A simple vista todo está en orden, y si no pusiéramos en la redacción la palabra fariseo podría pasar lo que hemos escrito como dogmática cristiana; sin embargo, hay factores torales que a pesar de la similitud son a la vez muy diferentes. En primer lugar, porque en la ecuación teológica de los fariseos hace falta la figura de Jesucristo y este solo hecho le da un vuelco de 180 grados al midrash que hacen los fariseos. No se puede hablar de la resurrección si no se habla de Jesucristo, que fue hecho primicia de los que durmieron y no se puede sacar de la ecuación porque Él es la resurrección y la vida. No se puede hablar de un Mesías si no se identifica a Jesús con este personaje. En resumen: el problema de la teología de los fariseos es que Jesús no es el centro de la misma, y en ese mismo momento esta se vuelve fútil. En segundo lugar, el celo por la observancia de la ley —lo cual per se no es malo— sin embargo, cuando despojamos a la ley de Dios de su espíritu y nos volvemos legalistas e intérpretes literales de la ley, entonces nos volvemos fanáticos y perdemos la esencia de la ley, que es alcanzar la justicia a través de la misericordia. El mejor ejemplo para darnos a entender sobre este tema es la perícopa de la mujer adúltera. En esta historia había dos cosas en juego: la ley y la misericordia. Los judíos preguntan a Jesús en 8:45 … maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio. En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?... Si vamos a observar la ley al estilo de los fariseos, solo hay un camino posible, lapidar a la pobre mujer y hundir a su familia en el dolor y la ausencia, o aplicar la misericordia y darle una oportunidad de arrepentirse para el bien de ella y de su familia. La segunda opción obedece a los más caros intereses de Dios que vino a salvar el mundo, no a perderlo . Este fue el error de los fariseos: desnaturalizar la ley y privarla de su más cara aspiración que es alcanzar la justicia y el bienestar del ser humano.
Una vez visto lo relacionado con la teología de los fariseos, toca estudiar todo lo relacionado con su producción literaria.
3. La literatura judía después del segundo templo
Después de la destrucción del segundo templo en el año 70, 31cambia radicalmente todo el panorama socioreligioso de Israel. 32En primer lugar, porque con la destrucción del segundo templo cesó todo lo relacionado con los rituales religiosos y, en segundo lugar, porque si no se hacía algo se iba a perder la identidad religiosa de un pueblo que había recibido un golpe certero de los romanos al haber estos destruido no solo el templo, sino la ciudad de Jerusalén. En este contexto de desolación y desesperanza se establece en la ciudad de Yavne o Jamnia un grupo de religiosos a los que se les va a llamar sabios, mayormente de extracción farisea, que van a normar la vida religiosa del pueblo. 33Estos personajes iban a tener la sagrada responsabilidad de mantener la identidad religiosa milenaria del pueblo, fundamentada en su creencia en YHWH revelado en todo un cuerpo literario que ellos consideraba la Palabra misma de Dios. Desde la época de Esdras se venía desarrollando un cuerpo de leyes al que se le denomina en el NT como la tradición de los ancianos, y que ahora era necesario poner por escrito para que sirviera de base no solamente para el pueblo confundido y derrotado por los romanos, sino para las generaciones futuras. Todo esto es el Sitz im Lebem de lo que el mundo conoce el día de hoy como el Talmud.
El Talmud es la obra principal del judaísmo y está formado por dos instrumentos muy importantes: El Mishná 34y la Gemara. 35El Mishná es un cuerpo legal y religioso que se mueve en dos direcciones bien marcadas: por un lado, contiene disposiciones que aclaran y precisan la ley de Moisés y, por otro lado, contiene sentencias de rabinos que comentaban la Torah. La Gemara es un conjunto de discusiones rabínicas eruditas que interpretan y amplían las aplicaciones legales de la Mishná. 36
Se puede afirmar que las enseñanzas halákicas de los sabios de Yavne eran relativamente bien aceptadas por el pueblo 37y, sobre todo, percibidas como exégesis autorizadas del texto revelado. 38En resumen: en Yavne se trabajó principalmente en la consolidación y aclaración de los principios del halaká , constituyendo un cuerpo de dogmática jurídica 39que dio como resultado el Talmud.
Hasta aquí la pregunta es: ¿qué relación tiene todo esto con el tema que estamos discutiendo? Bien, es de suprema importancia porque fueron los sabios de Jamnia o Yavne los que proscribieron o excomulgaron de una forma definitiva y contundente a los judeocristianos sobre los que lanzaron una de las más álgidas maldiciones o Birkat ha-minim.40 La doceava petición es simplemente mordaz e imprecatoria: “ Que no haya esperanza para los apóstatas; desenraiza en nuestros días prontamente el reino del orgullo. Que los nazarenos y heréticos perezcan en un instante, que sean borrados del libro de los vivos y que no sean inscritos con los justos. Bendito seas, tú, Yahvé, que doblas a los orgullosos”.41
Después de esta declaración, la separación entre la halaká judía y la halaká judeocristiana sobre la Torah y la adopción por parte de los judeocristianos de un nuevo cuerpo literario con el grado de canónico, hace irreconciliable para siempre a dos hermanos hijos de un mismo padre y de una misma madre, los primeros que guardan la pureza étnica, y los segundos que se lanzan en una obra misionera de conquista a un mundo que sencillamente estaba excluido del judaísmo.
Los fariseos han sido el sector del judaísmo que ha estado ligado con los escribas o soferim 42que son los responsables directos de la redacción de los libros sagrados, tanto canónicos como deuterocanónicos y pseudoepígrafes, y también han estado ligados con el poder político en algún momento de su existencia o simplemente han ejercido una poderosa influencia sobre los gobernantes de turno. Como se ha afirmado anteriormente, ellos reconocían y aún reconocen la inspiración de la tanaj que estaba formada por la Torah, los Nəḇî’îm y los Ketuvim. En el siglo II pusieron por escrito la tradición oral en el libro que se conoce como el Talmud y que es posterior a Cristo; sin embargo, en los sinópticos vamos a encontrar referencias a esa ley oral que después fue escrita en el Talmud. Lo que se quiere decir es que la tradición de los ancianos fue una fuente para que los redactores de los evangelios hicieran un midrash y sirviera para fundamento de los principios cristianos.
Ahora bien, aparte de esta literatura, está la literatura deuterocanónica que es parte de lo que llamamos el canon griego —que también es producción judía— así como la vasta literatura pseudoepígrafe del PI, que será objeto de estudios en capítulos posteriores. Todo este milieu literario fue lo que dio origen a la teología farisea.
B. La escuela de los saduceos
Con el regreso del los judíos del cautiverio babilónico y la reconstrucción del templo de Salomón, se va a requerir un personal religioso que maneje todo el tema cultual y que administre los rituales del judaísmo. Es así como se va formando una casta religiosa a la que se le conoce con el nombre de saduceos. 43Sobre este grupo religioso Karl Kutsky se expresa en los siguientes términos:
Los saduceos eran los representantes de la nobleza sacerdotal que había ganado el control del Estado judaico, y que ejerció este control, primero bajo la dominación persa y después bajo la de los sucesores de Alejandro Magno. Este clero era el amo absoluto del Templo. Por medio del Templo gobernaba a Jerusalén y, además, a todo el judaísmo…44
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