José Santos - La Amante Francesa

Здесь есть возможность читать онлайн «José Santos - La Amante Francesa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Amante Francesa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Amante Francesa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Primera Guerra Mundial. El capitán del ejército portugués Afonso Brandão está al frente de la compañía de Brigada de Minho; lleva casi dos meses luchando en las trincheras, por lo que decide tomarse un descanso y alojarse en un castillo de Armentières, donde conoce a una baronesa. Entre ellos surge una atracción irresistible que pronto se verá puesta a prueba por el inexorable transcurrir de la guerra.

La Amante Francesa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Amante Francesa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

A los veintitrés años, y sólo tres meses después de la boda, Agnès se había quedado viuda. La postal no daba detalles sobre la muerte de Serge ni decía dónde se encontraba el cuerpo, algo que hizo el luto aún más difícil. Los días que siguieron a la llegada de la noticia fueron de gran desorientación. Agnès se negó a salir de casa y fue madame Jolinon quien le dio apoyo, preparándole la comida, haciéndole compañía, intentando consolarla.

Courage, ma petite, usted es aún joven, es duro pero tiene que resistir, c'est la vie! Yo también perdí a mi Honoré, sé lo que cuesta, pero aquí estoy, dispuesta a rehacerme.

Los familiares de Serge la visitaban cada vez menos. Sin su marido, nada la ligaba a aquellas personas. Se fueron alejando gradualmente hasta dejar de verse. Guardó a Mignonne en una maleta para no volver a tocarla nunca más, era una forma de enterrar la infancia, cuyo final había precipitado la noticia de la muerte de Serge. Dejó de ser una mujer feliz y despreocupada, el peso del mundo recayó sobre sus hombros.

Para Agnès comenzó a hacerse evidente que no podía seguir en París. No tenía marido que la mantuviera ni podía pagar los estudios del último curso de Medicina, y el apartamento de Les Halles se había vuelto insoportablemente vacío. El problema es que la relación con su familia se mantenía interrumpida. Los alemanes ocupaban parte de Flandes, y Lille quedaba ahora por detrás de las líneas enemigas. Eso significaba que no podía regresar a casa ni sus padres podían enviarle ayuda. Además, no era posible siquiera saber qué ocurría en Lille, no tenía noticias de sus padres ni de Claudette y, después de lo que le había ocurrido a Serge, alimentaba los peores presentimientos acerca de Gaston y François.

Dejó de estudiar y comenzó a encarar seriamente la posibilidad de conseguir trabajo. Con la ida de los hombres a la guerra, millones de francesas estaban ya sustituyéndolos en los empleos, incluso porque los salarios eran mejores que aquellos a los que estaban habituadas. Había cada vez más mujeres conduciendo tranvías y ambulancias, aunque la mayor parte acababa en las fábricas de armamento. Agnès aceptó convertirse en una munitionette, tal como se llamaba a estas obreras, pero el destino le reservaba otros planes.

Al comenzar el invierno, Agnès fue a comer una choucroute a la Brasserie Bofinger, en la Place de la Bastille. Se sentó en una silla tapizada en cuero de la cervecería observando distraídamente los ricos vitrales del establecimiento, con la mente recorriendo su vida. Pensaba en las opciones que le quedaban, en las difíciles decisiones que tendría que tomar. La cervecería se encontraba casi desierta, no había muchos jóvenes que la frecuentasen, estaban casi todos en la guerra. Tal vez por eso sus ojos se posaron en un hombre de mediana edad que acababa de entrar y cerraba el paraguas junto a la puerta. Reconoció al barón Jacques Redier, el viejo amigo de su padre.

– ¡Señor barón! -exclamó.

El barón Redier volvió la cabeza y sus ojos se encontraron, pero él mantuvo una expresión interrogante, pues no la había reconocido. Agnès le hizo una seña para que se acercase. Aunque vacilante, él avanzó hacia ella.

– Señora -saludó-. ¿A qué debo el honor?

– Señor barón, ¿no se acuerda de mí? Soy Agnès, estuve en su casa…

– Pardon?

– Soy Agnès Chevallier, la hija de Paul Chevallier, de Lille. ¿Se acuerda de mi?

El rostro del barón se iluminó en una sonrisa cálida y hasta efusiva.

– ¡Agnès! ¡Dios mío, cómo has cambiado! ¡Estás hecha una mujer, muchacha, no te reconocía!

– Siéntese, siéntese.

El barón se sentó.

– ¡Vaya sorpresa! -exclamó-. No esperaba encontrarte por aquí, palabra de honor. Estás guapa, ¿eh? Una verdadera flor. -Se quedó mirándola un instante-. ¿Y tu familia?

La sonrisa de Agnès se deshizo.

– Mis padres y mi hermana están en Lille y no tengo noticias de ellos desde que comenzó la guerra.

– ¡Diablos! Es un desastre esta guerra. -Suspiró-. Afortunadamente, pronto acabará.

– ¿Usted cree?

– Es lo que dicen los periódicos. Además, ya hemos impedido a los boches llegar a París. Ahora es cuestión de tiempo, hasta que los políticos se entiendan. Por tanto, no te preocupes, todo irá bien, estoy seguro.

– ¿Cuánto tiempo?

– No lo sé, tal vez cinco o seis meses…

– Es mucho… -se desahogó Agnès, desanimada.

– No te angusties, muchacha. Seis meses pasan deprisa -observó el barón-. ¿ Qué estás haciendo en París?

– Pues… estoy estudiando Medicina.

– Y con tus padres en Lille, ¿cómo consigues dinero para pagar el curso?

Agnès bajó los ojos.

– Ése es el problema -dijo-. Voy a tener que suspender el curso y ponerme a trabajar.

– ¿Trabajar? ¡Lo que faltaba!

– ¿ Por qué? -se sorprendió Agnès-. Tengo que vivir, ¿no?

– Sí, claro, pero no pensar en trabajar.

– ¿Cómo? Hay muchas mujeres que están yendo a las fábricas de armamento para…

– ¡Ni se te ocurra! -interrumpió el barón-. Voy a ayudarte, como que me llamo Jacques Redier.

– Pero…

– Mira, ¿por qué no te vienes a Armentières conmigo? Desde que falleció mi mujer, me he sentido muy solo en aquel palacete inmenso.

– ¿Ha muerto la señora baronesa? Oh, lo siento mucho.

– Gracias. Murió hace dos años, pobrecita, víctima de la tuberculosis crónica que padecía hacía mucho tiempo. De modo que sólo tengo a Marcel para que me haga compañía. Pero si algo he aprendido, es que los mayordomos son unos compañeros tediosos. Por ello necesito a alguien que llene el château de alegría. ¿Por qué no vienes a Armentières?

– Pero, señor barón, yo no puedo ir a Armentières…

– ¿Ah, no? ¿Y te quedarás aquí haciendo qué? ¿Pasando hambre? ¿Yendo a las fábricas a colocar pólvora en los cartuchos? ¿Qué te ata a París, válgame Dios? No estás casada, ¿no?

– Soy viuda.

El barón abrió la boca sorprendido.

– ¿Cómo?

– Me casé hace poco tiempo, pero después vino la guerra y mi marido se alistó…

El barón le acarició el pelo.

– Comprendo -murmuró, incómodo-. Pobrecita, debes de estar pasando momentos difíciles. -Hizo una pausa-. Razón de más para que vengas a Armentières conmigo, aquí no estás haciendo nada. Dime, ¿hay algo que te ate a París?

Agnès se quedó inmóvil mirándolo.

– Bien…, yo… -tartamudeó-. En rigor, nada. Pero no me parece correcto ir a su château.

– ¡Qué disparate! -exclamó el barón-. Te conozco desde pequeña. Necesitas ayuda, estás sola, a mí también me hace falta encontrar compañía, ¿qué más quieres? Tengo la obligación de ayudarte, acerca de eso no cabe la menor duda. Además, ésta es sólo una solución transitoria, hasta que acabe la guerra. Cuando vuelva la paz, vas a Lille a reunirte con tu familia y vuelves luego a París a terminar tu carrera.

– Pero, señor barón, no puedo aceptarlo.

– No digas tonterías. En situación semejante, estoy segurísimo de que tu padre habría ayudado a un hijo mío. -Hizo un gesto enfático con la mano-. Está decidido, muchacha. Te vienes a Armentières conmigo…, no se hable más.

A principios de 1915, Agnès se vio instalada en el Château Redier, la enorme mansión donde pasó tantos fines de semana durante su niñez. El palacete le daba refugio y seguridad, pero, por otro lado, tenía el irritante inconveniente de estar relativamente cerca de las primeras líneas. El permanente rumor de la artillería, hecho de un furioso mar de olas que porfiadamente fustigaba peñascos invisibles, la tenía algo inquieta. Con el tiempo, sin embargo, se fue habituando a los sonidos de aquella lejana pero incansable tempestad, el tronar constante se transformó en una rutina, en un ruido de fondo que iba aprendiendo a ignorar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Amante Francesa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Amante Francesa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jose dos Santos - La Formule de Dieu
Jose dos Santos
Barbara Dunlop - La amante del francés
Barbara Dunlop
Susana Fortes - El amante albanés
Susana Fortes
José Santos - El séptimo sello
José Santos
José Santos - El códice 632
José Santos
Álvaro Santos Iglesias - Momentos twitter
Álvaro Santos Iglesias
Francisco Javier de la Torre Díaz - Los santos y la enfermedad
Francisco Javier de la Torre Díaz
Alberto S. Santos - Amantes de Buenos Aires
Alberto S. Santos
libcat.ru: книга без обложки
José Rivera Ramírez
Отзывы о книге «La Amante Francesa»

Обсуждение, отзывы о книге «La Amante Francesa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x