Carmen María Montiel - Identidad robada

Здесь есть возможность читать онлайн «Carmen María Montiel - Identidad robada» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Identidad robada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Identidad robada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

"Como la mayoría de las mujeres, yo ignoraba que era víctima de violencia de género. Mi marido había logrado disminuirme durante años de maltrato psico­lógico y físico e incluso mediante el uso de drogas. Sin embargo, a pesar de estar casi destruida, logré reconstruir mi dignidad y demostrar mi inocencia. Amaba a mi esposo. Nunca imaginé que pudiera dañarme o que terminaría tratando de destruirme. Tampoco pensé, cuando comenzó a lastimarme, que aquello pudiera ser intencional, ya que todos los agresores culpabilizan a sus víctimas. En mi caso, la victimización fue tan efectiva que, después de cada agresión, yo analizaba el incidente una y otra vez, tratando de detectar qué había hecho mal para que mi marido reaccionara de esa manera.Esta es mi historia, la de una mujer inmigrante y maltratada que no encontraba forma de escapar o de esconderse; una católica que cree en la familia y que luchó por mantenerla por el bien de sus hijos. Sin embargo al final, y precisamente por ellos, se vio obligada a salir de ese matrimonio vicioso para salvarse y salvarlos".
Carmen María Montiel

Identidad robada — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Identidad robada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Jim, yo no me voy a ninguna parte sin mis hijos. Yo no hice nada, así que no tengo que huir. Además, ¿cómo es eso de que él está en conexión directa con la agente del FBI?

—Dicen que está llorando porque te vas a llevar a sus hijos y no va a volver a verlos nunca más. Incluso afirma que tienes doble identidad venezolana, que tienes dos pasaportes venezolanos.

—¿Qué? ¿Yo? ¡Él es quien tiene doble identidad y doble pasaporte venezolano!

—¡Shhhh!

—Me está acusando de sus crímenes. Jim, Alejandro está loco y está detrás de todo esto.

—¡Shhhh! Hablamos después. Ahora responde estas preguntas; todas son sobre tu situación financiera. También quieren los pasaportes de tus hijos. ¿Dónde están?

—Unos los tienen mis abogados de familia, pero, por si acaso, hay otros en mi casa. Llama a mi hija mayor, Alexandra.

Leí todas y cada una de las preguntas y las respondí. Le devolví el papel a Jim por debajo del vidrio.

A continuación, me llevaron de vuelta a la pequeña celda a esperar a que llegaran a buscarme para ir a casa… o al menos eso creía.

De pronto pensé: “¿Y si no salgo? ¿Y si tengo que pasar otra noche en este lugar?”.

Nunca en mi vida me había sentido tan insignificante; no sabía ni siquiera dónde estaba, no podía comunicarme con mi familia, estaba con gente que nunca imaginé que conocería: traficantes de droga, asesinas, inmigrantes ilegales, prostitutas… Estaba en un mundo paralelo que no conocía. Todas criminales, acusadas de verdaderos delitos. Cuando me preguntaban por qué estaba allí y les contaba lo ocurrido, todas me miraban como si les estuviera mintiendo. Una de ellas preguntó:

—¿Y eso es un crimen?

Todas decían que yo no pertenecía a ese lugar y me empezaron a llamar “la Virgen”.

—Parece una Virgen —dijo una.

—Una muñeca —comentó otra.

Jamás había visto personas como esas. Lo más cerca que había estado de las prostitutas había sido en la avenida Libertador en Caracas cuando, de noche, pasábamos por allí en automóvil. Nunca imaginé que nuestras vidas pudieran ser tan similares: maltratadas, drogadas y llevadas a los tribunales.

Mi marido había incorporado a un grupo diferente de prostitutas a nuestras vidas: las prostitutas de los bares exóticos de Houston, las “bailarinas” de los bares de hombres.

En una oportunidad, mientras Alejandro me insultaba, me dijo: “Tú piensas que eres diferente porque tienes los ojos claros, ¿verdad? Bueno, esas prostitutas con las que yo ando también tienen los ojos claros. ¿Ves? ¡No hay diferencia entre ellas y tú!”. Había logrado rebajarme a ese nivel. Y una vez alcanzado ese éxito, me convertí en su prisionera, así como las prostitutas son las presas de sus jefes.

Las reclusas con las que hablé debían haber pensado que les estaba mintiendo. La historia corrió por el piso, a tal punto que los guardias me llamaron a la oficina. Una vez dentro, vi que dos de ellos estaban allí con mi caso en las manos. Uno me preguntó:

—Tuviste una pelea con tu esposo en un avión…

—Sí, él me pegó.

—No hables aquí. No le cuentes a nadie por qué estás en este lugar.

—Ya es un poco tarde —respondí—. Varias de ellas me han preguntado y les he contado.

—Ninguna es tu amiga aquí.

—Lo sé, no las conozco.

—Lo que quiero decir es que no hables con nadie y mucho menos sobre tu caso: no te van a creer.

—Me lo imagino.

—Ni siquiera menciones dónde vives. Ellas no van a entender que vivas en Memorial, una de las zonas más pudientes de Houston. Menos aún que viajaras en primera clase en ese avión. Muchas de ellas jamás se habrán subido a uno. Además, no es bueno que compartas con ellas lo que pasó. Ninguna es tu amiga aquí. ¿Entiendes? —reiteró.

En ese momento entendí: él iba más allá. “Bien —pensé—, es un poco tarde; ya les dije a varias de ellas lo que preguntaron. No dónde vivía. Pero sí lo que pasó y por qué estaba allí. Incluso a mi compañera de celda”. ¡Cómo no iba a decir nada cuando no podía parar de llorar! Y claro, venían y me preguntaban.

Ellos continuaron:

—Esto no es una cárcel; esto es una prisión.

—¿Cuál es la diferencia? —pregunté.

—Es una prisión federal. Aquí hay criminales de alto vuelo.

“¡Dios mío! —me dije y empecé a llorar de nuevo—. ¡Dios!, ¿qué pasó que vine a parar aquí?”. Sin embargo, no entendía la diferencia entre una forma de reclusión y otra. “Hay criminales en las dos —pensé—. Crimen es crimen”.

Tan pronto salí de la oficina, una de las presas se me acercó de manera amigable y me invitó a caminar con ella. ¿Cómo decirle que no? Tenía miedo de que lo tomara a mal. Tenía miedo de todo. Caminamos dando vueltas por el segundo piso y me contó que estaba allí porque había ayudado a encubrir un tráfico de drogas. Me dijo que su juicio aún no había tenido lugar.

“¡Dios! Podría permanecer aquí mientras me enjuician; e incluso, siendo inocente, ¡igual podrían mantenerme presa! ¡Dios, no, no! ¡O sea que me pueden dejar aquí todo ese tiempo!”, pensaba mientras ella hablaba.

La reclusa era bastante amigable y, al igual que los oficiales, me aconsejó que no hablara con nadie.

Después de la conversación con ellos, me venían a la cabeza todo tipo de ideas. Me dije: “¿Será que quiere que confíe en ella?”. Ya me cuidaba hasta de mi sombra.

Durante el resto de la tarde, esperé a que mis abogados llegaran a verme, que me explicaran qué estaba pasando. Los agentes del FBI me habían recogido en mi casa cerca del mediodía y aún no entendía bien qué estaba ocurriendo. ¿Qué significaba aquello? ¿Qué tenía que ver el FBI? Esperé en vano. Nunca llegaron.

Mi abogado me explicó al día siguiente que había ido a verme pero que mi nombre no aparecía en el sistema y por lo tanto no había habido forma de dar conmigo. O sea: ¡no existía! ¡En ese lugar era posible perderse en el sistema!

Después de la conversación con los oficiales, sabía que debía permanecer callada, pero que tenía que ser agradable y amistosa con las otras reclusas. No sabía cómo tratarlas ni qué decirles. Decidí sonreírles, pero evitar conversación o interacción con ellas.

En la noche, cuando estábamos preparándonos para dormir, mi compañera de cuarto empezó a hablar; me contó que tenía un amante que la mantenía. Yo pensaba: “¿Cómo se consiguió ese amante, ella metida aquí y él afuera?”.

—Tú deberías buscarte uno. ¡Eres muy bonita y tienes buen cuerpo!

Continuó preguntándome sobre lo que había pasado. A pesar de haberme advertido los oficiales que no hablara de aquello, ya yo le había contado todo a ella más temprano en la tarde.

Esta vez solo le dije que mi esposo me pegaba, me pateaba y me mordía. Ya le había contado lo que había ocurrido en el avión aquel 6 de junio de 2013 (algo de lo que hablaré extensamente más adelante). Después de escuchar detalles acerca del maltrato que me infligía mi esposo, me dijo:

—Yo te puedo resolver ese problema.

—¿Qué? ¿Cómo?

—¡Mientras menos sepas, mejor!

¡En ese momento entendí lo que me estaba ofreciendo!

—¡Noooo! ¡Nooo! Ni me menciones eso. ¡No!

Con el tiempo, al conocer cómo se manejaban las cárceles y saber que algunas prisioneras se dedicaban a buscar información entre sus compañeras de reclusión para conseguir que les redujeran las sentencias, entendí que ella podía ser una de esas. En realidad todos estaban buscando una verdadera causa contra mí, un verdadero crimen.

Después de todo, había escuchado decir a un oficial, al llegar allí, que me acusaban de “intimidar a un sobrecargo”, algo que él ya sabía, pero no yo en ese momento. Él estaba furioso y batía la cabeza. Llegó a decir que aquello podía calificarse, como máximo, de “desacato al tribunal”, lo cual es algo que podía ocurrir o no en el recinto de un tribunal. Él decía, de una manera que yo podía escuchar:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Identidad robada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Identidad robada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Identidad robada»

Обсуждение, отзывы о книге «Identidad robada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x