VIH
Corresponde a una infección de notificación obligatoria.
El virus se encarga de destruir de modo progresivo los linfocitos T CD4, los que son cruciales para la función normal del sistema inmune de los humanos.
El cuadro clínico se caracteriza por un síndrome febril sin foco, con temperatura que pasa los 39°C, artralgia, mialgia, linfadenopatías, cefalea y úlceras orales en algunos casos.
Representa una pandemia que ha afectado a todo el mundo (59 millones aproximados de personas afectadas de los casos reportados). Existe un porcentaje importante de casos en que los pacientes desconocen tener o ser portadores de la infección.
Su forma de contagio es por medio de fluidos:
• Transmisión sexual
• Uso de drogas endovenosas
• Transfusiones sanguíneas
• Transmisión vertical durante el parto
El principal factor de riesgo es ser portador de otra infección de transmisión sexual y por eso siempre que se diagnostique una, se debe solicitar estudio de VIH.
Gracias al uso de la terapia antirretroviral la mortalidad por VIH ha disminuido de manera significativa. De hecho en algunos centros es considerada más bien una enfermedad crónica.
En Chile, de acuerdo a los datos del Minsal 2012, existe una tasa global de 0,2%. Los primeros casos de sida fueron diagnosticados y notificados hace 30 años. Desde esa fecha hasta diciembre de 2008, los casos reportados al sistema de vigilancia alcanzaron 9.193 casos de sida y 10.767 casos de infecciones por VIH.
Las tasas van desde 30,9 a 102,8 por 100.000 en los quinquenios analizados entre 1987 y 2006. Entre los 10 y 19 años la tasa de notificación ha aumentado. Esto último en lo principal porque 70% de los adolescentes está inscrito en consultorios y a su vez existe mayor pesquisa de VIH, dada la alta tasa de embarazo adolescente.
El mayor número de casos notificados por VIH/sida se concentra entre los 20 y 24 años.
El CDC recomienda al menos un estudio de VIH en pacientes entre 13-64 años en cualquier control de salud.
El Minsal 2009 recomienda estudio en:
• Donantes de sangre y órganos
• Embarazadas
• Víctimas de violencia sexual
• Personas en riesgo de adquirir una ITS y que asisten a consulta de salud sexual
• Consultantes con sintomatología sugerente de ITS
• Personas en control de salud sexual (comercio sexual)
• Iniciativa propia
• Pacientes en diálisis
• Pacientes en los que el médico o profesional de la salud indique el examen por signos sugerentes de la infección por VIH
• Personal de salud que se haya expuesto a accidentes corto punzantes de riesgo para la transmisión del VIH
• Personas en control por TBC
Algunos métodos diagnósticos son los siguientes:
• Test ELISA / Western Blot
• Test rápidos
• Test de cuarta generación que detecta anticuerpos y antígeno p24
Tratamiento. El tratamiento de pacientes con VIH positivo dependerá de la etapa de la enfermedad en la que se encuentren y si están o no embarazadas.
• Pacientes no embarazadas, solo portadores en general no requieren tratamiento
• Paciente embarazadas, dependiendo de la carga viral requieren tratamiento para evitar el traspaso de la infección al recién nacido
• Pacientes en etapa sida requieren tratamiento con drogas múltiples
Hepatitis B
Infección causada por un virus hepatotrópico, cuyo único huésped es el hombre. El período de incubación va de las 6 semanas a los 6 meses.
Existen múltiples factores de riesgo, dentro de los que destacan: actividad sexual no protegida con persona infectada, múltiples parejas sexuales, historia de otra infección de transmisión sexual y uso ilegal de drogas endovenosas.
Sus síntomas son escasos. De hecho pueden no presentarse, es por esto que algunos pueden ser portadores de la infección sin saberlo. Cuando están presentes suelen no ser específicos: cansancio, pérdida de apetito, fiebre, ictericia, mialgia, artralgia, dolor abdominal o náuseas-vómitos.
Los grupos de mayor riesgo son:
• Personal de salud
• Personas con hemofilia
• Personas que se realizan hemodiálisis
• Personas con enfermedades crónicas
• Personas con VIH
• Personas trabajadoras sexuales
• Hombres que tienen sexo con hombres
La progresión de la enfermedad es más rápida en el sexo masculino.
Se puede transmitir por contacto sexual, transfusión, uso de drogas endovenosas y perinatal.
El riesgo de que la infección se transforme en una enfermedad crónica es inversamente proporcional a la edad de adquisición. Es así como el 90% aproximado de los niños infectados (lactantes principalmente) quedan con enfermedad crónica comparado con 2-6% de las personas adultas infectadas. Personas con infección crónica por virus hepatitis B tienen entre 15% y 25% de riesgo de morir por carcinoma hepatocelular o cirrosis hepática.
En Chile, la prevalencia es baja, menos de 2%. La seroprevalencia en el embarazo es de 0,2%, similar a la presentada en donantes de sangre. Sin embargo, estos valores pueden llegar a más de 5% en pacientes VIH positivo u hombres que tienen sexo con hombres.
Para el estudio de la infección se requiere de pruebas serológicas: antígeno de superficie (HBsAg), IgM anti-HBc e ig M e Ig G anti core ( Tabla 5-1).
El estudio positivo para virus hepatitis B requiere de un estudio para virus hepatitis C.
Recomendaciones de tamizaje. Según el Minsal: solo para pacientes con factores de riesgo de infección de transmisión sexual.
Según el CDC y las guías canadienses recomiendan la pesquisa en pacientes con factores de riesgo, pero también en pacientes embarazadas, dado que su pesquisa precoz reduce el riesgo de transmisión en 98%. En caso de antígeno de superficie negativo, se recomienda la vacunación en este grupo de pacientes.
Tabla 5-1.Interpretación pruebas serológicas para hepatitis B
HPV
El virus papiloma humano es altamente específico, cuyo mecanismo de transmisión es la vía sexual. Existen más de cien tipos. Los serotipos 6 y 11 se asocian con verrugas y lesiones intraepiteliales de bajo grado ( Figura 5-3). No obstante, los serotipos 16, 18 y 33 se asocian con lesiones intraepiteliales de alto grado y cáncer cérvico uterino.
La prevalencia en Chile es de 29%, cuya mayor concentración se da en la población de mujeres jóvenes.
Habrá otro capítulo dedicado en específico al virus papiloma humano, pesquisa y tratamiento.
Figura 5-3.Condilomas genitales
Lecturas recomendadas
Huneeus A, Pumarino MG, Schilling A, Robledo P, Bofil M. Prevalencia de Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae en adolescentes chilenas. Rev Méd Chile. 2009; 137: 1569-1574.
Martínez A. Diagnóstico microbiológico de las infecciones de transmisión sexual (ITS). Rev Chil Infect. 2009.
Newbern EC, Anschuetz GL, Eberhart MG et al. Adolescent sexually transmitted infections and risk for subsequent HIV. Am J Public Health. 2013; 103: 1874.
Normas de manejo y tratamiento de infecciones de transmisión sexual (ITS). Gobierno de Chile. Ministerio de Salud. 2008.
Séptima Encuesta Nacional de la Juventud 2012. http://www.injuv.gob.cl/portal/wp-content/files_mf/septimaencuestanacionaljuventud2.pdf28.4.2015
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