En las sociedades orientales de aquella época, la clase sacerdotal era una casta privilegiada e Israel no era una excepción. La nobleza sacerdotal de Israel adquiere un auge muy importante bajo el dominio de la dinastía hasmonea que gobernó Israel durante un período de alrededor de 150 años, 45en los cuales, este pueblo gozó de independencia política gracias a la revuelta de los macabeos contra Antíoco Epífanes. Como muy bien señala Kutky, el que gobernaba el templo, gobernaba el Estado o ejercía una gran influencia. Quien quiera que sea que gobernaba el templo, manejaban gran cantidad de recursos económicos, pues eran los receptores de todas las ofrendas que el pueblo traía a Dios. En muchos casos, estas no eran ofrendas, sino impuestos que ellos habían inventado para sostener el grandioso andamiaje religioso que habían montado. Por lo anteriormente expresado es que resulta propio afirmar que la clase sacerdotal, es decir, los saduceos, eran la aristocracia religiosa de Israel.
A pesar de lo dicho anteriormente, los sumos sacerdotes pertenecían a la dinastía de los hasmoneos, quienes tenían que gobernar con dos grupos antagónicos a su alrededor como eran los fariseos, de quienes el hasmoneo Juan Hircano se distanció, y los saduceos, que eran los sacerdotes empero proclives a identificarse con el helenismo, es decir, apoyaban una serie de aspectos de la cultura griega que era considerada por los fariseos así como por la población nacionalista y religiosa como una cultura pagana y espuria. 46
1. Literatura religiosa de los saduceos
A diferencia de los fariseos o de los esenios, los saduceos no creían sino en la Torah solamente. Rechazaban categóricamente el resto de la literatura que era considerada como canónica entre los judíos. También se opusieron de una forma tenaz a la tradición oral, es decir, al Talmud. 47Todo lo anterior nos lleva a la obvia conclusión que rechazaron también toda la literatura apócrifa y apocalíptica que se desarrolló en su época.
Este hecho los llevó a dos cosas: primero, a no desarrollar ningún cuerpo literario como hicieron los fariseos y los esenios, y segundo, y como consecuencia lógica, a tener una concepción teológica bien limitada, puesto que al no tener una infraestructura literaria amplia su midrash se centró en la Torah y su teología es simplemente muy pobre.
En el siguiente aparatado veremos algunas de las posturas teológicas de los saduceos que encontramos en los libros canónicos del NT.
2. La teología saducea
Al reducir los saduceos sus fuentes para hacer teología a la Torah , estos tenían un pensamiento teológico estrecho que fue ampliamente refutado por Jesús cuando hubo encuentros entre ambos por disputas teológicas. En este apartado será objeto de estudio algunos de esos encuentros. A continuación, el tema de la resurrección:
Entonces los saduceos, que dicen que no hay resurrección, fueron a verlo y le plantearon un problema: 19 —Maestro, Moisés nos enseñó en sus escritos que, si un hombre muere y deja a la viuda sin hijos, el hermano de ese hombre tiene que casarse con la viuda para que su hermano tenga descendencia. 20 Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin dejar descendencia.21 El segundo se casó con la viuda, pero también murió sin dejar descendencia. Lo mismo le pasó al tercero.22 En fin, ninguno de los siete dejó descendencia. Por último, murió también la mujer. 23 Cuando resuciten, ¿de cuál será esposa esta mujer, ya que los siete estuvieron casados con ella? 24 —¿Acaso no andan ustedes equivocados? —les replicó Jesús—. ¡Es que desconocen las Escrituras y el poder de Dios! 25 Cuando resuciten los muertos, no se casarán ni serán dados en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. 26 Pero, en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje sobre la zarza, cómo Dios le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? 27 Él no es Dios de muertos, sino de vivos. ¡Ustedes andan muy equivocados!
Esta perícopa es extraordinaria, puesto que nos muestra aspectos claves, no solamente de la teología de aquella época, sino de las fuentes de cómo se formaron los evangelios. En primer lugar, hablemos de lo teológico: los grupos religiosos de aquella época estaban polarizados en los que creían en la resurrección de muertos y los que no. No nos extrañe que los saduceos no creyeran, puesto que ellos no aceptaban ningún libro como sagrado excepto la Torah y el pasaje que ellos están citando es precisamente de la Torah. En segundo lugar, la respuesta que da Jesús … desconocen las Escrituras y el poder de Dios… en primer lugar, los saduceos tenían razón de negar la resurrección, puesto que no reconocían ninguna otra revelación escrita y la Torah no nos dice nada al respecto, sin embargo, cuando Jesús responde diciendo … desconocen las Escrituras está reconociendo ipso facto el cuerpo literario deuterocanónico y pseudoepígrafe que sí habla de la resurrección y que sirve de fuente a la teología cristiana de la resurrección y que, por no ser parte del canon, no quiere decir que no sea cierta. La siguiente parte de la respuesta de Jesús … Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos… es un midrash que Jesús hace de la Torah que sin duda es una fuente fundamental para el desarrollo de la doctrina de la resurrección de los muertos.
Otra de las doctrina de los saduceos es la no creencia en los ángeles, como aparece reflejado en Hechos 23:8 …. porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu… y esto tampoco es de extrañar puesto que, al tener un cuerpo literario muy estrecho, no se puede esperar otra cosa. La implicaciones de este dogma son realmente graves porque ipso facto niega la existencia de Satanás y el reino de los demonios que gobierna el cosmos.
Otro de los Dogmas de los saduceos lo encontramos en Antigüedades de los Judíos donde se afirma que los saduceos apostaban por el libre albedrío en contraposición al determinismo o predestinación que defendían los esenios y fariseos:
Los fariseos decían que algunas cosas, no todas, se deben al destino; otras dependen de nuestra voluntad que se cumplan o no. Los esenios afirmaban que todo se debe al destino, y que los hombres nada pueden hacer que escape al destino. En cuanto a los saduceos, suprimían el destino, diciendo que no es nada y que no interviene para nada en los asuntos humanos, sino que todo está sometido a nuestro arbitrio; de modo que somos autores tanto de los bienes como de los males que nos acontecen por imprudencia nuestra. 48
Usando un término teológico contemporaneo, los saduceos eran arminianos, creían que el libro albedrío era el centro que daba origen a lo que ocurría.
Como puede observarse, los saduceos eran un grupo religioso sin ningún cuerpo literario y fundamentaban toda su dogmática en una reducida área de la revelación divina —como era la Torah — y, a raíz de eso, tenían una teología muy limitada. A pesar de lo anterior, fueron los sacerdotes del pueblo de Israel, sirvieron en el templo y fueron aquellos que cumplieron con todos los rituales religiosos del judaísmo. Al ser parte del clero religioso, esto los ubicó en situación social y política de privilegio, al llegar a manejar importantes cantidades de dinero. En el relato de los macabeos podemos ver que los saduceos entraron en un proceso de degeneración al identificarse con prácticas paganas de los helenistas hasta que los hasmoneos tomaron el poder. Estuvieron siempre allí, en el templo, en el Sanedrin y usufructuaron los privilegios que su posición les daba. Al tener una mente estrecha —como verdaderamente la tenían— se opusieron al mensaje de Jesucristo, a quien trataron de ridiculizar. También se opusieron a Pablo, pero este audazmente los hizo a un lado y salió bien librado. Lo cierto es que, con la destrucción del segundo templo, los saduceos salen de la escena humana y nunca más se vuelve a saber de ellos. Pasaron por la historia sin pena ni gloria y hoy son solamente un capítulo triste en la historia del pueblo de Israel.
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