No hace mucho les señalaba la importancia de realizar todos los días una pequeña lectura espiritual, una meditación. ¿Qué se persigue con una lectura espiritual, con una meditación? Calar con nuestros ojos de fe en el mundo de la fe. Porque si no usamos esos ojos, tarde o temprano habremos de perder, naturalmente, todo el mundo de la fe.
Fíjense que es muy buena la costumbre que tienen aquí en Norteamérica, de salir a veces en busca de un poco de “relaxation”, vale decir, un momento de esparcimiento y descanso. Pues bien, aprender a contemplar en profundidad a Dios al mundo de Dios, es también una forma de recreación que ofrece descanso para nuestra fatiga. Por eso, si queremos fortalecer los ojos de la fe tenemos que usarlos con mayor asiduidad.
En segundo lugar, ¡vivir de la fe! Vivir de la fe es, por ejemplo, ver conscientemente en mi esposa, o en mi esposo, al hijo de Dios, al Cristo que hay en ella o él. Esa mirada se transformará entonces, conscientemente, en un acto de respeto y amor para con el prójimo. Y así amaré en el otro a Cristo. Por este camino podremos comprender cuan verdaderas son aquellas palabras de San Juan: “Lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe”.
Fíjense que a María Santísima solemos llamarla “Madre de la fe” y “Modelo de fe”. ¿Qué queremos expresar con tales términos? ¿Qué anhelamos aprender de ella? ¿Qué dijo Isabel de ella?: “Feliz la que ha creído”14.
Los ojos de fe de la Madre del Señor estaban extraordinariamente desarrollados.
Mañana es día dieciocho, día de memoria. Pidámosle especialmente a María Santísima en esa jornada que interceda por nosotros para que recibamos el don de tener ojos de fe fuertes y muy claros.
Podríamos orar, por ejemplo, con aquellas palabras del ciego: “¡Señor, que vea!”15. Sería una jaculatoria muy valiosa y nos ayudaría muchísimo para hacer que nuestra vida familiar y conyugal sea de nuevo una vida de plena adhesión a los ideales.
Creo que esta reflexión es suficiente para esta tarde. Breve pero de muchos contenidos…
1El P. Kentenich se refiere a los artículos sobre el “Proceso Eichmann”. Bajo el régimen de Hitler, Carlos Adolfo Eichmann, ex comandante de la SS, había organizado el transporte de los judíos hacia los campos de concentración. Apresado en 1960 en Argentina por el servicio de inteligencia israelita, fue llevado clandestinamente a Israel y presentado allí ante el tribunal el 11.4.1961. Los medios relataban en detalle sobre este proceso que conmovía al mundo entero. El 15.12.1961 Eichmann fue condenado a muerte por crímenes de guerra contra el pueblo judío y ejecutado en Jerusalén el 1.6.1962
21Jn 5, 4.
3Se refiere a los contenidos enunciados anteriormente, que tanto ayer como hoy conservan su vigencia.
4Jn 5, 4.
5En la antropología pedagógica del P. Kentenich aparece con frecuencia la división en los siguientes estratos: animal, ángel e hijo de Dios. A ellos corresponden tres tipos de ojos, según se considere al hombre como ser biológico, intelectual-espiritual o bien como dotado de gracia divina.
6El P. Kentenich tenía especial interés no sólo en lograr que tomase conciencia de las verdades de la fe, sino en que ellas captasen y marcasen nuestro sentimiento vital.
7Cf. Mc. 12,3.1
8Cf. Mt. 25, 31-46.
9Otro Cristo.
10Cf. Jn. 13,34.
11Cf. Lv. 19,18.
12Posiblemente se refiere aquí al cuarto.
13Cf. Mt. 18,20
14Lc. 1, 45.
15Cf. Mc 10,51: “Jesús dirigiéndose a él (a Bartimeo), le dijo: ‘¿Qué quieres que te haga?’. El ciego le dijo: ‘Rabbuní, ¡que vea!
24 de Abril de 1961
ESQUEMA
Una escuela de fe para nuestro matrimonio
Idea directriz tomada de San Juan:
“Quien ha nacido de Dios, vence al mundo”
¿Cuál es el panorama del mundo actual?
Abundancia de estímulos
Enorme desarraigo
Muchas cosas que no se comprenden
En nuestro matrimonio y familia hallamos un eco de esa misma crisis
El remedio: una fe viva en la persona y la enseñanza de Cristo
Es necesario poner también nuestra vida sexual a la luz de la fe
Volver a recordar:
Los tres ojos que tenemos:
los ojos del cuerpo,
los ojos del entendimiento y
los ojos de la fe,
Los tres bienes que nos regala la fe:
luz para el entendimiento,
fuerza para la voluntad y
calidez y energía para nuestro corazón
Repetición y profundización: A la luz de la fe reconocemos nuestra condición de hijos de Dios y miembros de Cristo; nuestro destino de participación en la vida de Cristo; en la vida de sufrimiento y en la vida de amor de Cristo:
l. Grado: amar a mi cónyuge como a mí mismo
2. Grado: amar a Cristo en mi cónyuge
3. Grado: amar a mi cónyuge como a Cristo
4. Grado: amar en comunidad
Continuación: A la luz de la fe comprendemos el sentido del acontecer mundial
Desde el punto de vista de Dios: repatriación victoriosa al Padre de los hijos del Padre, en Cristo y por María Santísima
Repatriación victoriosa:
porque también el demonio extiende su mano hacia nosotros;
porque hay personas que quieren retenernos;
porque nosotros mismos queremos retenernos
Aceleramiento de la repatriación a través de las dificultades extraordinarias de nuestro tiempo, por ejemplo:
Desgracias en la familia:
confinamiento en el campo de concentración
Repatriación al Padre
Muchos cristianos tienen una imagen falsa de Dios
Nosotros vemos a Dios como Padre y queremos ser niños ante Él
Tres maneras de Ser niños:
Niños adultos: Nunca queremos serlo en nuestra relación con Dios
Niños recién nacidos: vivir en dependencia de Dios
Niños no nacidos: vivir en el corazón del Padre
Desde nuestro punto de vista: Regreso al Padre, vale decir, ofrecerle el corazón al Padre, procurarle alegría
Cuando nos hable a través de las desgracias:
No plantear enseguida la pregunta por la culpa
Hacia el Padre va el camino
Confiamos en que en el Santuario la Sma. Virgen nos conduce hacia el Padre
Mucha gente no tiene una imagen correcta de Dios
porque hay muy pocas imágenes auténticas de Dios Padre
Procuremos que en la familia los niños vuelvan
a experimentar al padre
Oremos para que la Sma. Virgen encienda
en nosotros la luz de la fe
En nuestra última reunión del lunes comenzamos una especie de “escuela de fe” o bien una “clase de fe”, por llamarla así. ¿Quién fue nuestro maestro? El apóstol y evangelista San Juan. ¿Recuerdan el tema que exponía y trataba San Juan? Era una idea directriz muy hermosa y que calaba en lo hondo: Quien ha nacido de Dios vence al mundo1. La fe es la que vence al mundo. Dicho con mayor exactitud, ¿quién es el que por último vence al mundo de hoy con todas sus dificultades? Aquel que tenga una fe viva en Cristo y su enseñanza.
Volvamos a plantear el interrogante: ¿Cómo es este mundo de hoy? Recordemos brevemente todos los estímulos que nos envía el mundo de hoy, cuánto desarraigo y cuántas cosas incomprensibles se observan en él.
Basta recordar de nuevo lo que se escucha sobre Israel2, Cuba3, o bien Argelia4.
¡Ah! ¡Cuánta confusión, cuántas revoluciones por todas partes! ¿Quién habrá de vencer un mundo de estas características? Aquel que tenga una fe profunda y viva en Cristo y su enseñanza.
Podríamos aplicar estos pensamientos a nuestro caso. Basta con plantearse la siguiente pregunta: ¿Qué dificultades enfrentamos en nuestra familia, en nuestro matrimonio? Advertiremos que en ellos quizás existen las mismas crisis que hemos constatado a nivel mundial.
¡Cuánto desarraigo puede haber también en el matrimonio! ¡Cuántos peligros puede haber también en la familia para nuestra interioridad, para nuestra vida moral y religiosa! ¡Cuántas desilusiones hemos sufrido ya en la relación de unos con otros! Por favor, hagan un examen de conciencia y recuerden las crisis y dificultades concretas de su familia y matrimonio...
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