María Laura Gambero - Salvar un corazón

Здесь есть возможность читать онлайн «María Laura Gambero - Salvar un corazón» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Salvar un corazón: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Salvar un corazón»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Es posible SANAR las heridas de un pasado todavía presente? Gimena tiene un espíritu libre y, aunque lleva consigo sus propias tristezas, lucha para que nada la detenga. Amenazas, traiciones y ecos del pasado le harán trampa en su camino al amor.
¿Podrá el perdón tender un puente hacia el futuro?

Salvar un corazón — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Salvar un corazón», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать
CAPÍTULO 2 BUENOS AIRES MAYO DE 2015 Abrió los ojos abruptamente como si una - фото 12

CAPÍTULO 2

BUENOS AIRES, MAYO DE 2015.

Abrió los ojos abruptamente como si una alarma interior lo forzase a recordar que debía ocuparse de algo importante. La habitación estaba en penumbras, pero faltaba poco para que la claridad de un nuevo día se filtrara entre los cortinados.

Miró de reojo miró a la mujer que dormía a su lado. Suspiró con desgano y estiró la mano hacia la mesa de noche donde se encontraba su celular. Verificó la hora. Eran cerca de las seis; tenía tiempo de sobra. Se dejó caer contra la almohada y clavó la vista en el cielorraso pensando en las órdenes que tenía.

A sus treinta y siete años, Mirko Milosevic cargaba sobre sus hombros unos nutridos antecedentes penales que iban desde delitos de hurto menor hasta posesión y tráfico de drogas. Tenía varias entradas y salidas de distintos penales y reformatorios que no hicieron más que curtirlo y acrecentar su fama. Así y todo, lejos estaba de sentirse orgulloso de su vida, pero no tenía tiempo para pensar en ello. Durante un tiempo, había considerado que lo mejor que podría haberle sucedido era haber muerto el mismo día que nació. Luego ese pensamiento se transformó en una convicción. Odiaba su vida. Odiaba cada maldito día vivido porque en ninguno había nada bueno para rescatar o recordar.

Pero gracias a la misión en la que se encontraba, toda esa época parecía haber quedado atrás. El futuro se mostraba prometedor. Pensando en todo lo que había transcurrido en los últimos años, su mente se trasladó a aquella mañana de 2013 en la que todo su mundo pareció dar un giro inesperado. De tanto en tanto, necesitaba apelar a esa situación para recordarse por qué estaba donde estaba, por qué hacía lo que hacía y, principalmente, cuál era el objetivo final.

En ese año, el 2013, el mes de octubre se había presentado inusualmente caluroso. El clima no era mejor en el interior de la cárcel de Batán, en la provincia de Buenos Aires. Allí se respiraba un aire enrarecido, y un movimiento extraño parecía cernirse sobre su persona.

De los cinco años que llevaba encerrado, esa última semana había sido, por mucho, la peor, y el último mes, una constante pesadilla. Antes del amanecer, luego de casi seis días encerrado en la celda de aislamiento, dos guardias del servicio penitenciario provincial fueron por él. Lo levantaron a bastonazos para conducirlo a una oscura celda en la que nunca había estado. Lo dejaron allí, sin agua ni comida, acompañado solo por la incertidumbre. Le temblaba todo el cuerpo. Pasó hambre y frío.

–Vamos, Croata –había gritado con aspereza el guardia tras abrir la puerta de la celda–. Una bella dama vino a visitarte –anunció, impaciente, dejando que el sarcasmo se filtrara–. Estás teniendo muchas visitas últimamente –agregó con cierto desdén y tono amenazador–. No estarás contando cosas que no deberías contar, ¿no, Croata?

Con cierta dificultad, Mirko se puso de pie y, renuente, miró al guardia. Le sostuvo la mirada, consciente de que lo contemplaba con ganas de asestarle un golpe. Toda la escena lo llevó a pensar en los hombres de la Fiscalía Federal que, tiempo atrás, ya no recordaba cuando, se habían presentado de imprevisto para entrevistarlo. Le mostraron fotografías esperando que reconociera algún rostro. La respuesta de Milosevic fue contundente: no tenía idea de quiénes eran. Pero lo cierto era que conocía a cada uno de los fotografiados y podía apostar a que los de la Fiscalía lo sabían.

La misma situación tuvo lugar unas semanas más tarde. A esas alturas, Mirko se sentía por demás intranquilo. Sin embargo, lo más preocupante no era saber que no le creían ni una palabra, sino entender qué pretendían con sus visitas.

–Apresúrate, que debes ponerte presentable –ladró el guardia dándole un empujón.

Le permitieron asearse, cambiar sus ropas y ponerse en condiciones para la entrevista. Media hora más tarde lo condujeron por un pasillo que atravesaba el penal.

Un grupo de hombres dedicados a ejercitarse lo observaron alejarse e intercambiaron miradas recelosas. Los ignoró y, con desgano, pasó junto al guardia, quien de un empujón lo instó a apresurarse. Por sobre su hombro, Mirko lo miró con actitud altiva y sonrió con un dejo de soberbia. Se había ganado la reputación de duro e incisivo a base de soportar golpes y asestar con precisión. Nadie dudaba de su rudeza y eso era lo único que lo mantenía con vida.

–Cuidado, Croata, que un día de estos se te puede acabar la suerte –amenazó finalmente el guardia antes de volver a empujarlo–. Camina y mira para delante. Ya te vas a sosegar.

Preguntándose de qué se trataría en esa oportunidad, se dejó guiar por el largo pasillo que comunicaba con otro pabellón. Le llamó la atención que no lo condujeran a través del patio interno, que era el camino directo hacia las salas de visitas. En cambio, se sumergieron en un corredor que él nunca había transitado. Eso lo puso alerta, pero no dijo nada. Al cabo de unos metros, el guardia lo obligó a detenerse frente a una puerta.

Una vez que les habilitaron la entrada, ingresaron a una sala cerrada y sin ventanas. Solo se veía un escritorio, detrás del cual una mujer, escoltada por un uniformado fuertemente armado, leía unos papeles.

–Por favor, póngase cómodo que hoy tenemos mucho de que hablar –dijo sin levantar la vista de la carpeta que tenía frente a ella.

El guardia lo acercó al escritorio de un empujón y se apresuró a esposarlo a la mesa.

–No hace falta –sentenció la mujer.

El oficial la observó ceñudo para luego mirar a Mirko, quien le dedicó una sonrisa displicente. Maldiciendo, el penitenciario lo liberó y se retiró sin emitir palabra.

Con algo de desconfianza, Mirko la observó con todos los sentidos atentos a cada movimiento o palabra que de ella proviniese. No tenía idea de quién era; nunca la había visto. Su mente procuraba repasar cada una de las conversaciones mantenidas con los distintos agentes que se habían acercado a interrogarlo durante los últimos seis meses. La abstinencia le jugaba en contra, llevaba días sin consumir y no lograba concentrarse; se sentía confundido y desorientado.

La mujer estaba elegantemente vestida con un traje color petróleo e inmaculada blusa blanca de pronunciado escote. Llevaba el cabello oscuro recogido en una coleta y unos lentes de marco negro y cuadrado que le concedían un aspecto severo. Enfrentándolo con firmeza, se presentó como la fiscal Claudia Garrido y, según sus palabras, actuaba como enlace entre la Fiscalía Federal y la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico. Pero más allá de la dureza que su cargo le confería, era bonita, de rasgos femeninos y labios por demás sensuales.

–¿Cómo se encuentra esta mañana? –preguntó más por romper el hielo que por verdadero interés.

–He tenido días mejores –fue la rápida y seca respuesta de Mirko.

La mujer se irguió y, cruzándose de brazos, lo observó con determinación. Endureció el gesto al notar el hematoma que bordeaba el ojo izquierdo.

–¿Qué le sucedió en el rostro? –quiso saber.

–Me tropecé –respondió, tajante.

Garrido lo estudió comprobando que era tan filoso y áspero como le habían informado; respondía con rapidez, sin bajar la guardia, en actitud agazapada. El que tenía enfrente era un hombre curtido por la vida, peligroso, difícil de abordar. Por todo lo que había averiguado sobre él, que era mucho a esas alturas, podría asegurar que era una persona que había recibido muchos golpes. Pero eso no la ablandaría, necesitaba ser dueña de la operación.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Salvar un corazón»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Salvar un corazón» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Marion Brenner - Laura Wolkenstein
Marion Brenner
María Laura Ceirano - El mar en tus ojos
María Laura Ceirano
María Laura Méndez - Procesos de subjetivación
María Laura Méndez
María Laura Ligotti - Eco de amores en pena
María Laura Ligotti
María Laura Fernández Pinola - La crisis del desarrollo
María Laura Fernández Pinola
Anna Maria Sigmund - Tatort Genfer See
Anna Maria Sigmund
Laura Raquel Valladares de la Cruz - Activismo, diversidad y género
Laura Raquel Valladares de la Cruz
María Elena Muñoz M. - (A)Cerca de Paisajes
María Elena Muñoz M.
Отзывы о книге «Salvar un corazón»

Обсуждение, отзывы о книге «Salvar un corazón» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x