David Liss - Una conspiración de papel

Здесь есть возможность читать онлайн «David Liss - Una conspiración de papel» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Una conspiración de papel: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Una conspiración de papel»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En Una conspiración de papel, Benjamin Weaver se enfrenta a un crimen relacionado con la muerte de su padre, un especulador que se movía como pez en el agua en la Bolsa de Londres. Para hallar respuestas el protagonista deberá escarbar en su pasado y contactar con parientes lejanos que le reprochan su distanciamiento de la fe judia. Poco a poco, Weaver descubre a una peligrosa red de especuladores formada por hombres poderosos del mundo de las finanzas. David Liss elabora con maestría una complicada trama, una hábil combinación de novela histórica y de misterio.

Una conspiración de papel — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Una conspiración de papel», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Dios mío -balbuceé-, ¿las cartas que me mandó recuperar de manos de Kate Cole eran los papeles de mi padre?

– Efectivamente. También solía llevar encima unas cartas sentimentales a su difunta esposa, pero éstas me importaban mucho menos. Ahora, tras haberle robado este documento incriminador, le obligué a colocarse en una posición en la que necesitaba contratar al hijo de su víctima para recuperar la prueba misma del crimen. No tenía razón para creer que él supiera que usted era el hijo de Samuel Lienzo, así que ahí no había causa para alarmarse, y no podía sino sospechar que para obtener el botín tendría usted que leer lo recuperado, pero las cosas no salieron así.

Todavía no entendía por qué Wild me había puesto tan difícil el conocer la verdadera identidad de Sir Owen y su responsabilidad en la muerte de mi padre.

– ¿Por qué no hizo que su gente abriera el paquete? -pregunté-. ¿Por qué hizo que todo fuera tan endiabladamente complicado?

– Era necesario que no supieran que tenían un papel que representar en este asunto, ya que apenas podía tener confianza en esos villanos. No podía confiar en que mis propios faltreros no me delatarían ante Sir Owen en caso de encontrarse en una posición difícil. Así que tuvo algunos problemas a la hora de recuperar los documentos. La muerte de Jemmy fue un detalle desafortunado, ¿pero qué le vamos a hacer? De todas maneras, debido a que tenía que enfrentarme a la posibilidad de que usted mostrara tantos malditos escrúpulos en sus servicios a Sir Owen, tomé una segunda precaución: le pedí al bobo de Balfour, a cambio de la ridícula, por lo exagerada, cantidad de cincuenta libras, que le involucrase en el asunto. Usted quizá se preguntase por qué perdió todo el interés en encontrar al asesino de su padre, pero era sólo porque desde el principio le importó un comino su padre, y su muerte. Y así, espoleado por la insistencia de Balfour en que la muerte de su padre estaba relacionada con alguna espantosa conspiración, por fin mordió el anzuelo. Intenté dirigirle en la dirección correcta, cosa que era extremadamente difícil, pero ahora comprende por qué tuve que tratarle con tan pocos miramientos públicamente, ya que debía hacer creer a Sir Owen que yo buscaba disuadirle, no animarle, y tenía también que protegerme contra la posibilidad de que algún día usted se viera forzado a desandar el camino recorrido. Sabía que no había podido dejar de descubrir la conexión con la Compañía de los Mares del Sur, así que no había ningún peligro en que yo se lo mencionase.

Las estratagemas que se me habían escapado durante tanto tiempo ahora estaban claras.

– Es por la misma razón, entonces -especulé-, por la que Sir Owen hizo sus tratos conmigo en el parque de St. James, con el objeto de que todo el mundo viera que teníamos algún negocio entre manos. Deseaba que le llegara a usted el rumor de que había alcanzado algún tipo de acuerdo con su rival más importante, con la esperanza, supongo, de hacerle ver a usted que con él no se jugaba.

Wild asintió.

– Tanto Sir Owen como yo nos vimos obligados a involucrarle a usted por más o menos las mismas razones. Naturalmente, él cometió más errores que yo, y a medida que usted se iba acercando, se vio obligado a intentar quitarle de en medio.

– Y cuando usted se enteró por el señor Mendes de que yo me desalentaba, me envió usted a una falsa Sarah Decker para ponerme tras la pista de Sir Owen.

– ¿Y cómo sabe usted que yo hice tal cosa?

– ¿Quién sino Jonathan Wild tiene una compañía entera de actrices a su disposición?

– ¿Quién, efectivamente? -soltó una risotada.

Guardé silencio durante un rato tras esta narración.

– Es asombroso -dije por fin-. Pero ciertamente ha salido usted victorioso.

– Por supuesto -añadió-, existía otra posibilidad, y era que en el transcurso de su investigación usted fuera destruido por Sir Owen, y mientras que yo no habría perdido a mi enemigo actual, sí habría logrado eliminar a un enemigo futuro.

– Me pregunto si fue usted quien organizó la muerte de Sir Owen -dije-. Quizá usted lo organizara de forma que pareciese que él era el cerebro detrás de las falsificaciones y luego lo ha asesinado para que no pudiera negarlo.

– Con seguridad ha visto usted demasiado como para creer que yo solo pueda haber orquestado esa vileza en particular. La muerte de Sir Owen me parece muy del estilo de estas compañías, que atacan atrevida pero secretamente. No es mi estilo en absoluto. Yo lo prefiero callada y secretamente.

– Como ha intentado tratar conmigo -observé.

– Precisamente. Verá, señor Weaver, en mi opinión yo no le debo nada. Y cuando le dije que creía que podíamos coexistir, se lo dije sólo para que usted bajara la guardia. No creo que podamos coexistir, y llegaremos a darnos batalla antes o después. Sin embargo me gustaría añadir una cosa más, porque siento que es usted demasiado estricto en sus nociones de la justicia. Los tres hombres a sueldo de Sir Owen, los que mataron a Michael Balfour, están, mientras nosotros hablamos, en Newgate esperando un juicio. No por asesinato, sino por otros delitos de horca que pude reunir. Estos hombres son un peligro para nuestra ciudad, creo que convendrá en eso conmigo, y aunque yo me beneficie de su destrucción, todo Londres se beneficia también.

Hizo una pausa para lanzar una ligera risita.

– Al final, supongo, ha resultado que la Compañía de los Mares del Sur y yo hemos trabajado juntos, aunque no de manera intencionada. Pero compartíamos los mismos propósitos, y cada uno a nuestro modo, luchábamos por los mismos fines. Yo organicé el desenmascaramiento de Sir Owen, sirviéndome de usted como instrumento. Y ellos, por su parte, organizaron su destrucción. De hecho, yo en cierta medida dependía de su deseo de deshacerse de él, ya que ni yo ni la Compañía podíamos correr el riesgo de que desvelase las cosas que sabía.

Wild se acarició la barbilla pensativo.

– Pero puede que esté otorgando demasiado crédito a la Compañía cuando digo que trabajábamos por el mismo fin, ya que creo que les guié de manera bastante eficaz. Sí, lo cierto es que manipulé a la Compañía con tanta habilidad como le manipulé a usted.

Sabía que lo qué decía era verdad, pero me di cuenta de que yo, contra todas las pruebas, había querido creer que lo había hecho Wild, había querido creer que no había entendido bien los guiños y los codazos de Adelman. Wild era poderoso, pero era un hombre solo, y podía ser destruido en un instante. La Compañía de los Mares del Sur era una abstracción: podía matar, pero no podía ser matada. En su deseo voraz de hacer circular riqueza de papel, era todo lo que Elias había dicho que era: despiadada, asesina, invisible, y tan ubicua como los propios billetes bancarios.

Descubrí que no me gustaba pensar en aquel villano abstracto y que lo que necesitaba era concentrarme en el villano de carne y hueso que tenía enfrente.

– Creo -dije tras reflexionar un momento- que sentiré júbilo el día que suba al cadalso.

Pude ver que había sorprendido a Wild. A lo mejor había llegado a creer que era capaz de predecir cada uno de mis actos, cada una de mis palabras.

– Es usted atrevido, señor. Pensaba que habría usted aprendido a no tomarme tan a la ligera. ¿Cree usted que puede acabar conmigo de alguna manera, Weaver? Es usted un hombre solo -me dijo- y mis fuerzas son legión.

– Eso es verdad -dije mientras abandonaba la habitación-, pero le odian, y serán su perdición.

Treinta y seis

Comencé esta narración con el objetivo de contar las aventuras de mi vida, pero tantas páginas después descubro que he contado una sola historia. Quizá, como habría dicho Elias, de estos particulares puedan deducirse algunas generalidades.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Una conspiración de papel»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Una conspiración de papel» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Una conspiración de papel»

Обсуждение, отзывы о книге «Una conspiración de papel» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x