Fig. 12. Andrea Fipa Drepanensis. Nacimiento de marfil y nácar. Probablemente Italia. 1749. Madrid. Salesas.
1.3.EL SIGLO XIX
1.3.1.Introducción
La historia de la eboraria de los siglos XIX y XX está aún por escribir. Normalmente se prescinde de este periodo en las obras dedicadas al tema. Es el siglo de los neos. Se crean talleres con el objetivo de satisfacer las demandas de la población.
Se reproducen muchas obras con el objetivo de completar colecciones. El principal centro de producción es Dieppe, que surte a toda Europa de imaginería religiosa. Entre estos artesanos destacan:
•Meugniot. Que labra un Anciano moribundo. Louvre.
•Pradier. Se dedica a los retratos en medallón.
•Rosset. Labra una santa Teresa.
•Moreau-Vauthier y el italiano Guiseppe Maria Bonzanigo, que logran una dilatada fama.
En la segunda mitad de siglo encontramos una nueva fuente de inspiración: el arte se renueva retomando el arte criselefantino. En la Exposición de París de 1857 se presenta una versión, a escala reducida de la Minerva de Fidias. El verdadero resurgir del arte se produce hacia finales de siglo, en Bélgica. La anexión del Congo tiene como consecuencia inmediata el amontonamiento de ingentes cantidades de marfil bruto en los mercados de Amberes.
1.3.2.La obra de Francisco Pallás y Puig (1859-1926)[25]
Según se ha constatado documentalmente, el artista Francisco Pallás recibió el encargo de decorar algunos morteros llegados de Filipinas, y para tal menester se inspiró en piezas originales hispanomusulmanas.
Artista de formación, en un primer momento realizaba tallas en madera, dedicándose posteriormente a realizar varillas de marfil para abanicos, así como a tallar el marfil. Está documentado que realizó piezas en marfil con temas cristianos, de inspiración medieval. Según Gómez Moreno, un pretendido engaño o falta de originalidad de una de sus obras le valió quedarse sin la medalla en una Exposición Nacional. Se cree que se sirvió de arqueólogos y arabistas para trazar textos y caligrafías.
Fig. 13. Tarjeta de vista de Francisco Pallas y Puig.
1.4.A MODO DE CONCLUSIÓN. LA OBRA DE JOSÉ PUERTO Y SUS SUEÑOS DE MARFIL
“El marfil, como las perlas, adquiere mayor belleza cuando es acariciado”.
José Puerto
La figura de José Puerto supone actualmente la continuación del delicado arte de la eboraria, que tan fructífero fue, como hemos visto, en las escuelas del Barroco.
Nació el 7 de mayo de 1931 en Valencia, en el seno de una familia trabajadora[26]. Su padre y mentor ejercía como restaurador, trabajando en el taller de José Pérez, que seguía tallando el hueso en torno fijo. Él fue su maestro, y de él aprendió el oficio. A los 14 años entró como aprendiz en el taller. Combinó el trabajo con las clases de dibujo en la escuela de Artes y Oficios de San Carlos de Valencia. A los 16 se matriculó en Formación Profesional. A la edad de 20 años comienza su andadura profesional en solitario, ejerciendo como profesional, en la Real Fábrica de Joyas de Caracas.
Actualmente, su hijo, José Luis, ha aprendió el oficio (Fig. 14).
Fig. 14. José Puerto. Cáliz. Colección particular.
“Cuando se entra en el taller de José Puerto, hasta los menos entendidos en arte perciben que son protagonistas de un hecho excepcional. El pequeño taller irradia sensaciones, mezcla de olores presentidos, con la intemporalidad de un oficio desconocido. Las extrañas herramientas, los trozos de marfil de confusas formas, y las obras quietas, acabadas, activas en su perfección, como examinando al visitante que podría adoptarlos. Impacta lo armonioso de su ejecución, desde el marfil cálido y pulido como una joya, a sus marcos dorados, las telas de ricos dibujos y los herrajes de filigrana casi arabesca”[27]
ESTELLA MARCOS, Margarita. La escultura barroca de marfil en España. Escuelas europeas y coloniale. Madrid: CSIC, Instituto Diego de Velásquez, 1984.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “La talla del marfil”. Historia de las Artes Aplicadas e Industriales en España. Madrid, 1982.
3.BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
AA. VV. Esmaltes y marfiles medievales y renacentistas en España. Madrid: Afinsa, 1997.
AA. VV. Sueños de marfil: la obra de José Puerto.Burgos: Ediciones Monte Carmelo, 2004.
CANDAMO, Luís G. de. “El mito de Orfeo en la Jarra de Carlos V”, Revista de las Artes Decorativas. 13, 1975.
CAPEL MARGARITO, Manuel. “Nuevos Crucifijos de marfil, en Granada y Jaén”. Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, 24, 1993, pp. 319-333.
CAPEL MARGARITO, Manuel. “La Colección de Marfiles de la Orden Hospitalaria de Granada”. Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, 18, 1987, pp. 63-85.
CAPEL MARGARITO, Manuel. “Crucifijos de marfil en colecciones de Granada”, Antiquaria, 32, 1986, pp.44-49.
CASADO PARAMIO, José Manuel. Marfiles hispano-filipinos. Museo Oriental de Valladolid. Catalogo II. Valladolid: Caja España, 1997.
ECHEVARRÍA, Miguel Ángel. Coleccionismo de Marfiles. León: Everest, 1980.
ESTELLA MARCOS, Margarita. Marfiles de las provincias ultramarinas orientales de España y Portugal. Monterrey: Espejo de Obsidiana Ediciones, 1997.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “Cristos de Marfil”, Iconografía y arte carmelitanos. Granada: Junta de Andalucía, 1991.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “Delicadas formas en un arte milenario”. Antiqvaria, 63, 1989, pp. 52-42.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “Un Cristo de marfil inédito de Gaspar Núñez Delgado”. Archivo Español de arte, 234, 1986, pp. 192-196.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “Catalogo de Marfiles”, Platería hispano-americana. Exposición diocesana badajocense. Badajoz, 1984.
ESTELLA MARCOS, Margarita y BARRIO MOYA, José Luís. “Actividad documentada en Andalucía de dos escultores en marfil del Franco Condado y obras de otros escultores posiblemente de la misma procedencia”. Revista de Arte Sevillano, 3, 1983, pp. 17-25.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “Dos esculturas de marfil documentadas”. Miscelánea de Arte, Madrid, 1982, pp. 140-144.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “Casita del Príncipe del El Escorial: Sala de los Marfiles”. Reales Sitios, 57, 1978, pp. 57-64.
ESTELLA MARCOS, Margarita. “La “Adoración de los Reyes”, en marfil, obra de Antonio Spano, Procedente del Escorial”. Archivo Español de Arte, 202, 1978, pp. 174-178.
Читать дальше