Salcedo Casallas, Javier Ricardo
Didácticas emergentes : la vida enseña, la vida aprende. El magnetismo emocional afectivo de la vida común y corriente / Javier Ricardo Salcedo Casallas. - Primera edición. - Bogotá : Ediciones Unisalle, 2021.
124 páginas : gráficas ; 21 cm
Incluye referencias bibliográficas
ISBN 978-958-5148-58-1 (impreso)
ISBN 978-958-5148-59-8 (ePub)
ISBN 978-958-5148-60-4 (PDF)
1. Emociones y cognición 2. Sociología de la educación 3. Vida cotidiana – Aspectos psicológicos 4. Educación - Filosofía I. Título
CDD: 370.1534 ed.22
CEP-Universidad de La Salle. Dirección de Bibliotecas
ISBN (impreso): 978-958-5148-58-1
ISBN (ePub): 978-958-5148-59-8
ISBN (PDF): 978-958-5148-60-4
Primera edición: Bogotá, D. C., enero del 2021
© Universidad de La Salle
© Javier Ricardo Salcedo Casallas
Edición
Ediciones Unisalle
Cra. 5 n.° 59A-44, Edificio Administrativo, 3er. piso
PBX: (571) 348 8000. Exts.: 1224 / 1226
edicionesunisalle@lasalle.edu.co
https://ediciones.lasalle.edu.co/
Dirección editorial
Hubeimar Alfredo Morales Roa
Coordinación editorial
Andrea del Pilar Sierra Gómez
Corrección de estilo
Natalia Lorena Pérez
Diseño de pauta y diagramación
Andrés Conrado Montoya Acosta
Diseño de carátula
Andrés Pérez
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier procedimiento, conforme a lo dispuesto por la ley. Hecho en Colombia.
CONTENIDO
Introducción
PARTE I. ¿Qué es lo emergente?
PARTE II. ¿Cómo comprender la categoría “didácticas emergentes”?
2.1. Operativa de las didácticas emergentes
PARTE III. ¿Cómo comprender las emociones en las didácticas emergentes?
3.1. La escucha y la mirada
3.2. Silencio y diálogo
3.3. Preguntar
PARTE IV. ¿Cómo comprender las emociones en los elementos pequeños del aprendizaje y de la enseñanza?
4.1. La enseñanza emergente
4.2. El aprendizaje emergente
PARTE V. ¿Cómo comprender la expresión “la escuela de la vida, enseña y aprende”?
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
HEMOS ESTADO VIVIENDO EN una tradición prometeica1, que empieza a desvanecerse por otra, la fáustica2. En ellas se ha producido una forma teórica que explica cómo se produce la ciencia y en esta se señalan maneras de interpretar el mundo y los paradigmas. El viaje por las tradiciones y maneras paradigmáticas de representar la vida y lo vivo se mueve entre modos trashumantes3 de aprender a ser seres humanos a partir de enseñanzas prodigiosas que se definen porque ellas están en continuo movimiento; son diferentes a las formas sedentarias de enseñar y de aprender, porque ellas sí dejan espacios para iniciar/volver a andar sin que el volver se estacione para siempre en el mismo lugar, me refiero a las “didácticas emergentes”.
Instalo la categoría de “didácticas emergentes” para detallar el modo de andar como el ritonerllo4 de la enseñanza y del aprendizaje del siglo XXI, porque inaugura constantes movimientos inciertos y efímeros para la globalidad de las tradiciones prometeica y fáustica, porque actúa en paralelo y de forma invisible/visible, a estas dos fuerzas que acostumbran a la especie humana a ver la vida y lo vivo como instrumentos técnicos, cuya capacidad superior, la razón, se libera como unívoco capaz de mejorar las condiciones de vida a través de la tecnología.
La didáctica emergente fluye entre las comisuras de esa fuente de bienestar tecnológico del conocimiento científico, que educa para producir una ontología o ser humano técnico,
[…] programa tecnológico […] mediante el cual los procedimientos científicos no tendrían como meta la verdad o el conocimiento de la naturaleza íntima de las cosas, sino una comprensión restringida de los fenómenos para ejercer la previsión y el control; ambos propósitos estrictamente técnicos [que enrutan la didáctica general a la especificidad disciplinar]. (Sibilia, 2010, p. 40)
La didáctica emergente se enfrenta a diario con la fuerza fáustica denominada “paradigma” (Kuhn, 2004) positivista, sin atropeyar su direccionamiento. En este sentido, la energía de la enseñanza y del aprendizaje no se desvanece ante la fuerza de la razón técnico-profesional, para enseñar y aprender a vivir y existir, desde los límites de la vida ordinaria.
La visión positivista instala una epistemología unívoca de situarnos en el contexto científico que teje una gramática del orden de la razón que pretende la solución de preguntas aún sin respuesta —problemas enigma— con modelos técnicos compartidos en el espacio científico actual.
La confrontación de la didáctica emergente con este paradigma es sustancial porque recurre a la solución constante de problemas vitales a partir de otras formas autónomas, “de una gran variedad de grupos subalternos indígenas, afrodescendientes, campesinos, pobladores de los territorios urbanos populares, jóvenes y mujeres solidarias” (Escobar, s. f., p. 4) que han compartido el territorio de la ciudad y del campo (la vida citadina y campesina), a pesar de ser convertidos en objetos de conocimiento competente, porque sus capacidades hacen posible la vida y la misma fórmula envolvente de la eficiencia cognitiva.
Los seres humanos somos efectivamente inteligentes porque en la vida diaria desarrollamos formas emergentes de enseñarnos y de aprender; los cuales, luego, la psicología apropia bajo modos materialistas como usufrutos de la mente y del pensamiento psicológico, denominando a esa fuerza emergente cognición.
Las diferentes formas emergentes de apropiarnos del mundo, en sus relaciones con el espacio urbano/rural fluyen en el lenguaje y en el pensamiento sentipensante, aquel que hace posible la existencia de la cognición o forma racional de clarificar el pensamiento en taxonomías psicogenéticas.
En la cultura del Caribe colombiano, y más específicamente de la cultura ribereña del río Grande de La Magdalena que rinde sus aguas al mar Atlántico, el hombre-hicotea que sabe ser aguantador para enfrentar los reveses de la vida y poder superarlos, que en la adversidad se encierra para volver luego a la existencia con la misma energía de antes, es también el hombre sentipensante, que combina la razón y el amor, el cuerpo y el corazón, para deshacerse de todas las mal formaciones que descuartizan esa armonía y poder decir la verdad. (Moncayo, 2005, p. 10)
Los modos didácticos de la vida cotidiana son expresamente formas sentipensantes gestadas en el contacto del ser humano consigo mismo, entre estos, la vida social y la realidad natural que proveen los recursos para vivir en el sistema terráqueo.
Son didácticas de lo ordinario, es decir, de la vida común y corriente y de la singularidad anónima que producen otras tecnologías en el dirario vivir, cercanas por su calidez, aústeras por sus privaciones, solidarias por sus pobrezas, fluidas por su densidad amorosa, invisibles por ser débiles (De Certeau, 2007), subalternas por permanecer en el fondo de la sabiduría popular, ancestral y decoloniales por las maneras como usan los conocimientos científicos decidiendo sobre su uso manipulable o desechándolo por su inutilidad.
Las tecnologías de la vida cotidiana del hombre y de la mujer, del niño y de la niña, del joven sentipensante son diferentes a las fáusticas que como un conjunto de expresiones estéticas (metáforas de la vida real: habladas, miradas, gritos, caminadas, cantos, entre otras) trazan territorios sensibles en la vida cotidiana haciendo posibles los lugares comunes (Tóttoc) o la vida entre lo fáustico de las sociedades tecnológicas que se erigen en las ciudades contemporáneas y empiezan a introducirse en las plazas de los pueblos campesinos, sin aminorarlas.
Читать дальше