Según el ciclo vital familiar, la distribución de las familias ha ido variando en las dos últimas décadas y es posible observar un aumento en las familias que viven con hijos adultos jóvenes o que están en etapa de nido vacío respecto de aquellas con hijos en edades inferiores como se muestra en la Tabla 4.
TABLA 4. DISTRIBUCIÓN RELATIVA DE LAS ETAPAS DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA (CASEN, 2006).
Etapas del ciclo vital de la familia |
1990 |
2006 |
Etapa inicial (pareja sola, joven sin hijos donde la jefa de hogar o cónyuge es menor de 36 años) |
6.8 |
5.9 |
Etapa I de constitución de la familia (el hijo mayor del jefe o jefa tiene menos de 6 años) |
16.5 |
10.2 |
Etapa II de expansión o crecimiento de la familia (el hijo mayor del jefe o jefa tiene entre 6 y 14 años) |
21.4 |
19.1 |
Etapa III de consolidación de la familia (hijo mayor del jefe o jefa tiene entre 15 y 24 años) |
23.3 |
24.9 |
Etapa IV de estabilización de la familia y salida (el hijo mayor del jefe o jefa que vive en la casa tiene más de 24 años) |
12.2 |
15.0 |
Etapa del nido vacío (pareja adulta, donde la cónyuge es mayor de 35 años y no tienen hijos que vivan con ellos) |
19.8 |
24.9 |
Además de modificarse la distribución de las familias según el ciclo vital familiar, también ha variado el tipo de unión de la pareja a cargo de la familia. Según la Encuesta CASEN (2006), el mayor porcentaje de familias chilenas está formado a partir de una pareja casada. La evaluacion de este indicador se realiza a partir de la tasa global de primeras nupcias, que permite conocer la evolución de la proporción de individuos solteros que se casarán al menos una vez antes de cumplir los 50 años de edad.
En Chile, la tasa de nupcialidad mostró una disminución sostenida desde el año 1992 (7.7/1000 en 1980 a 4.2/ 1000 en 2001) hasta el año 2006 donde se observa un aumento del 8% respecto del número de matrimonios celebrados el año anterior. Durante ese año se registraron en promedio 417 uniones de hombres solteros, por mil varones de 15-49 años y 427 matrimonios de mujeres solteras, por mil mujeres solteras en el mismo rango de edad (INE, 2006). Del total de matrimonios, el 89% se efectuó en divisiones territoriales urbanas y sólo el 11% en las rurales. Según el último estudio de Instituto Nacional de Estadísticas (2006), la edad promedio de los solteros al casarse fue de 28,8 años en los hombres y de 26,7 años en las mujeres. Del total de matrimonios registrados, en la mayoría el estado civil previo de los cónyuges fue el de solteros. Entre las mujeres, los matrimonios de solteras representaron el 94,6% del total y en los varones el 92%.
Otro elemento relevante en la conformación actual de las familias es la tendencia al aumento de los nacimientos de hijos de padres sin vínculo legal. Según datos del Registro Civil, en el año 2001 el 50.5% de los nacimientos en Chile ocurrieron fuera del matrimonio (versus un 16% en 1960), en el año 2009, 7 de cada 10 niños que nacieron en Chile, fueron hijos de padres que no estaban casados. Y por primera vez en la historia del país, éstos duplicaron a los niños nacidos dentro del matrimonio.
La tabla 5 resume la distribución de las parejas que constituyen familia según el tipo de unión.
TABLA 5. DISTRIBUCIÓN DE LAS FAMILIAS SEGÚN TIPO DE UNIÓN (CASEN, 2006)
Tipo de unión |
1990 |
2003 |
2006 |
Casado |
64 |
51.2 |
47.8 |
Conviviente |
6.1 |
13.1 |
14.9 |
Anulado/ separado |
7.4 |
9.8 |
10.5 |
Viudo |
10.6 |
9.2 |
9.6 |
Soltero |
11.9 |
16.7 |
17.2 |
Al analizar las familias chilenas y su evolución en el tiempo, no pueden obviarse las características de los Jefes(as) de Hogar. En Chile, el término Jefe/a de Hogar hace referencia a la persona que con sus ingresos laborales es el principal sustento económico de su hogar y tiene a su cargo personas que dependen económicamente de él/ella.
Según datos del MIDEPLAN (2006), la escolaridad de los jefes de hogar ha aumentado a medida que disminuye la edad de los mismos. Es así que, en promedio, los jefes de hogar menores de 30 años tienen 5 años más de educación que los jefes de hogar mayores de 60 años. Por otro lado, existe una relación directa entre escolaridad e ingreso, duplicándose los años de escolaridad del decil más rico respecto del más pobre. En el caso de las mujeres jefas de hogar es posible observar una diferencia de 6 años más de estudios en el decil más rico respecto del decil de menores ingresos.
En general, se observa que, a menores ingresos, aumenta la jefatura de hogar femenina, siendo más del doble en el decil de menores ingresos respecto al decil de mayores ingresos (14.7% v/s 4.9% quintil I: V). Entre 1990 y 2006 aumentó el desempleo que afecta a las mujeres jefas de hogar del quintil de menores ingresos y disminuyó en el quintil de mayores ingresos. En nuestro país, el 65% de las mujeres jefas de hogar es soltera, separada o viuda, en comparación con solo un 17% de los hombres jefes de hogar en igual condición civil (SERNAM, 2009).
TABLA 6. DISTRIBUCIÓN DE HOGARES CON JEFATURA FEMENINA SEGÚN AÑOS DE ESCOLARIDAD DE LA JEFA DE HOGAR (INE, 2005)
Años de estudio |
Censo 1992 |
Censo 2002 |
Ninguno |
3.4 |
2.4 |
1-9 años |
49.5 |
33.9 |
10-12 años |
29.8 |
31.8 |
13 y más |
17.3 |
31.9 |
Según los indicadores de estratificación social del Censo de 2002, en Chile existía un 10% de familias de nivel socioeconómico alto, un 40% de estratos medios y 50% de estratos bajos, situación que empeoraba en los sectores agrícolas. A fines del año 2006, los hogares pobres correspondían a 488.293 hogares. De ellos, el 75,8% (370.158) eran pobres no indigentes y el 24,2% (118.135) hogares indigentes 2.
En 2006, se constató una disminución general de los hogares que vivían en condición de pobreza e indigencia. El porcentaje de hogares pobres disminuyó de un 15,3% en el año 2003 a un 11,3% en el 2006, lo mismo ocurrió con el porcentaje de hogares pobres no indigentes que se reducen de un 11,4% en 2003 a 8,5% en 2006 y el porcentaje de hogares indigentes que disminuyen, durante el mismo período, desde un 3,9% (2003) a un 2,7% en el 2006 (CASEN, 2006).
Por otro lado, se observa que el número de hijos promedio en las familias de menores ingresos si bien ha disminuido, es mayor que en la población general.
TABLA 7. NÚMERO DE HIJOS SEGÚN NIVEL DE POBREZA DE LAS FAMILIAS (CASEN, 2006)
Promedio de hijos |
1990 |
2003 |
2006 |
Indigente |
2.3 |
1.9 |
1.8 |
Pobre no indigente |
1.9 |
1.8 |
1.7 |
No pobre |
1.3 |
1.2 |
1.2 |
Al considerar los tipos de familia según el nivel de ingreso, se observa un menor número de familias extensas a mayor nivel de ingreso y más hogares unipersonales y aquellos constituidos por una pareja sola sin hijos. Las familias nucleares monoparentales se distribuyen de manera similar en los distintos estratos socioeconómicos. Las familias monoparentales, en una alta proporción, tienden a incluir a otros parientes, conformando familias extensas, lo que es menos frecuente en los sectores más acomodados, de modo que la familia extensa en Chile se configura principalmente por razones de índole económica. De acuerdo a la etapa de ciclo vital familiar en que se encuentran, las familias que presentan niños y adolescentes, tienen niveles de pobreza e indigencia mayor que en otras etapas. Según lo señalado por Arriagada (1998), la pobreza de los hogares se concentra en el ciclo en el cual la tasa de dependencia es mayor, puesto que hay mayor cantidad de miembros y mayor cantidad de niños con necesidades amplias en educación, vestuario y alimentación. Es la etapa en la que los hijos demandan más cuidado y, por ende, impiden la incorporación plena de la madre al trabajo.
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