1 ...6 7 8 10 11 12 ...20 En el año 2000 dio el salto a la dirección con la película de animación The Aurora ( Umi no Aurora ) y cuatro años más tarde se encargó de la producción de la serie de animación para televisión Otogi Zoshi ( Otogizōshi , 2004). En la actualidad, Yoshinori Sugano es el presidente de la compañía Genseisha, un estudio dedicado a la creación de imágenes por ordenador para producciones de animación.
MASAFUMI INOUE (EFECTOS VISUALES DIGITALES)
En 1988 empezó a trabajar para la empresa de infografía JCGL (Japan Computer Graphics Laboratory), la primera dedicada a la generación de imágenes por ordenador de Japón, donde Inoue estaba encargado del desarrollo de software. Al mismo tiempo empezó a involucrase en la creación de obras audiovisuales. A partir de 1984 JCGL sufrió varios reveses económicos y fue finalmente comprada por la compañía Namco (NAkamura Manufacturing COmpany), la conocida casa de videojuegos, y Masafumi Inoue pasó a formar parte de su plantilla. En Namco participó en varios videojuegos, entre los que destacó su labor para Ridge Racer (1993).
A mediados de los noventa, Inoue se incorporó al recién creado departamento de CG de Studio Ghibli, el cual se encontraba en ese momento desarrollando las imágenes generadas por ordenador para La princesa Mononoke . Después colaboraría en multitud de producciones para la compañía como El viaje de Chihiro , Mis vecinos los Yamada , El castillo ambulante , Ghiblies: Episode 2 , Ponyo en el acantilado y Cuentos de Terramar .
En 2015 Masafumi Inoue emprendió una nueva aventura laboral al unirse al equipo de Live2D, una empresa orientada tanto al desarrollo de software como a la creación y producción de videojuegos, personajes y películas.
YOSHIKAZU MERA (CANTANTE)
Nació en la prefectura de Miyazaki en 1971. Mera es un conocido contratenor japonés con un registro de tres octavas y media. En 1994 terminó sus estudios en Senzoku Gakuen College of Music. Desde entonces inició una carrera llena de triunfos: ese mismo año se alzó con el máximo reconocimiento de la octava edición de la International Competition for Early Music y, un año más tarde, obtendría el tercer puesto en Sōgakudō Japanese Song Competition. Seguidamente Mera viajaría a Ámsterdam para estudiar en la prestigiosa Sweelinck Academy of Music.
Su colaboración para La princesa Mononoke surgió de una forma completamente fortuita. Hayao Miyazaki escuchó por casualidad una de sus interpretaciones en la radio y quedó fascinado por el registro de su voz, tan alto que se asemejaba al de una mujer. En un principio, el cineasta no tenía intención de incluir ninguna canción en la película pero decidió pedirle a Joe Hisaishi que compusiera una para poder contar con la participación de Yoshikazu Mera en la banda sonora. El contratenor siempre había mostrado su predilección por la música enka japonesa por lo que no dudó en aceptar la invitación, dando así vida al tema central de nombre homónimo del largometraje. Gracias a esta colaboración con Studio Ghibli, Mera alcanzó una gran popularidad en su país natal y ganó el Premio Especial en los Premios de la Academia Japonesa de 1998.
En 2007 publicó su autobiografía Tenshi no koe - Ikinagara umarekawaru [ Voz de ángel: Renacer mientras se vive ]. Con una carrera triunfal, con giras por Asia, Europa y América, Mera celebró el vigésimo aniversario de su carrera en 2014. Además de su intervención para La princesa Mononoke , Mera ha participado en otras bandas sonoras; primero en la versión japonesa del tema principal del largometraje estadounidense Emperador ( Emperor , 2012) de Peter Webber y después en Mango and the Red Wheelchair ( Mangō to akai kurumaisu ) estrenada en Japón en 2015.
1 Traducción propia. En lo sucesivo, las traducciones no oficiales de títulos de obras se indicarán entre corchetes.
CAPÍTULO 2原点
PUNTO DE PARTIDA
Si se eliminan los aspectos complejos y se mira todo simplemente como bueno o malo, no creo que se pueda captar la verdadera naturaleza de las cosas.
Hayao Miyazaki ( Turning Point: 1997-2008 , 2014)
Entre las declaraciones recogidas en una entrevista con Hayao Miyazaki en la edición de 2003 del DVD de La princesa Mononoke , el cineasta japonés asegura que «Lo más importante de una película son los recuerdos que deja». Su cine se construye en torno a esta premisa haciendo que su obra deje un rastro de momentos inolvidables para todo aquel que, fortuita o conscientemente, acceda al universo animado de Miyazaki.
La memoria se convierte en un factor clave de su filmografía, no solo por esta intencionalidad de construir recuerdos en el espectador, de ofrecer un legado, sino por el afán didáctico y revisionista que se oculta detrás de ésta. Si bien Hayao Miyazaki asevera que no es importante investigar todos los detalles contenidos en una obra, y que es mejor invertir ese tiempo en algo más útil, un análisis en profundidad de este largometraje permite tener una visión más clara de la complejidad y riqueza de su relato, de su intención como autor y de un vastísimo bagaje que, bajo la forma de un jidaigeki –una película de época japonesa–, le permite poner en conexión el discurso de diferentes teóricos e intelectuales que plantean la lectura de los acontecimientos históricos de Japón de una forma que se aleja del discurso clásico y oficial.
Sin duda, para quien estas palabras escribe, La princesa Mononoke está llena de recuerdos. La maraña de sensaciones, de asombro y de influjo que esta obra ejerció sobre mí se puede rastrear hasta el año 2001, hasta esa sala de los cines Cartago de Madrid donde los padres se vieron obligados a sacar a sus hijos, llorando a lágrima viva, de una película animada que venía a demostrar que el cine de animación no se limita exclusivamente a un público infantil. El visionado de este largometraje cambiaría literalmente mi trayectoria profesional y haría que me decantara por el anime como el eje que ha vertebrado mi carrera como investigadora desde entonces.
Si bien coincido con Hayao Miyazaki en la importancia de los recuerdos que una obra cinematográfica imprime en nuestra memoria, convirtiéndola en una experiencia y una emoción que se pueden revisitar sin restricciones ni limitaciones espacio-temporales, el conjunto de su filmografía, y más concretamente La princesa Mononoke , merece en un estudio pormenorizado para sacar a la luz las influencias, los temas y las inquietudes que encierra. A lo largo de este monográfico nos propondremos hacer un recorrido por los diferentes aspectos que han hecho de La princesa Mononoke una película clave de la historia del cine japonés.
VISLUMBRANDO NUEVOS PROYECTOS
La gestación de este proyecto, como la de casi toda la obra del autor, ha sido la de un desarrollo de largo recorrido que se puede rastrear hasta el año 1980, pero que empezó a tomar una forma más concreta a principios de los años noventa. En una entrevista publicada en la revista Animage , en octubre de 1993, Miyazaki explicaba al director Mamoru Oshii que quería hacer una historia de amor sin dobleces, franca, pero que, dirigirla o no, dependería de las circunstancias. El punto de partida, así, sería un amor que permanecería contra viento y marea, a pesar de que el mundo perdiera su dogma. La idea empezó a tomar cuerpo en la mente de Hayao Miyazaki mientras trabajaba en otros proyectos para Studio Ghibli.
Читать дальше