• Пожаловаться

Albert Espinosa: Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven

Здесь есть возможность читать онлайн «Albert Espinosa: Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Albert Espinosa Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven

Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Para Dani, la vida de repente deja de tener sentido. Tiene cuarenta años, amaba a “ella”, su pareja, y con ella planeaban tener un niño. Se llamaría Izan, las paredes de su habitación estarían llenas de estrellas, y su llegada sería señal de eterna felicidad. Pero “ella” hace las maletas y se va. Al mismo tiempo, Dani recibe una llamada a la que se aferra como si ahora eso fuera lo único que puede hacer en esta vida. Dani es un buscador de niños perdidos, y esta vez debe viajar a Capri para cumplir su misión. Justamente Capri, el escenario de su descubrimiento, el lugar en donde, gracias a dos personas extraordinarias, tuvo lugar su verdadera iniciación en esta, su vida que ahora se pierde en un incierto recorrido. Junto con Dani, el lector se reencuentra con dos personas queno olvidará. Un anciano que le descubrió el significado de las cosas, un viajero que le transmitió un saber excepcional. Ambos salvaron su vida, la de un chico que había perdido a sus padres, librado a su albedrío. Un viaje hacia una sensibilidad nueva, distinta; ese modo único de ver y leer la vida de Albert Espinosa: amor, vida, muerte y enfermedad. Soledad y amistad -también la maravillosa amistad que puede establecerse entre quien está a punto de dejar esta vida y quien acaba de llegar a ella-, y esa obligación de ser felices que, una vez más, este dotado escritor nos transmite con su talento inusual.

Albert Espinosa: другие книги автора


Кто написал Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Aquello me superaba… Y por ello decidí que no seguiría con el último tratamiento… Nos quedaba una oportunidad más de fecundación, pero no quise continuar, ya no quería aquel niño, aunque estaba seguro de que tampoco lo conseguiríamos… Tras catorce veces, el porcentaje de éxito era ínfimo.

Mi negativa fue la puntilla final. A partir de ahí, todo se nos desmoronó. Como pareja naufragamos.

Me volqué en el trabajo… En la búsqueda de otros niños…

¿Sabéis cuando notas que tu mundo te puede, que todo a tu alrededor va a otra velocidad, que no te sientes cómodo con nadie y sólo deseas no pensar?

Pues así estaba de perdido, algo sólo comprensible si has sentido ese estado en que todo vale y nada importa mucho.

Ella me dejó por buscar niños ajenos. Aquel día que visteis cómo se marchaba de casa y vaciaba todos los cajones, me dio el ultimátum… O buscaba a nuestro niño o se marchaba. Y le dije que no quería encontrarlo…

Cuando me dejó, volví a sentirme un enano, tuve que volver a mis kilómetros cero. Y ellos eran George y el Sr. Martín. Con ellos comencé a construirme como persona; sin ellos me había destruido.

En aquella habitación del otro Izan sentí por primera vez la pérdida de nuestro hijo. Ver nuestro deseo hecho realidad me tocó inmensamente.

– ¿Quiere leer ahora la carta que ha enviado el secuestrador? -me dijo el padre.

Sabía que debía otra vez ese must implacable. Debía centrarme en ese Izan desaparecido que ha dejado una familia desconsolada y olvidar a ese otro Izan propio que me alejó de mí mismo y que simboliza todos mis miedos.

20

Ser quien eres o convertirte en lo que creen que eres

Y aquí estoy de nuevo, en el centro de una habitación vacía, sintiendo la doble pérdida.

Mi pasado de niño perdido me hizo observar la habitación con detenimiento. Me senté en la cama. El padre me dio la carta. Era una de esas típicas escritas en Arial 12, sin pistas, con estilo neutro… Como tantas que he leído…

Aunque en ésta no pedían rescate. Tan sólo respeto y una rectificación pública del padre. Que explicara a los medios que se había equivocado con él.

Aquello sí era novedoso. Seguí leyendo. Contaba que le habían condenado a ocho años por pederastia sabiendo que no había ninguna prueba en su contra. Aquello ya era totalmente inusual; además había mucha pasión en la carta.

Miré al padre.

– ¿Existe este hombre?

El padre me tendió su ficha policial.

– ¿Realmente no ha llamado a la policía? -indagué.

– En la carta dice que si lo hago, lo matará -replicó sin casi mirarme a los ojos.

Seguí leyendo y vi que la advertencia era tan explícita como el padre me había relatado.

En la carta también decía que sólo liberaría al niño si se publicaba la rectificación; si no era así, acabaría convirtiéndose en lo que le habían acusado. Y la víctima de aquel delito sería Izan.

Tuve que leer dos veces aquella amenaza. Era tan estremecedora que la releí una tercera vez. No le comenté nada al padre; sería doloroso hablarle del tema.

Cogí el informe policial en busca de la foto del pederasta. Tenía un rostro bastante normal. También estaba la foto del niño que le había acusado y la denuncia.

El niño decía que había abusado de él en el colegio donde el acusado se encargaba del mantenimiento de la piscina. Habían pasado casi ocho años desde que aquello ocurrió.

– ¿El niño dijo la verdad? -pregunté al padre en busca de su opinión de juez.

Él afirmó con la cabeza sin entrar en detalles.

– ¿Cómo puede estar tan seguro? -insistí.

– Por lo que relató el niño con todo tipo de detalles… Por su mirada… Por su miedo… Y porque todas las pruebas circunstanciales apuntaban a que era cierto y que abusó de él.

– ¿Y no ha pensado en hacer la rectificación igualmente? -indagué.

– No, no puedo hacerlo, por respeto al otro chico…

– ¿Puedo hablar con él? ¿Vive todavía en Capri?

– ¿Va a creer a ese secuestrador pederasta? -preguntó el padre, indignado.

– No, pero debo como mínimo hacer lo que nos pide. -Leí un trozo de la carta-: «Hablad con Nicolás y preguntadle por qué mintió…».

El padre tardó un tiempo en decir algo. No le gustaba en absoluto mi idea.

– Está bien, lo arreglaré para que pueda verlo. Le acompañaré -añadió.

– Prefiero ir solo -repliqué.

No insistió, estaba desconcertado… Me alegré, no quería tener allí al juez y al padre cuando hablara con el chico.

– Le proporcionaré un coche y la dirección de los padres del muchacho. ¿Conoce Capri?

Asentí. Un poco lo conocía. Salimos de la habitación. Iba a cerrar la puerta tras de mí pero el padre me lo impidió, quería que el niño se encontrara la puerta abierta cuando volviera. Esos detalles me emocionan. Le devolví la carta.

– ¿Ha leído que en dos horas expira el plazo que pidió para la rectificación pública? -me preguntó asustado por las consecuencias.

– Lo sé. Lo sé…

Subí al coche, puse la dirección en el GPS, toqué mis anillos y me fui en busca de aquel otro chico que seguramente también estaba perdido.

El padre me miraba desde la verja de la casa, podía notar su pavor, cien mil veces el de un niño al que le van a extraer las amígdalas… También percibí a la abuela y su energía desde una ventana lejana.

Tenía que hablar con aquel adolescente que tenía todas las respuestas, sabiendo que, si no había mentido, la vida de un niño estaría en peligro.

Sentí responsabilidad y temor. Dos horas era muy poco tiempo para que confesara una mentira que llevaba ocho años incrustada en él. Además, seguramente aquella mentira estaría ahora recubierta de otras muchas.

De camino, pensé en llamarla, en decirle que había encontrado al niño que creamos con un soplo, pero sabía que no debía…

También me di cuenta de que por primera vez en mi vida no había revuelto la mesita de noche de un niño secuestrado…

Dejé de pensar en mí y volví a centrarme en el caso. Esos instantes eran adrenalíticos, era como un juego, un juego contrarreloj… Tenía que pensar una táctica rápidamente y que funcionase antes de que transcurrieran esos ciento veinte minutos y se cumpliese el ultimátum… Y entonces pudiera pasar lo que no deseaba que pasase de ninguna manera…

Se me ocurrió algo… Era extraño pero podía funcionar. Llamé al juez.

– Que me espere el chico fuera de la casa, hemos de ir a un sitio.

Ojalá fuese una buena idea lo que me rondaba por la cabeza. Ojalá…

Aceleré sabiendo que lo estaba jugando todo a una sola carta… Quizá ése era el juego con el que disfrutaba, la pasión sin límites, de la que hablaba el Sr. Martín…

Esperaba que esta mano se me diese bien… Aceleré más…

21

El hijo dentro del hijo

Recogí a Nicolás delante de otra casa blanca. No superaba los quince, debía de tener siete cuando lo violaron.

Me miró sin hablarme. Subió obligado al coche. Quizá Izan se había sentido igual. Me sentí un poco como un secuestrador.

Se sentó en el asiento del copiloto, pero siguió sin decirme nada. Yo tampoco le hablé. Era un chico rubio bastante atractivo y espigado. Me miraba de reojo.

Fui en dirección al destino que tenía en mente. Necesitaba un sitio que no le fuera familiar, alejado de sus padres y de su poder… Estaba seguro de conocer uno ideal…

Además sabía que si había mentido tendría ganas de decírmelo, lo notaba en su energía. Pero una cosa era su deseo y otra su instinto… Cuesta ir contra tu propio cuerpo…

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven»

Обсуждение, отзывы о книге «Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.