Nuestro objetivo en este capítulo será efectuar el estudio de la producción literaria de cada uno de los grupos religiosos antes mencionados para llegar a dimensionar de la mejor manera posible todo el spectrum literario que moldeó el pensamiento tanto de los que produjeron esta literatura como de aquellos que la usaron como fuente para la redacción final de los libros canónicos del NT.
A. La escuela de los fariseos
Los fariseos fueron una consecuencia directa de la revuelta de los macabeos y se cree tienen su origen en la época del gobernante hasmoneo Juan Hircano. Este sector del judaísmo creció pronto en influencia y llegó a tener el favor de las masas. Abogaban por la pureza de las enseñanzas religiosas y eran muy celosos en el cumplimiento de las tradiciones. Los fariseos fueron prolíficos escritores y generaron una literatura sumamente importante hasta el día de hoy. En este apartado será objeto de estudio su literatura y la teología que de ella se deriva.
1. La literatura de los fariseos en la época de Jesús
El fundamento religioso de los fariseos estaba en la Torah , que era la ley escrita, pero a diferencia de los saduceos, ellos sí creían en la ley oral, la cual fue construyéndose a través de los siglos mediante la transmisión oral y escrita de generación a generación, efectuando exégesis que servía para aplicar la ley escrita a situaciones específicas del día a día de la nación. De esta manera, la ley oral iba acrecentándose hasta formar un cuerpo muy importante por lo que surgió la necesidad de escribirla —y así lo hicieron— surgiendo el Talmud. 20
Es así cómo, para los judíos, tanto la tradición escrita — la Torah— como la tradición oral —el Talmud— son consideradas como una sola revelación. 21De ahí que no nos extrañe que el sector del cristianismo católico romano haya adoptado la misma política, de dar a las tradiciones puestas por escrito el mismo valor que a los libros canónicos. 22El tema de tradición oral plasmada en el Talmud tiene su asidero en el texto de la Torah que reza de la siguiente manera: … sube a mi monte, y espera allá, y te daré la tablas de piedra, y la ley, y mandamiento que he escrito para enseñarles…23 los judíos interpretan que la segunda parte del versículo es el fundamento autoritativo de parte de Dios que justifica la existencia del Talmud. En el midrash Halaká Behuqotay 8,12 señala lo siguiente:
“He aquí las leyes, los decretos y las enseñanzas”(Lv. 26:46) [el anterior versículo demuestra que] las leyes son las interpretaciones (midrashot). Los decretos son las observaciones rituales. Las enseñanzas testifican que dos Torot (dos leyes divinas) fueron dadas a Israel: la Ley escrita y la Ley oral… en el monte Sinaí por mano de Moisés. Esto nos enseña que la Torah, sus leyes, sus profundizaciones y sus comentarios, todos fueron revelados en el Monte Sinaí.24
El anterior midrash del Halaká Behuqotay resalta el proceso de legitimación de la interpretación de la escritura que da origen a la tradición oral y que la pone al mismo nivel que a la tradición escrita.
Moviéndonos a la época del ministerio de Jesús en Israel, podemos observar que el midrash de los fariseos estaba en un franco conflicto con la interpretación que hacía Jesús, que aunque no necesariamente nulificaba el halaká25 de los fariseos, sí refutaba mucha de su interpretación. El pasaje de Mateo 15 y ss. es altamente ilustrativo:
…¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. 26
Ya la pregunta de los fariseos nos deja ver claro que existía en esa época un halaká que en este caso específico viene del midrash de los fariseos y que es parte de lo que se conoce como la ley oral. 27Lo interesante es que Jesús no refuta directamente el argumento de los fariseos, sino que, esgrimiendo un argumento fundamentado en otra estipulación oral de su halaká, prueba que su ordenamiento jurídico fundado en la ley oral invalida al mandamiento de Dios que en este caso es la ley escrita o Torah. La acusación que hace al final de la perícopa es sencillamente mordaz y lapidaria, dejando establecido que su halaká había invalidado a la ley de Dios plasmada en la Torah.
Otro ejemplo de las controversias entre Jesús y los fariseos por el tema del halaká de los fariseos fundamentado en la ley oral se encuentra en Marcos 2:23-28
Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito? Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
En este interesante pasaje vemos que Jesús sigue la misma metodología de la perícopa analizada anteriormente: no refuta la argumentación basada en la violación del día de reposo, sino que realiza una analogía con la violación de la ley escrita que hizo David al comer un pan que por derecho divino no le estaba permitido comer, sin embargo comió y no incurrió en culpa. Luego remata su refutación aseverando que el ser humano tiene más importancia que una prescripción ritual para luego ponerle la guinda al pastel adjudicándose el papel de Mesías y declarando su señorío, no solo del día de reposo, sino de todo lo que existe. De esta manera, Jesús redujo al absurdo la pretensión de los fariseos.
Existen muchos encuentros controversiales en los Evangelios entre Jesús y los fariseos, pero estos dos ejemplos nos clarifican que existía una discrepancia entre el midrash de Jesús y la forma en que los fariseos hacían su midrash, tanto de la ley escrita como de la ley oral. Al final, Jesús deja claro que el halaká fariseo está fundamentado en aspectos exteriores y superficiales del ser humano y hace a un lado los aspectos internos como la misericordia, el amor, la solidaridad, donde el hombre tiene tanto valor que si es necesario romper con una ley oral, hay que hacerlo, y en algunos casos incluso con la ley escrita, porque el hombre es el supremo bien de la creación y está por encima de cualquier formulismo humano. 28
2. La teología de los fariseos
La teología de los fariseos no está del todo lejos de los principales dogmas del cristianismo, v.g. la resurrección del cuerpo, los fariseos sí creían en esta doctrina, de tal manera que un fariseo como Pablo no tuvo ningún problema para escribir una teología tan clara sobre la resurrección como la que escribió en I de Corintios 15. Otra de las doctrinas teológicas de los fariseos era la creencia en la figura del Mesías per se , aunque había una discrepancia sobre qué clase de mesías iba a ser este y quién iba a serlo. Los fariseos creían en la canonicidad no solamente de la Torah (Ley), sino de los libros del Nəḇî’îm (Profetas) y Ketuvim (Escritos),que son los que forma el Tanaj, que para nosotros es el AT. También creían en la predestinación, que estimaban compatible con el libre albedrio puesto que sostenían que el hombre tenía la responsabilidad de escoger entre el bien y el mal. En relación con el alma de los malvados, estas quedaban apresadas, en tanto que la de los justos revivirían en cuerpos nuevos. Finalmente, los fariseos creían en el día del juicio y por lo tanto en la recompensa de las almas: unos para vida eterna y otros para condenación. 29Ahora bien, esta teología en realidad no era lo que caracterizaba a los fariseos, sino que lo era su apego a la observancia a la ley, tanto escrita como oral, enseñando que Dios solo otorga su gracia a las personas que viven conforme a estos preceptos. 30
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