. A la una y media de la tarde me decidí a entrar a un lugar que tenía buen aspecto como establecimiento de barrio. Estaba colocado, con sus telones rojos y sus letras doradas, en una punta de diamante, y su nombre, en femenino, correspondía al de la conocida escuela que se hallaba cerca: Brasserie des Arts et Métiers ("Cervecería de Artes y Oficios"). Me atendió el dueño, en el mejor de los estilos populares, y me dejó examinar con calma la lista de las entradas y los platos del día. Me llamó la atención un nombre. En ninguna parte hay más y a veces mejor literatura que en los nombres culinarios. A propósito de una disputa suya con un obispo autoritario, François Villon escribía a fines de la Edad Media: "No soy su ciervo ni su biche". ‘¿Qué es un sauté de biche?", pregunté, y el dueño me explicó que era una carne de cacería marinada en una salsa de vino suave. "Le va a gustar, monsieur", dijo, y la verdad es que no le costó nada convencerme. Pedí un frisée aux lardons, es decir, una especie de achicoria con pequeños "tropiezos" de tocino o de jamón de espalda, y en seguida el saute‘, todo acompañado por un Beaujolais de la casa. Al fondo de la sala había un señor mayor, de aspecto distinguido, con un perro chico y de orejas largas, que leía un diario y comía con parsimonia y notable perseverancia. A mi lado había dos estudiantas de la escuela vecina. Más allá tres señoras de mediana edad que se reían a carcajadas, devoraban sus platos y se ponían rojas como tomates. Al otro lado, una pareja romántica, que se miraba intensamente a los ojos, pero que no descuidaba sus estofados. Me acordé de una exclamación frecuente de Pablo Neruda frente a estos espectáculos: "La France éternelle!" El saute‘, en efecto, llegaba directamente de la Francia eterna, de los tiempos feudales y carnavalescos de Villon, el primero de los poetas malditos. Esa carne de cierva ligeramente ácida, que se podía cortar con el tenedor, en su salsa suave, era incomparable, inimitable. Si los turistas hubieran llegado hasta estos parajes, me dije, hasta la vieja Plaza de la República, estas maravillas habrían desaparecido. La estatua de bronce con su gorro frigio y los añosos plátanos orientales se verían humillados por la multiplicación de los MacDonalds, por la cultura de la hamburguesa, pero esto no sucede todavía, felizmente.

Quizás no habría que contarlo siquiera, para que no suceda, y mi escritura, en ese caso, seria una traición atroz al sauté de biche, al pobre François Villon, al amable dueño de la Brasserie des Arts et Métiers, a la enhiesta estatua republicana.

El compromiso viejo y los nuevos

"Nosotros estamos comprometidos con la relatividad", me dice un joven universitario, "con el depende . Cuando nos preguntan si estamos a favor de un asunto determinado, de una ley, de una política, contestamos: depende de esto, depende de esto otro. No conocemos las grandes pasiones ideológicas, las ilusiones, las utopías, de las generaciones anteriores. Sentimos que esas generaciones se equivocaron y que a nosotros nos ha tocado pagar las consecuencias".

Yo, imprudente, representante de las generaciones equivocadas, había puesto el tema encima de la mesa. Lo había puesto a propósito de la última novela de García Márquez, Del amor y otros demonios . En mi tiempo, en los años de Jean Paul Sartre, del existencialismo, del compromiso de los intelectuales, el escritor comprometido era el escritor de izquierda. No comprometerse, dedicarse al arte puro, al cultivo de la forma, eran actitudes eminentemente sospechosas. Síntomas de apoliticismo. Síntomas culpables, como habría exclamado Heberto Padilla en sus épocas de euforia. Y el apoliticismo, desde luego, era sinónimo de derechismo. El que pretendía no tomar partido, lo tomaba, en realidad, en favor del orden, de la sociedad convencional, de la decadencia.

Ideas, muletillas, obsesiones de los años cincuenta. Obsesiones que tenían un sentido, sin duda, pero también un sinsentido. Una prueba, digo ahora, de que las categorías de izquierda y derecha son insuficientes, ambiguas, podría encontrarse en la última novela garcíamarquiana. En años muy recientes, García Márquez, viajero frecuente a la isla de Cuba, amigo personal de Fidel Castro, portavoz oficioso suyo en algunas circunstancias, ha sido la cabeza visible de la supuesta izquierda literaria latinoamericano. A Octavio Paz, a Vargas Llosa, a muchos otros, a mi entre aquellos otros, se nos ha acusado de pertenecer a la derecha en forma descarada (Vargas Llosa) o vergonzante. Pues bien, si aplicamos el criterio del compromiso del escritor, todo esto, estas acusaciones tajantes y aparentemente tan claras, empieza a confundirse. En su trabajo del último tiempo, García Márquez es literario por excelencia, preciosista, purista, con el talento, desde luego, con el brillo, con la habilidad de siempre. Hace una literatura ingeniosa, imaginativa, llena de lujos verbales, y curiosamente descomprometida, distante, ajena a las preocupaciones de hoy o de un ayer muy cercano. Los escritores de la llamada derecha, en cambio, hemos tomado partido a cada rato, hemos combatido contra esto y aquello, hemos dado testimonios basados en la memoria directa de las cosas o hemos intentado construir metáforas de nuestras sociedades, de nuestros mundos.

¿A quién pertenece el compromiso, entonces, a que lado del espectro? ¿O será que las posiciones supuestamente conservadoras no están necesariamente en aquel espacio que solemos llamar derecha, ni las innovadoras en la llamada izquierda? Porque conocer desde dentro las contradicciones, las carencias, los delirios represivos de un régimen, y hablar después, con gran talento, sin duda, de historias virreinales, puede ser perfectamente válido desde el punto de vista del arte, pero es, precisamente, una actitud conservadora por definición, conformista, que rehúye la crítica, que se niega a entregarnos esa memoria de las cosas que siempre es arriesgada y conflictiva. García Márquez, pues, deriva en sus años actuales a una actitud patriarcal, de gran mandarín de las letras hispanoamericanas, de artista en su torre de marfil. Para bien y para mal. Yo me divierto con sus historias, las leo en mis insomnios, y cierro el libro con la sospecha de que son vagamente inútiles. ¿Puede ser útil, por otra parte, la literatura? ¿No será que las ideas sartreanas de mi juventud todavía me penan, nos penan?

Los jóvenes universitarios, sin embargo, parecen observar con curiosidad, un tanto intrigados, casi con envidia, los compromisos o por lo menos los rupturismos ;las actitudes anarquizantes, de la generación mía, la del cincuenta, y de las que siguieron, la de Darío Osses, que participa conmigo en el encuentro, de Antonio Skarmeta, de Lucho Domínguez, de todos ellos. Parecen pedir que les digamos que existe todavía un compromiso posible, una utopía que todavía no ha sido desmentida por la fuerza de los hechos. Yo les respondo que la utopía es un excelente ejercicio literario, pero una referencia demasiado peligrosa en la vida política. No creo, en cambio, y he reflexionado mucho sobre el asunto, que la noción básica del compromiso haya desaparecido. Existen los compromisos con la relatividad, como explicaba el joven del comienzo de esta crónica, pero hay otros no tan relativos. Terminó la Guerra Fría, por ejemplo, y contra todas nuestras previsiones, las guerras locales se multiplicaron y adquirieron una especie de ferocidad insensata. Hace poco hubo cien mil personas asesinadas en Ruanda en una sola semana. Los camarógrafos europeos filmaron a hombres de una tribu determinada que mataban a palos a niños de tribus contrarios. En Bosnia-Herzegovina se produce la destrucción sistemática de ciudades y de regiones de una enorme densidad cultural, partes de esa Europa del centro, de esa "Mittel Europa", que pertenecían a nuestro patrimonio cultural hasta hace muy poco y que simplemente no creíamos perecibles.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El whisky de los poetas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El whisky de los poetas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El whisky de los poetas»

Обсуждение, отзывы о книге «El whisky de los poetas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x