Mercedes Guerrero - El Árbol De La Diana

Здесь есть возможность читать онлайн «Mercedes Guerrero - El Árbol De La Diana» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Árbol De La Diana: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Árbol De La Diana»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Si Elena Peralta viaja a México es porque nada la ata ya a su país natal, España. Va en busca de la madre que jamás conoció, en busca de la hacienda que aparece en velados recuerdos de infancia, en busca del árbol familiar que ha regado con la esperanza.
Sin embargo, la primera noticia que recibe al llegar a su destino es que su madre acaba de morir. Tras los muros del silencio se esconden, sin lugar a dudas, las claves que darán sentido a su vida y su pasado. Antonio, el cacique local, también ha perdido a su padre en extrañas circunstancias. Acoge a la recién llegada con desconfianza, pues la sombra del asesinato se cierne sobre las dos muertes recientes, y el mayor sospechoso es Agustín, el hermano que Elena espera encontrar pero que ha huido de la justicia.
Poco a poco, Elena y Antonio dejarán de lado los recelos y sucumbirán a la fuerte atracción que sienten el uno por el otro, a una pasión delirante. También tirarán del hilo hasta sacar a la luz los oscuros secretos que unen a sus dos familias. Pero la verdad amenaza con separarlos, porque el árbol familiar ha sido regado con sangre.

El Árbol De La Diana — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Árbol De La Diana», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– …

– Por supuesto que te apoyaré. Yo también cumplo mi palabra. Que pases un buen día.

Elena supo a través de Lucía que Antonio había partido temprano a la ciudad; pasó el resto del día en la terraza meditando sobre sus palabras de la noche anterior. Se sentía abrumada. Halló en él tantas muestras de arrepentimiento y un amor tan profundo que le costaba pensar en la idea de abandonarle. Le amaba, tenía que aceptarlo, pero también debía ayudar a su hermano, y esta vez no iba a hacerlo a escondidas, porque confiaba en que Antonio no lo impediría.

Por la tarde Lucía advirtió el regreso de Antonio y le siguió hasta el despacho.

– Señor, tengo que hablar con usted. La señora… creo que quiere regresar a su país. Déjela marchar, es mejor para usted y para todos. Ella no está bien… tiene unas visiones muy peligrosas…

– Lucía, no se deje sugestionar, solo son recuerdos…

– No, señor, no son recuerdos. Ella sabe muchas cosas, incluso las que ocurrieron antes de que naciera. Nadie ha podido contárselas.

– Lucía, está confundida. Si se refiere a lo del establo…

– Ella está al corriente de cosas que incluso usted mismo desconoce, nadie las supo nunca excepto la difunta Trinidad y yo, que lo presencié todo.

– ¿Quiere aclararme de qué está hablando?

– Fue aquel día, cuando don Andrés supo que Trinidad estaba embarazada… después de que sucediera lo del establo, vino a buscarla y le propinó una fuerte paliza. Ella tenía un voluminoso vientre… -Enmudeció, temerosa de sus propias palabras.

– ¿Él… fue capaz de golpearla en esas condiciones? -preguntó con las mandíbulas contraídas por la tensión.

– El señor quería que Trinidad perdiese el bebé, se sentía engañado…

– Por suerte no consiguió su objetivo. Elena está aquí entre nosotros -dijo deseando finalizar aquella conversación.

– Pero ella lo sabe, señor; me dijo con naturalidad que don Andrés intentó matarla. Esa mujer está poseída, ha venido a vengarse de todos nosotros -exclamó con los ojos desencajados.

– Deje de decir estupideces -ordenó con voz autoritaria-. Conozco el incidente del que habla y le aseguro que está en un error…

– Ella debería estar en la cárcel, junto a su hermano… -interrumpió con brío-. Yo conseguí que le atraparan, fui yo quien les denunció a la policía e iban a detenerla, ese era el trato.

– ¿El trato? ¿Con quién pactó usted a mis espaldas? -inquirió Antonio con vehemencia.

– Con la policía. Lo hice por usted. Esa mujer no le conviene, señor. Acabará destrozándole la vida. ¡Déjela marchar de una vez!

– Lucía, le recuerdo que es usted una simple empleada y no voy a tolerar ninguna intromisión en mi vida privada. Y ahora le exijo que me explique qué hizo para que apresaran a Agustín González.

– Regina Gutiérrez vino a visitarme. Me dijo que Agustín había contactado con ella para pedirle ayuda; pensaba partir hacia Estados Unidos, pero al enterarse de que su hermana se encontraba aquí, insistió en venir a verla. Me pidió ayuda para concertar una cita con ella.

– Agustín no conocía a la señora -afirmó expectante.

– No, señor. Quería verla por primera y última vez, así que les hice creer que iba a ayudarles. Usted estaba en el exterior… Yo coloqué una pequeña nota junto al teléfono, indicando el punto de encuentro, un árbol que está río arriba.

– El árbol de la diana. Fue usted quien puso esa nota… ¿Por qué no me informó en aquel momento de su actuación? -preguntó enfadado.

– Porque sentí temor. Después de propiciar el encuentro llamé a la policía, pero ellos no detuvieron a la señora y aguardaron a que usted regresara. El resto ya lo conoce… Lo hice por lealtad a su familia, obré correctamente. Usted y yo sabemos que Agustín es un asesino, y la señora vino a resucitar un pasado que ya está muerto y enterrado. ¡Olvídese de ella, señor, déjela marchar, es una perdida, una borracha…! -concluyó con desprecio.

Aquellas palabras espolearon la furia de Antonio.

– Usted sabía que ella estaba bebiendo y no me informó; usted sabía que ella era inocente -dijo con desagrado apuntándola con el dedo índice-, y aun así la denunció a la policía. Y también me ha ocultado hasta hoy su intervención en el encuentro con Agustín… ¿Por qué, Lucía?

– Eso no es asunto suyo -masculló el ama de llaves dirigiendo su mirada hacia el suelo.

– ¡Claro que es asunto mío! -gritó indignado-. Yo confiaba en usted, creí que Elena estaba segura a su lado, pero compruebo que no ha hecho más que perjudicarla desde que llegó. -Se apartó de ella tratando de contener la ira-. Quiero que se largue de aquí, Lucía, que abandone esta casa -ordenó cruzando su mirada con la de ella, aún incrédula por la orden que acababa de recibir.

– Usted no puede echarme de esta manera, señor. He dedicado toda mi vida a esta familia para que ahora me lo pague así.

– Es lo que se merece después de haber escuchado su confesión. Ha perdido mi confianza en usted. Y ahora salga de aquí -ordenó tajante mientras se volvía hacia la ventana, dando por finalizada la conversación.

Se quedó solo, consternado y mortificado por los remordimientos. Elena tenía razón: toda su familia había sufrido el yugo de los Cifuentes, incluso ella, que soportó su desconfianza.

Era la hora de actuar. Tomó el teléfono y realizó una última llamada.

Salió a la terraza y vio a Elena recostada en una butaca. Antonio contempló su serena belleza durante unos silenciosos momentos; tenía los ojos cerrados, pero los abrió al sentir su mirada sobre ella.

– Hola. No quería despertarte, estás tan linda cuando duermes… -dijo amable-. ¿Cómo te encuentras?

– Bien.

– Tengo novedades sobre el juicio.

– ¿Ya se ha dictado el veredicto? -Se incorporó inquieta.

– Le han condenado a muerte. -Se sentó frente a ella.

Elena quedó en silencio y su rostro se ensombreció, intentando asimilar la terrible noticia.

– ¡Vaya! Tenía la esperanza de que obtuviera una sentencia más favorable… -dijo emitiendo un suspiro. Después quedaron en silencio durante unos minutos-. Todo ha terminado.

– Ve al árbol de la diana dentro de una hora, necesito hablar contigo.

– ¿Por qué no hablamos en este momento?

– Tenemos que hacerlo allí. Ahora tengo que salir -dijo mientras se levantaba-. No faltes, por favor.

Capítulo43

– Ahí lo tiene, todo suyo -dijo a modo de saludo el jefe de la Policía de Ciudad de México mientras le entregaba unas llaves-. Disfrute de su venganza.

– Gracias, Manuel. Ya puede marcharse, esto es asunto mío.

Era una noche oscura y cerrada. El cielo cubierto de nubes amenazaba con derramar una fina lluvia sin dar tregua a la luna para iluminar con un resquicio de esperanza aquella incertidumbre, donde unas almas atormentadas luchaban por escapar de su incierto destino.

Antonio esperó hasta comprobar que el coche del policía había desaparecido de su vista; encendió una potente linterna y se adentró entre las ramas del árbol de la diana. Reconoció la silueta de Agustín González sentado en el suelo junto al tronco, donde colgaban unas cadenas a las que estaba atado. Este se levantó al percibir un haz de luz en pleno rostro que le dejó cegado y se cubrió con el brazo. Su rostro reflejaba miedo. La luz se difuminó en el círculo hueco que formaba la cortina de ramas colgantes y el preso identificó una sombra en la penumbra; después la reconoció con claridad: era Antonio Cifuentes quien estaba frente a él.

– Viene a ejecutarme usted mismo -afirmó con entereza sin osar mirarle a los ojos; presentía cercana la muerte, pero la aceptaba sin rebeldía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Árbol De La Diana»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Árbol De La Diana» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Árbol De La Diana»

Обсуждение, отзывы о книге «El Árbol De La Diana» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x