35Se trata de la distribución de ley de potencia, relacionada con los cambios pequeños, independientes de la escala y presente en fenómenos amplios, como una ciudad.
36En Niño (2016) observamos cómo la política jugará un papel importante en los diversos horizontes que se generan por procesos de síntesis en la vida interconectada de las ciudades.
37Ambos son proyectos analizados y descritos por Alberto Estévez (2005).
EMERGENCIA DE LA ARQUITECTURA VIRTUAL
Raúl Niño Bernal
Este capítulo, resultado de una investigación 1, propone un conjunto de escenarios plausibles para la arquitectura virtual en cuanto a sus campos de conocimiento, ampliados de manera significativa por las tecnologías, principalmente computacionales y tecnológicas. En tal sentido, el escrito destaca, en primera instancia, la exploración de las relaciones a partir de la emergencia con lo virtual y sus dimensiones espontáneas entre ecosistemas, tecnologías digitales y procesos computacionales de diversa índole, los cuales son experimentados por grupos sociales, organizaciones, centros de investigación, universidades e instituciones académicas, entre otros. Con ellos, se advierte un proceso parcial en la consideración de variables, patrones o lecturas del contexto macroscópico para involucrar las relaciones entre los ámbitos de creación, las percepciones multiescalares de los ecosistemas biológicos y de otros sistemas de habitabilidad.
Con base en lo anterior, se acude al campo procesual de lo virtual de la arquitectura para simular los posibles episodios de emergencia relacionada con la habitabilidad. Esto implica que el tema de la emergencia de la arquitectura virtual es, en sí, un aspecto de una metodología abierta, relacionada con heurísticas computacionales, que sirve para indagar acerca de los conjuntos sociales y sus sistemas de habitabilidad. Se indaga por la arquitectura virtual como un paso para comprender la arquitectura edificada y la arquitectura informal. El espectro de relación de estas tres arquitecturas permite hacer lecturas en conjunto sobre las posibilidades que tienen las aglomeraciones urbanas; sin embargo, sobre todo se trata de explorar las relaciones de comunicación entre estas y sus posibles interacciones.
La arquitectura virtual es una posibilidad tecnológica a partir de la cual se pueden crear variables y consideraciones, las cuales incluso se pueden espacializar, constituyendo un conjunto de significados para comprender el contexto social, diverso y amorfo. De este modo en el campo de conocimientos que se obtienen en conjunto, tanto de una aglomeración social, como de sus aproximaciones digitales, se observan las nociones de emergencia y arquitectura virtual a partir de ámbitos cognitivos. A partir de aquellos es posible interrelacionar múltiples ecosistemas, entre los cuales se encuentran los artificiales constituidos por el conjunto maquínico de dispositivos, que a nivel individual se usan o se tienen en un proceso habitable. Estos también se integran con aquellos sistemas complejos, cuya interactividad permite hacer más comprensibles los diferentes aspectos conceptuales, digitales y epistemológicos de la habitabilidad.
Conviene integrar a esta reflexión los aspectos innovadores de la materia, pues corresponden a las transiciones que han devenido en la tierra (las relaciones electrofisiológicas de las plantas, la bioquímica del suelo y el subsuelo, la vida en silicio, entre otros) y en los colectivos humanos de los conjuntos urbanos. Estos son ampliamente sociales, principalmente por las dimensiones simbólicas y por la diversidad de ámbitos productivos, creativos, de coexistencia, de energía o de diseño en los que se advierte un proceso distinto desde la materia.
Se puede hallar un puente de conexión a partir de las relaciones que advierten discontinuidad, innovación y radicalidad, pues son características primordiales en la emergencia. Todas estas maneras innovadoras de organizar la materia y la energía, de producir formas únicas de influencia sobre los sucesos del mundo, surgieron a partir de formas de organización anteriores que carecían por completo de tales propiedades. La física y la química continuaron como antes, pero el momento y lugar en que ocurrió cada una esas transiciones fueron sucedidos por cambios radicales y sin precedentes en las posibilidades de organización de materiales y sucesos. Estas transiciones capitales en la organización de las cosas suelen describirse como emergentes, porque tienen la apariencia de novedad espontánea, como si metieran las narices en nuestro mundo. saliendo de una cueva de no-existencia. Y, si bien puede que no surjan de la nada, tienen la cualidad de discontinuidad sin precedentes, un aspecto casi mágico, como un conejo sacado de un sombrero que se encontraba aparentemente vacío. Tal como suele emplearse el término, hay una estrecha afinidad entre el concepto de emergencia y las ideas de novedad e innovación, así como una implicación de menoscabo de la predictibilidad (Deacon, 2013, p. 158).
Tal como se puede advertir en la apreciación anterior, los aspectos centrales de la organización de la materia provienen de los campos de la indeterminación, lo cual conduce a los procesos posteriores de autoorganización, en donde lo espontáneo de la emergencia resulta ampliamente significativo para hacer comprender algo que siempre está oculto o desconocido para quienes somos observadores. Se trata de un proceso radical, que emerge con las dimensiones actuales de cambios y convergencias respecto a la vida y a sus ampliaciones hacia lo computacional. Es la vida hecha de silicio, que tiene una implicación directa en el tema de dispositivos y ordenadores, pues constituye en esencia la materia prima de su elaboración. Se podría afirmar que los procesos industriales aplicados a los dispositivos han hecho que el silicio no se entienda como un elemento biológico, cuando en realidad lo es. Por lo tanto, se requieren explicaciones de la naturaleza de este material: el silicio en una época signada por lo virtual y lo digital. Además, una explicación de la gran influencia en el mundo este material en los últimos años.
Interrelaciones desde la emergencia
El proceso biológico del silicio y de otros materiales ha servido para hacer elementos utilitarios y de confort, y juega un papel fundamental en el bienestar social de la humanidad. Sin embargo, no se ha tenido en cuenta la finitud de recursos extraídos de los ecosistemas naturales, tales como la apertura de socavones para la extracción de la arcilla con fines industriales y artesanales, por mencionar solo un ejemplo. De esta forma entendemos que el silicio tiene un origen biológico y geológico y que ha formado parte de la evolución de los materiales, cuyo soporte sirve para la información y para la digitalización de un sinnúmero de procesos, que actualmente en el mundo hertziano cumplen un papel significativo.
En las últimas décadas se abre un nuevo espectro de comprensión sobre la materialidad de dispositivos y objetos que nos rodean cotidianamente, destinados al procesamiento de la información acumulada en discos duros: nos encontramos entre bits y un sinfín de transistores, circuitos integrados y estructuras materiales miniaturizadas, cuyos procesos se asemejan a los que ocurren a nivel orgánico entre células y cromosomas. Hoy en día, con los biochips, dispositivos de tamaño diminuto, se produce una compatibilidad genética, mediante cristales y otros materiales relacionados con metales o con el silicio en diferentes formas. Esta interacción se presenta también en el conjunto de medios ampliados en diversos dispositivos para las actividades bioinformáticas, cada vez más miniaturizadas en software de análisis de secuencias y estructura de proteínas. Gracias a lo anterior, las arquitecturas virtuales permiten crear múltiples modelaciones y simulaciones a partir de patrones y datos.
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