Para los niños, el parque de bolas es el mejor lugar del mundo. Cuando no están allí se nota que están pensando en él, que están soñando con él. Es donde desean estar. Si alguna vez se pierden, es el lugar al que quisieran encontrar un camino de regreso. Para jugar en la casita y trepar por el laberinto; aterrizar sanos y salvos sobre las mullidas bolas de plástico; cogerlas a puñados y arrojárselas unos a otros, sin lastimarse; jugar en el parque de bolas para siempre, como en un cuento de hadas, a solas o en compañía.
1N. de la T.: En inglés existe la expresión bell, book and candle (campana, libro y vela) utilizada para referirse a ceremonias o sucesos relacionado con exorcismos, brujería, magia… El origen de la misma se debe a que estos tres objetos eran utilizados en las ceremonias de excomunión de la iglesia católica.
Informes sobre diversos sucesos acaecidos en Londres
El 27 de noviembre de 2000, entregaron un paquete en mi casa. Esto es algo muy habitual: desde que me convertí en escritor profesional, la cantidad de correo que recibo se ha incrementado enormemente. Parte de la solapa del sobre había sido rasgada para permitir mirar dentro. Esto tampoco es inusual: creo que, debido a mi activismo político (soy miembro, con un grado variable de militancia, de un grupo político de izquierda, y en unas elecciones fui candidato por la Socialist Alliance), a menudo descubro, para mi continua indignación, que han echado una ojeada al interior de mi correspondencia.
Menciono esto para explicar por qué abrí algo que no iba dirigido a mí. Yo, China Miéville, vivo en —ley Road. Este paquete venía a nombre de un tal Charles Melville, en el mismo número de calle pero de —ford Road. No figuraba código postal y, pasito a pasito, el envío había terminado llegando hasta mis manos. Al ver un paquete voluminoso medio abierto por algún espía negligente, di por hecho sin más que era para mí y lo abrí.
Tardé bastantes minutos en percatarme de mi error: la nota adjunta no venía encabezada por un saludo con un nombre que me hubiese podido alertar. Leí la nota y los primeros documentos remitidos con desconcierto creciente, convencido (aunque suene absurdo) de que tenían que ver con algún proyecto en el que me había implicado y que luego había olvidado. Cuando por fin volví a mirar el nombre que figuraba en el sobre, mi perplejidad era ya total.
Ese es el momento en el que pasé del simple descuido a la culpabilidad moral. Para entonces estaba demasiado fascinado por lo que había leído como para poder parar.
A continuación he reproducido el contenido de los documentos, con notas explicativas. Salvo cuando se indica lo contrario, son fotocopias, algunas grapadas juntas, otras sujetas con clips, y en muchos casos con páginas faltantes. He tratado de mantenerlos en el orden en el que los recibí, que no siempre es cronológico. Hasta que no empecé a comprender lo que tenía ante mí no presté demasiada atención a cómo los volvía a dejar. No puedo asegurar que así es como estuvieran ordenados en su origen.
[Nota adjunta. Está escrita en una postal, con tinta azul oscuro y letra cursiva. La fotografía de la postal es de un gatito empapado saliendo de un lavabo lleno de agua jabonosa. La expresión del animal es de cómica ansiedad].
¿Dónde estás? Aquí tienes lo que has pedido. Ahora, ¿para qué lo quieres? He anotado comentarios en algunos documentos. La mitad no los he encontrado. No creo que me hayan visto rebuscando en los archivos, y para el resto me las apañé para colarme en tu antiguo hogar (menos mal que tenías tu fichero), pero ven a la próxima reunión. Puedes conseguir que alguien se ponga de tu lado, pero tienes que andar listo. Tengo prisa. ¿Vas a tomar partido? Ya hablamos. ¿Recibirás esto? Ven a la próxima reunión. Más a medida que vaya encontrando.
[Esta página fue escrita originalmente con una vieja máquina de escribir manual.]
Reunión de la FCVF, 6 de septiembre de 1976
Orden del día.
1. Temas pendientes última reunión.
2. Nomenclatura.
3. Fondos.
4. Notas de investigación.
5. Informes de campo.
6. Asuntos varios.
1. Asuntos pendientes:
Moción para la admisión de JH, presentada por FR. Voto: unánime.
2. Nomenclatura:
FR propone cambio de nombre: «FCVF» anticuado. CT recuerda a FR la tradición. FR insiste en que «FCVF» no es incluyente, propone «S (Sociedad) CVF» o «G (Grupo) CVF». CT protesta. EN sugiere «A (Aquelarre) CVF», en broma. Impaciencia creciente. FR propone votación sobre cambio, DY le apoya. Votos: 4 a favor, 13 en contra. Moción rechazada.
[Alguien ha añadido a mano: «¡Otra vez! ¡Menuda imbécil!»].
3. Fondos/Informe tesorero.
EN informa de los diversos pagos realizados este trimestre, por un total de £—. [La suma está borrada con tinta negra.] Se acuerda mantener las cuentas al día para evitar repetir la debacle de Gouldy—Statten. Cuotas mayormente al corriente y con
[Este es el final de una página y la última que tengo de esta acta.]
[El siguiente documento es una hoja suelta que parece escrita con procesador de textos.]
1 de septiembre de 1992
MEMORÁNDUM
Se ruega a los miembros un mayor cuidado en la manipulación de las piezas de la colección. El debido celo se ha relajado de manera inaceptable. A pesar de su presencia vigilante, los conservadores han informado de diversos desperfectos, entre los que se cuentan: huellas digitales en fragmentos de cristal y madera recuperados; manchas de tinta en cornisas; marcas de calibrador en canalones y herrajes, y residuos de cera en llaves.
Naturalmente que la investigación requiere cierta manipulación, pero si los miembros no son capaces de respetar estas piezas excepcionales, las condiciones para acceder a ellas podrían pasar a ser incluso más estrictas.
Antes de entrar, recuerden:
· Tengan cuidado con sus instrumentos.
· Lávense siempre las manos.
[La siguiente página está numerada «2» y comienza a mitad de un párrafo. Por suerte incluye una cabecera.]
Documento núm. 223, FCVF, julio 1981
incierto, pero hay pocos motivos para dudar de su veracidad. Los resultados de ambas muestras fueron exactamente los esperables para VD, lo que apunta a la inexistencia de diferencias entre VD y VF incluso a nivel molecular. Es de presumir que cualquier distinción se manifieste a otro nivel, uno más alto, el morfológico, lo que escapa a nuestros intentos por compararlas; o en el de una esencia incorpórea y, por lo tanto, fuera por completo de nuestras posibilidades de medición.
Sea cual sea la realidad, el hecho de que las dos muestras de argamasa de VF puedan incorporarse a la colección FCVF es motivo de celebración.
Este trabajo debería estar en disposición de ser presentado a finales de este año.
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