Collen McCullough - Angel

Здесь есть возможность читать онлайн «Collen McCullough - Angel» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Angel: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Angel»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Harriet Purcell tiene veintiún años y acaba de diplomarse como técnica en radiología. Con un sueldo más propio de un hombre en el Sidney de los años sesenta, desoye los consejos de su padre, quien le advierte que «sólo los locos, los bohemios y las prostitutas se atreven a vivir en Kings Cross». Así, decide independizarse y se muda a la casa de huéspedes de la señora Delvecchio, situada en ese barrio de mala nota. Allí descubre que su casera, a parte de los alquileres de sus extraños inquilinos, cuenta con otra fuente de ingresos mucho más provechosa: lee las cartas, el horóscopo y escruta las profundidades de su preiada bola de cristal…
Pero es la pequeña Flo, hija de la señora Delvecchio y médium en las sesiones que esta organiza, quien definitivamente roba el corazón de Harriet. A medida que la jóven se adentra en los secretos de los hombres, el amor y las cartas del tarot, va descubriendo también que seguir los dictados del corazón no siempre resulta fácil, y que proteger a quienes más amamos puede convertirse en la tarea más ardua.
Angel es el luminoso relato del despertar de una joven a la vida adulta. Una tierna y deliciosa historia de amor con los más divertidos y bohemios personajes…

Angel — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Angel», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Qué pasa con él? -pregunté bruscamente.

Le faltó coraje para continuar.

– Umm, nada, supongo.

Al salir, fui hasta el rincón soleado donde estaba la jaula de Willie. Por la costra en las plumas de su pecho, deduje que todavía lo alimentaban con avena y brandy. Pájaro exigente.

– Hola, precioso -susurré.

Abrió un ojo y me miró.

– ¡A la mierda! -dijo.

– ¡Cuidado, campeón! -respondí.

Me había alejado sólo tres pasos cuando replicó:

– ¡Cuídate tú, princesa!

Cuando me di la vuelta atónita, había vuelto a dormitar.

Preparé un banquete en la sala de mi piso: anguila ahumada, ensalada de patatas, coleslaw, jamón en lonchas, crujientes baguettes francesas, mantequilla ni muy dura ni muy blanda, una tonelada de budín de arroz griego y todo el brandy que pudiéramos beber, ya que muchos teníamos que trabajar al día siguiente.

Lerner Chusovich estaba de visita en la de Klaus, así que vino con él y yo llamé a Martin para que trajera a Lady Richard, que llegó toda vestida de lila claro y con una peluca roja. Para consuelo nuestro, Martin por fin se había resignado y se había hecho hacer una dentadura en la Clínica Odontológica de Sydney, donde no cobran nada porque los pacientes son los conejillos de Indias de los estudiantes. La dentadura postiza le ha ayudado mucho en su carrera. Martin es extraordinariamente apuesto, grácil como un sauce llorón y encantador como George Sanders cuando se trata de atender a las mujeres que acuden, ahora en manada, para que él las fotografíe. Más aún, ¡Annigoni! También invité a Joe, la Consejera de la Reina, y a su amiga Bert; y más tarde llegó Joe Dwyer de Picadilly con dos botellas de Dom Perignon. Estuve pensando en si debía invitar también a las madamas, pero al final decidí que podía dejarlas sufrir unos días más. Castidad Wiggins se invitó a sí misma cuando escuchó los aullidos de alegría desde su ventana, así que le hice prometer que guardaría el secreto.

– Lo primero que haré -anunció a la multitud que se había congregado- serán algunos cambios en La Casa. Pondré un cuarto de baño y un lavabo por piso, pintaré, colocare iluminación decente, cambiaré el linóleo y compraré algunas alfombras, cocinas y neveras nuevas, instalaré un par de lavadoras en el lavadero y un tendedero móvil para colgar la ropa y, además, ¡eliminaré los medidores de gas! Voy a decorarlo todo para que los garabatos de Flo parezcan hechos adrede: un estilo vanguardista, ultramoderno. La señora Delvecchio Schwartz y yo seremos parientes, pero tenemos formas diferentes de hacer las cosas. Mi estilo son el confort, la modernidad y los ambientes acogedores.

– Lo veo difícil -dijo Jim frunciendo el ceño-. El Consejo no es muy partidario de las reformas.

– Como no tengo intenciones de informar al Consejo, me tiene muy sin cuidado lo que piensen. Lo haré todo bajo mano.

– ¡Los hermanos Werner! -exclamaron Klaus y Pappy al unísono.

– Puedes hacer lo que quieras, Harriet -explicó Klaus-. Sacan los escombros y los restos en plena noche.

Ahí lo tenéis. Por fin han aparecido Fritz y Otto Werner. ¡El querido señor Hush estará muy complacido!

– ¿Y los pisos vacíos? -preguntó Bob.

– Esperaremos hasta que los hayan reparado y después elegiré a los nuevos inquilinos -respondí alzando mi copa espumeante-. Brindo por Flo, por la señora Delvecchio Schwartz y por La Casa.

Cuando el bullicio se apaciguó y la gente empezó a formar grupos, Toby vino a sentarse conmigo en un rincón del suelo.

– Me sorprende que no hayas invitado a Norm y Merv -dijo.

– Norm y Merv pertenecen a la categoría de Tocata y Fuga, Toby. Se lo diré cuando esté preparada. -Vacié el vaso (las burbujas no tienen ni punto de comparación con el brandy) y lo posó en el suelo-. ¿Me perdonarás por quedarme con Flo? -pregunté.

Se puso rojo de amor, acariciándome con la mirada.

– ¿Cómo iba a no hacerlo? Parece sangre de tu sangre, y eso lo puedo entender. Además, no vas a sufrir por culpa suya. Al final, la vieja se reivindicó. ¡Qué lugar para esconder un testamento!

Me acurruqué contra él, apoyé la mano sobre su antebrazo y noté que tenía los músculos bien marcados.

– Te hubiera gustado escucharme decirle al señor Hush que lo encontré debajo de su adorno preferido.

– Debo admitir, Harriet, que a pesar de lo bravucona y escandalosa que eres, cuando te lo propones sabes ser muy prudente.

– Lo que la señora Delvecchio Schwartz hacía para ganarse la vida no es asunto de nadie, excepto de quienes vivimos en La Casa.

– Ya funciona la fosa séptica -dijo apartándome el pelo de la frente-. ¿Quieres venir este fin de semana a Wentworth Falls y echarle un vistazo?

– Claro, campeón, claro. Jo, jo, jo, jo.

Pappy me ayudó a ordenarlo todo cuando se lo pedí. Echamos a Toby, que se fue protestando.

– ¿Cuánto sabías tú de todo esto? -pregunté.

Sus ojos almendrados se alargaron, y su boca de cereza se arqueó esbozando una débil sonrisa.

– Algunas cosas, tal vez, pero bajo ningún concepto todo. Siempre había que hacer deducciones. La mayoría de las veces de lo que callaba más que de lo que decía. Lo que sí sé es que desde el momento en que le dije que había conocido a una Harriet Purcell en el Queens no me dejó tranquila hasta que no te traje a La Casa. Así que comprendí que tu nombre tendría algún significado importante para ella, pero no tenía la menor idea de cuál podía ser. El que captó el mensaje enseguida fue Harold. Sabía que te apreciaba más que a todos los habitantes de la casa juntos, aunque dudo mucho que le haya dicho algo. Sin embargo, él la amaba (pobre hombrecillo) y después de casi cuarenta años de tener a su madre sólo para él, no podía soportar compartir a la mujer que había ocupado su lugar. Sabía que ella te amaba incluso antes de verte en carne y hueso, y le carcomía por dentro veros a las dos juntas. Creo que hacías bien en temerlo. Pienso que, durante mucho tiempo, planeaba matarte a ti, no a ella. Aunque estoy segura de que no había ideado nada de lo que sucedió. Jamás sabremos qué ocurrió entre ellos aquella noche, pero estoy segura de que ella le lanzó el más terrible de los insultos. El cuchillo estaba allí, él lo tomó y lo usó. Tampoco creo que fuera su intención hacerlo.

– ¿Lo había visto en las cartas o en la Bola de Cristal, Pappy?

– Tú lo sabes mejor que yo, Harriet. Lo que sí sé es que no era una charlatana, aunque puede que hubiera empezado de esa manera. Veía cosas, en las cartas cuando tenían que ver con La Casa y por medio de Flo cuando se trataba de sus clientas. Esas mujeres ponían las manos en el fuego por ella y no le consultaban por temas íntimos. Venían a verla para decirles a sus maridos qué iba a suceder con la bolsa de valores, con el dinero, o de qué forma los actos de gobierno iban a afectar el comercio. Le pagaban una fortuna, lo cual significa que lo que les decía debía de ser absolutamente preciso. Encontramos varios cuadernos llenos de recortes sobre aquellos hombres, y ningún libro sobre economía o tendencias de los mercados.

– Lo que realmente me desconcierta es que se haya rendido tan dócilmente.

– Creía ciegamente en el destino, Harriet. Si le había llegado la hora de pasar a mejor vida, la iba a aceptar serenamente y con naturalidad. Es más, todo empezó poco antes de Año Nuevo en 1960, que fue cuando aparecieron por primera vez Harold y el diez de espadas. Por aquel entonces, todavía no había escuchado tu nombre, pero apareciste en las cartas junto con los otros dos. Eras su salvación, el diez de espadas de Escorpio con un Marte muy poderoso. Lo único que me dijo fue que tú ibas a proteger La Casa.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Angel»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Angel» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Colleen McCullough - La huida de Morgan
Colleen McCullough
Colleen McCullough - El Primer Hombre De Roma
Colleen McCullough
Colleen McCullough - El Desafío
Colleen McCullough
Colleen McCullough - El caballo de César
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Czas Miłości
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Antonio y Cleopatra
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Morgan’s Run
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Las Señoritas De Missalonghi
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Las Mujeres De César
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Angel
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Sins of the Flesh
Colleen McCullough
Отзывы о книге «Angel»

Обсуждение, отзывы о книге «Angel» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x