Por su parte, Zemelman (1992) expresa que los sujetos y los movimientos sociales ponen de manifiesto la historia construida en relación con los referentes de poder de dominación y tienen la posibilidad de convertirse en agentes de transformación en sus contextos. Asimismo, Touraine (1997) expresa: “el sujeto no es otra cosa que la resistencia, la voluntad y la felicidad del individuo que defiende y afirma su individualidad en contra de las leyes del mercado y las de la comunidad” (p. 86).
La individuación no involucra que el sujeto no sea consciente de su comunidad o su contexto, por el contrario, las acciones que se concentran en los movimientos u organizaciones sociales le permiten al individuo identificarse con la colectividad y generar acciones que la benefician; de tal manera que la postura del sujeto político es reflexiva de “sí mismo” como parte del colectivo. Las construcciones teóricas de estos autores sobre el sujeto fueron herramientas para comprender las apuestas políticas de los estudiantes universitarios y cómo se constituyen su reflexividad, sus convicciones y su criticidad.
En el contexto de la investigación se definió la categoría de jóvenes conectada con la participación política, desde la condición de la juventud como una etapa de la vida y una categoría que deviene de una construcción social, histórica y cultural. Así, lo “joven” también se refiere a las pasiones, al carácter, a la personalidad, a la manera en que se resiste al orden y a lo que establece el sistema como condicionante, a la configuración de subjetividades que dependen de la cultura, los rituales y los comportamientos propios de los jóvenes. En suma, para esta investigación la juventud se comprendió, de acuerdo con Negri, a modo de “un actor social, una multiplicidad que actúa. La multitud no es como el pueblo, una unidad, sino, opuesto a las masas y a la plebe, podemos verla como algo organizado” (Martínez, 2013, p. 108).
Algunas perspectivas teóricas usadas para comprender las acciones de los jóvenes-estudiantes universitarios en el contexto actual que caracteriza la globalización, y como crítica a la modernidad, las definen Alvarado et al . (2012), quienes aportan dos reflexiones:
1. La desobediencia a lo instituido y normalizado: se basa en el cuestionamiento y resistencia hacia el orden establecido, lo cual propicia que los jóvenes planteen otras formas de acción y de transformación social.
2. La constitución de significados desde las colectividades: la colectividad es el escenario de las construcciones reivindicativas con los otros, que reflejan propósitos e ideales elaborados en conjunto.
La constitución ético-política de los jóvenes posibilita entender la reflexividad que hacen como sujetos partícipes de la colectividad, las maneras en que actúan en el movimiento y cómo generan relatos sobre sus experiencias. Para ellos, la subjetividad política es una alternativa que le pone resistencia al adultocentrismo, el cual dispone de las formas de disciplinarlos para que obedezcan a un orden productivo, al engranaje del sistema político, económico y cultural.
No obstante, en el contexto de la constitución de subjetividades, la socialización política también se basa en las realidades creadas a lo largo de la historia en la sociedad y que los sujetos interiorizan en cada etapa de la vida, en su relación con los otros; así, adquieren una serie de roles, de valores, de verdades que justifican la realidad construida y que se validan en lo social (Berger, 1999). Con base en esto, se comprende que el sujeto político emerge de un contexto temporal y espacial que configura un determinado grupo social en las relaciones de poder/saber que sustentan unos supuestos de verdad. Mirar al sujeto en todas sus dimensiones conlleva que este se posicione de manera crítica sobre “sí mismo” y la sociedad, que se reconozca como parte de un colectivo y de su historicidad en un contexto dado. Por esto, la investigación buscó identificar si los sujetos , los jóvenes estudiantes, tienen posibilidades de crear sus propias acciones, asumir roles, alcanzar capacidad de resistencia y transformar o configurar su propia subjetividad.
En línea con lo planteado, el objetivo general de esta investigación fue comprender cómo los jóvenes se vinculan y participan en experiencias de acción política que logran instituir dinámicas alternativas de construcción de país-ciudadanía, a partir de los acontecimientos sociohistóricos y políticos significativos en la actualidad.
Los objetivos específicos que permitieron alcanzar ese objetivo general contemplaron explorar, desde el campo de los lenguajes, las formas de enunciación del mundo que asumen los jóvenes universitarios lasallistas involucrados en experiencias de acción política alternativas 3; indagar sobre cuáles acontecimientos históricos, sociales y políticos recuerdan como detonantes de acciones políticas alternativas y, por ende, saber por qué los conciben a modo de una parte fundante de la configuración de país-ciudadanía; comprender en qué condiciones se realizaron las experiencias alternativas de los jóvenes. Sobre esto, los investigadores se hicieron diversas preguntas, por ejemplo: ¿de qué manera acontecieron las experiencias?, ¿cómo se vincularon los jóvenes universitarios lasallistas a estas?, ¿qué saberes circularon?, ¿cómo conformaron minorías disidentes frente a los acontecimientos políticos?, ¿cómo enfrentaron la naturalización de esquemas de violencias sociales e injusticias incorporados en los discursos y prácticas?, ¿cómo instituyeron nuevas maneras de construir lo público? Además, entre los objetivos, se necesitó visibilizar de qué modo la formación brindada en la Universidad de La Salle contribuye a las prácticas políticas de los jóvenes.
Para alcanzar esos propósitos, la investigación se orientó con un enfoque cualitativo, fundamentado, desde lo epistemológico, en la hermenéutica y, desde lo metodológico, en un proceso sistemático de carácter inductivo; aunque en un principio se tomaron las categorías de juventud, política, ciudadanía. La operacionalización del proceso metodológico para la recolección de la información se llevó a cabo en tres momentos:
1. Identificación de las experiencias de acción política —individuales o colectivas— con participación de jóvenes. Esto se hizo mediante un rastreo de experiencias, como la convocatoria para escribir relatos autobiográficos, que dieran cuenta de la pluralidad de procesos de acción política en la Universidad de La Salle.
2. Caracterización de los acontecimientos sociohistóricos locales, nacionales y globales frente a los cuales los jóvenes instauran su acción política. Fue central el trabajo con los jóvenes investigadores del Semillero Interdisciplinar Agentes de Cambio (SIAC), quienes tuvieron una activa participación tanto en la lectura e interpretación de seiscientos relatos autobiográficos de estudiantes lasallistas como en un taller de análisis sociohistórico de los acontecimientos identificados.
3. Caracterización de las formas de acción política frente a los acontecimientos políticos. Se privilegió el análisis inductivo de los seiscientos relatos recolectados; es decir, se desplegó la capacidad de hacer análisis para nombrar y visibilizar lo que en el plano político o ciudadano de los jóvenes parecía oculto o naturalizado.
El proceso de compilación y análisis se realizó en sesiones de conversación grupal caracterizadas por la horizontalidad, la escucha, la retroalimentación y el desdibujamiento temporal de las posiciones de adulto y joven (Milstein, 2006; Pachón, 2009), dado que el equipo de investigación lo constituyeron docentes y estudiantes de la Universidad de La Salle. Así, tomó relevancia la argumentación de los jóvenes investigadores, quienes articularon sus experiencias, saberes y conceptos, por lo tanto, exigieron el reconocimiento de sus narrativas y conocimientos (Burman, 1996; Fernando, 2001; Llobet, 2012).
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