Primero, ¿cuál es la ley que los judíos poseen en este contexto? La primera referencia a la ley en el versículo 14 obviamente hace referencia a la ley que tenían los judíos. Esta es claramente la ley que los judíos poseían mediante revelación especial—Las Sagradas Escrituras. Esta ley es mencionada al final del versículo 12, en los versículos 13 y 14 y en diferentes partes de los versículos 17-27. En los versículos 21 y 22 se hace referencia a mandamientos contenidos en el Decálogo. Por tanto, da la impresión de que Pablo se refiere a la ley básica y fundamental del Antiguo Pacto, el Decálogo. En otra parte de Romanos, Pablo hace referencia a la ley del Antiguo Pacto e inmediatamente cita partes del Decálogo (ver Romanos 13:8-10).
Algunos podrían decir que la ley de los judíos a la que Pablo hace referencia es todo el Antiguo Testamento o toda la ley de Moisés (torah), que incluye la ley moral, ceremonial y civil del Antiguo Pacto. Esto significaría que, mediante la revelación general a través de la creación, Dios escribe las leyes ceremoniales y civiles del Antiguo Pacto en los corazones de todos los hombres, una proposición insostenible. La ley ceremonial fue revelada después de la caída de Adán como parte de revelación especial. No es revelación general. Presupone la entrada del pecado y tiene como objetivo señalar hacia la reparación del daño infligido por el pecado. No, la ley referida por Pablo es más básica y fundamental (apodíctica) que la ley ceremonial. La ley de los gentiles a la que se hace referencia en este contexto es una ley basada en la revelación general, no en el pecado ni en la redención. Por tanto, la ley que los gentiles poseen mediante la revelación general no puede referirse a todo el Antiguo Testamento o a toda la ley de Moisés. Debe referirse a la ley que es básica y fundamental para el estatus del hombre como criatura y como portador de la imagen de Dios. Es una ley que todos los hombres poseen por naturaleza, porque todos los hombres son creados, y una ley contenida en algún lugar de todo el conjunto de revelación especial dada a los judíos. H. C. G. Moule concuerda cuando dice:
Manifiestamente, “ la Ley” en este pasaje no se refiere a la ley ceremonial de Israel, sino a la ley moral revelada a Israel, sobre todo en el Decálogo. Esto es evidente en el lenguaje del versículo 15, que no tendría sentido si la referencia fuera a ordenanzas especiales de la adoración. Los gentiles no podían “mostrar la obra de” ese tipo de “ley escrita en sus corazones”; lo que mostraban era, como ya hemos explicado, la “obra” relacionada con las exigencias reveladas de Dios… sobre la voluntad y la vida. 42
Segundo, ¿los gentiles sin revelación especial poseen ley? Es claro que los gentiles no poseían la ley externamente escrita de los judíos como una ley escrita externamente; no poseían el Antiguo Testamento. ¿Significa esto que los gentiles no tenían ley? La Escritura es muy clara en que si no hay ley, no puede haber pecado (ver Romanos 4:15; 5:12-14 y 1 Juan 3:4). Seguramente Pablo no podía estar diciendo que los gentiles no poseían ninguna ley en absoluto. Por el contrario, los gentiles sí poseían ley, pero no la cumplían y no podían hacerlo y por eso son inculpados en Romanos 1.
La ley que los gentiles no poseían era la ley externamente revelada del Antiguo Testamento, como una ley escrita externamente. Sin embargo, esto de ninguna forma implica que no poseían ley. Pablo deja muy en claro que sí la poseían. Él afirma en los versículos 14 y 15 que “… cuando los gentiles que no tienen ley [la ley en este contexto se refiere a la ley externamente revelada a los judíos contenida en el Antiguo Testamento], hacen por naturaleza lo que es de la ley [la ley externamente revelada a los judíos contenida en el Antiguo Testamento], éstos, aunque no tengan ley [la ley externamente revelada a los judíos contenida en el Antiguo Testamento], son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley [la ley externamente revelada a los judíos contenida en el Antiguo Testamento] escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”. Comentando sobre este pasaje, Robert Haldane dice: “Esto evidentemente muestra que ellos tienen una ley, cuya obra está escrita en sus corazones y mediante la cual disciernen la diferencia entre lo bueno y lo malo—lo que es justo y lo injusto”. 43John Murray concuerda cuando dice: “… aunque los gentiles ‘son sin ley’ y ‘no tienen ley’ en el sentido de la ley especialmente revelada, no significa que no tienen ninguna ley en absoluto; la ley les es dada a conocer y es entendida por ellos de otra forma”. 44Comentando sobre Romanos 2:14, Murray añade:
La omisión del artículo definitivo antes de [“ley”] en tres ocasiones en el versículo 14 es un ejemplo interesante de la omisión cuando el sujeto es específico y definitivo. En las primeras dos ocasiones la ley en mente es la ley especialmente revelada, como se ejemplifica en la Escritura. Que es definitivo es mostrado por la expresión [lo que es de la ley]. Por esta razón, en la última oración debemos considerar “ley” como algo definitivo—los gentiles no solo son una ley para sí mismos, sino la ley a la que se hace referencia en las otras oraciones del versículo. Esto es confirmado en el versículo 15, en donde tenemos la expresión [la obra de la ley]. El punto es que no se trata de una ley completamente diferente con la que los gentiles son confrontados; las cosas de la ley que hacen no son de una ley totalmente diferente—es esencialmente la misma ley. La diferencia reside en los diferentes métodos [énfasis mío] de ser confrontados con ella y, por implicación, en el conocimiento menos claro y detallado de su contenido. 45
Los gentiles sin revelación especial no estaban, ni están, sin ley en lo absoluto.
Tercero, ¿qué ley poseen los gentiles sin revelación especial? Debe ser obvio ahora que lo que los gentiles poseen son los Diez Mandamientos, aunque no necesariamente de forma idéntica a como aparecen en el Decálogo de nuestros Antiguos Testamentos. Murray dice: “Por tanto, no es una ley diferente la que confronta a los gentiles que están sin ley, sino la misma ley impuesta a ellos mediante un método diferente de revelación”. 46Por esta razón, algunos han intentado mostrar que la esencia del Decálogo se encuentra diseminada a lo largo del libro de Génesis. Esto probaría que la esencia de los mandamientos individuales de todo el Decálogo eran las normas éticas que se esperaban del hombre antes de la promulgación, a través de Moisés, de la ley moral en la forma del Decálogo. 47En otras palabras, lo que los judíos reciben mediante revelación especial (y revelación general porque fueron creados a la imagen de Dios), los gentiles lo reciben solamente por medio de la revelación general. Reciben la misma ley pero mediante diferentes métodos de revelación y en una forma diferente. La sustancia es la misma aunque la forma difiere. Francis Turretin, gran teólogo reformado, concuerda:
Si se nos pregunta cómo esta ley natural concuerda con, o difiere de, la ley moral [la ley moral en el contexto de la declaración de Turretin se refiere al Decálogo], la respuesta es sencilla. Concuerda en cuanto a la sustancia y en lo que respecta a los principios, pero difiere en cuanto a accidentes y con respecto a las conclusiones. Las mismas obligaciones (hacia Dios y hacia nuestro prójimo) prescritas por la ley moral también están contenidas en la ley natural. La diferencia reside en el modo en que son proporcionadas. 48
Una cuidadosa exegesis de Romanos 2:14-15 demuestra que la ley moral es encontrada de manera resumida en todo el Decálogo y es al mismo tiempo común para todos los hombres mediante la revelación general.
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