Ahora, la falta aparece del lado del hombre y comienza un elogio a la feminidad que culminará en Aun. Ya no se va a tratar del deseo como un resto todavía posible de ser comprendido como dialéctico; es un resto de goce y el goce no responde a la dialéctica hegeliana, no se puede negativizar. La palabra “dialéctica” desaparece por completo de la enseñanza de Lacan, que deja de ser hegeliano. Y nos encontramos con un Lacan que está discutiendo con Kierkegaard, quien sostiene que la mujer está más sujeta a la angustia que el hombre. No se entiende muy bien porqué Kierkegaard dice esto, porque su famoso libro Temor y Temblor está referido a la angustia de él en relación al padre. No obstante, Kierkegaard sostiene esto respecto de la angustia en la mujer y Lacan lo refuta: es el hombre quien está más expuesto a la angustia, por la angustia frente a la detumescencia. Sin embargo, acuerda con Kierkegaard en que ella está más expuesta al deseo del Otro, porque el objeto no la estorba, no está pendiente del objeto sino del Otro, del deseo del Otro. Las mujeres no están tan interesadas en el objeto. El órgano como objeto es mediación entre el hombre y el deseo del Otro. El hombre está más interesado en saber qué va a pasar con su órgano. La mujer, en cambio, como no tiene, tampoco tiene de qué preocuparse. Aquí en vez de aparecer como una desventaja el no tener el órgano llamado fálico, aparece como una ventaja.
En ese seminario, Lacan da dos ejemplos. Por un lado, dice que el masoquismo femenino es un fantasma masculino, porque son los hombres los que se imaginan eso. Porque los hombres pueden imaginarse una mujer que aguantaría la erección del órgano hasta el final, hasta el límite, como en Sade, asegurando que no hubiera la detumescencia. Es decir que el cuerpo de una mujer pueda ser usado de manera tal que permitiera que nunca llegara la detumescencia, que la mujer sea puro objeto, lo cual le permitiría al hombre no pasar por la detumescencia. Por otro lado, el Don Juan, al revés, es un fantasma femenino: habría un hombre que puede con todas, todo el tiempo; es decir, un hombre que no estaría afectado por la angustia de la detumescencia. Al decir esto, Lacan expresa como también lo hace Fellini en su película Casanova, que el Don Juan es un impostor, es un falso hombre y por eso tiene éxito con las mujeres. Porque la presencia de un verdadero hombre angustia a la mujer puesto que es ella la que tiene que suplir la falta en él. Hay un artículo de Octave Mannoni (18) sobre este tema donde él ubica el momento que aparece en la película Casanova donde Don Juan no puede. Hay una sola escena, en toda la historia de Don Juan, en la que no puede y es el momento en que va a desflorar a una virgen y sentencia, jugando a ser mago, que se va a producir una tormenta y efectivamente se produce. Esto le produce un efecto de horror, de unheimlich, porque aquello que había sido dicho como ficción aparece en lo real y le produce la detumescencia. Así es que también en el Don Juan aparece la angustia de la detumescencia, por eso es que Lacan dice que el mito del Don Juan es un fantasma femenino.
10 DE ABRIL DE 2008
1- Miller, J.-A., La angustia lacaniana, Paidós, Bs. As., 2007, pp. 45-55.
2- Lacan, J., De los Nombres del Padre, Paidós, Bs. As., 2005.
3- Lacan, J., “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”, Escritos 1, Siglo XXI, Bs. As., 1988, p. 310.
4- Lacan, J., El Seminario, Libro 10, La angustia, Paidós, Bs. As., 2006, pp. 200 y 286.
5- Sartre, J.-P., Los caminos de la libertad III: La muerte en el alma, Losada, Bs. As., 1984.
6- Laurent, E., “El camino del psicoanalista” en Miller, J.-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, cap. XI, Paidós, Bs. As., 1997, pp. 198-201.
7- Lacan, J., “El malentendido”, clase del 10 de junio de 1980, inédito.
8- Lacan, J., “El atolondrado o las vueltas dichas o L’Étourdit”,, Escansión, Nº 1, Paidós, Bs. As, 1984, p. 25.
9- Negri, M. I., “La verdad de Sade”, Revista Enlaces, N° 9, Publicación del Departamento de estudios psicoanalíticos sobre la Familia – Enlaces del Centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos Aires, 2004, pp. 41-48.
10- Miller, J.-A., La angustia lacaniana, op. cit., p. 42.
11- Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 1987, p. 160.
12- Clase del 7 de abril del 2008 dictada junto a Pablo Russo y Blanca Sánchez, Seminario anual –asociado al Instituto Clínico de Buenos Aires– del Departamento de estudios psicoanalíticos sobre la Familia – Enlaces, “Escándalos y soledades de la época”.
13- Milner, J.-C., “Después de la masacre”, Élucidation, Atuel-Anáfora, Bs. As., 2003.
14- Pirandello, L., Seis personajes en busca de autor, Océano-Losada, México, 1998.
15- Mónica Torres se refiere al primer testimonio de Luis D. Salamone, presentado en la Escuela de la Orientación Lacaniana el 27 de marzo de 2008. Ver Salamone, L. D., “Más que un truco”, El Caldero de la Escuela Nueva Serie, N° 5, Publicación de la EOL, Bs. As., 2008, pp. 71-78.
16- Lacan, J., El Seminario, Libro 5, Las formaciones del inconsciente, Paidós, Bs. As., 2000, p. 359.
17- Lacan, J., “La significación del falo”, Escritos 2, Siglo XXI, Bs. As., 1987, p. 675.
18- Mannoni, O., La otra escena. Claves de lo imaginario, Amorrortu, Bs. As., 1973, pp. 20-26.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.