Luego de presentar a Scottie Pippen y a Dennis Rodman, el club presenta a Phil Jackson, haciendo hincapié en que el equipo fue liderado por alguien único, y es así. Si bien la serie minimiza un poco su importancia (aunque aparece en todos los capítulos), la primera frase que dice Phil Jackson es “creamos una imagen de la cual la gente quería formar parte”. Muy interesante esta frase; creamos, construimos una imagen con la que la gente se pueda identificar y se sienta parte y eso también lo podríamos llamar “mística” alrededor del equipo de Chicago Bulls. Para complementar esta frase, Jackson dice: “A eso debes aspirar”.
La diferencia entre líder y jefe: ¿por qué sobran los jefes y faltan los líderes? En mi libro Formando al líder de un equipo (2016) planteamos este punto y desarrollamos por qué es mucho más fácil ser jefe (dirigir, ordenar, mandar) que ser líder (guiar, acompañar, apoyar, inspirar).
Mientras la serie muestra un gran abrazo entre Phil Jackson y Michael Jordan en el festejo de la obtención del quinto anillo en 1997, el periodista se pregunta “¿cómo lidiarán con el envejecimiento?”, y previamente el propietario de Chicago se preguntaba “¿cómo mantener el equipo unido? ¿Es el momento de reconstruir?”; y ahí yo agrego: ¿por qué forzar el final? ¿Por qué no esperar que decante solo? ¿Les hicieron un favor en lo motivacional en esta última temporada? Son preguntas que surgen a partir de la mirada psicológica.
Jordan dice que escuchaba una y otra vez lo de acabar con el equipo y se enojaba, no dejaba de preguntarse por qué acabar si estaban ganando, y Scottie Pippen afirma: “Sentíamos que éramos el mejor equipo de la historia”.Entonces, ¿por qué forzar el final?, si todo equipo tiene una constitución, un conflicto, una normalización, una ejecución y una desintegración (Weinberg y Gould, 2004). “¿Por qué forzar este último momento de disolución?” es LA pregunta.
La incógnita que se desprende es: ¿volverán a conseguirlo?De eso trata el episodio uno y es el gran interrogante, porque sabemos que existe “el veneno del éxito” (en sus libros, Phil lo cita todo el tiempo), pero también sabemos que este equipo nunca se conformó, y por ello fue logrando todo lo que alcanzó a partir de dos líderes intachables dentro y fuera de la cancha. Es visible cómo estos dos líderes (PJ y MJ) tenían una gran mancomunión entre ellos.
Gran frase de Michael Jordan cuando es interrogado por los periodistas luego de obtener el quinto anillo: “Tenemos el derecho de defender lo que ganamos hasta que lo perdamos”.Luego agrega: “Si perdemos pueden decir ‘cambiemos, vamos a reconstruir’, nadie garantiza que la reconstrucción sea por dos, tres o cuatro años”. Mensaje muy claro para Jerry Krause, quien era el gerente general de los Bulls. Si quieres la perspectiva de negocios, ten respeto por la gente que ha hecho el trabajo previo, y así seguirá siendo una organización rentable.
Jordan manifiesta que le pareció injusto que se hable de reconstrucción y se genere incertidumbre desde quienes no se ponen el uniforme ni salen a competir. Su mentalidad apuntaba a focalizarse en el trabajo y la competencia, dejando de lado lo comercial. En su libro Mi filosofía del triunfo (1995), Jordan subraya “el paso a paso”, y que no conoce otra manera de conseguir las cosas.
Claramente, Jordan enfocaba a Jerry Krause. Respecto a dicha rivalidad ostensible a lo largo de todos los capítulos, podemos preguntarnos si no fue un poco “fogoneada” por Michael para lograr automotivarse aún más, como veremos a lo largo de la serie con otros estímulos externos. Desde la óptica de que lo más importante son los jugadores, MJ tomó las declaraciones de Krause como una falta de respeto, exponiendo una rivalidad creciente. Phil cuenta que al gerente lo dejaron fuera del círculo de intimidad cerrado del equipo.
Jerry Krause se ofreció en ese cargo y el dueño de los Bulls lo contrató para construir un equipo, y vaya si lo consiguió. Sin embargo, en la serie queda de manifiesto que, sin el talento y el liderazgo de Michael Jordan, no lo hubiera conseguido. Jerry decía que los equipos no ganan campeonatos, sino las organizaciones, quitándole mérito a los jugadores y brindándoselo a la estructura. ¿Cuál es la verdad? La verdad es la que dice Jerry Krause (la cuestión es la forma y los momentos); de hecho, Jordan (aun siendo un fuera de serie y disputándole a Muhammad Ali el lugar del mejor deportista de la historia) no podría haber ganado solo. En sus primeras temporadas, aun logrando números individuales asombrosos, no alcanzó las finales, y para ello necesitó a sus compañeros y necesitó a Rodman, Pipen, Kerr, Phil Jackson e incluso a Jerry Krause. Son las tres patas: jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.
Quiso mover la pieza de Phil Jackson como mensaje indirecto a Jordan y este aclaró que, sin el entrenador, él se iba. En palabras de Michael: “Phil debe ser el entrenador y no deberían obligarme a mí a jugar para otro entrenador que no sea Phil Jackson. Aunque sea una lástima y tenga opciones, no elegiré jugar para ningún otro entrenador”.Jerry Krause también tuvo tensiones con PJ sin posibilidad de reconciliación ni de retorno. Y, de hecho, fue al único al que no invitó al casamiento de su hija. Pero Phil resistió y lo explica en su libro Once anillos , más precisamente en el capítulo 13, no por casualidad llamado “El último baile” (2013): “No permitiré que mis sentimientos personales se interpongan en la consecución de nuestro objetivo como equipo”.
Si bien Jerry Krause fue quien contrató a los integrantes del equipo, la relación era de amor y odio. Esto es interesante para pensar qué pasa cuando la figura de un entrenador crece tanto y es respaldada, además, por el mejor jugador. Luego de veinticinco años trabajando en el alto rendimiento me pregunto: ¿por qué, donde hay tanto dinero, los egos y las miserias son tan grandes?
Krause no tuvo más remedio que aceptar que PJ se quedara un año más porque lo aceptó el dueño, pero se encargó de aclarar que iba a ser el último año, aunque ganasen los 82 partidos seguidos de la temporada; así podían mirar al futuro. Un futuro que nunca llegó, ciertamente.
Aparece su madre, expresando que querían que Michael no solo creciera en el básquet sino también en su educación. En el primer capítulo de su libro, Jordan dice que varios le dijeron que iba a ser muy exigente estudiar y aprobar en esa universidad, y además jugar. Y él escribe algo brillante: “La gente tenía otros planes para mí, pero yo tenía los míos”.Deloris Jordan, madre de MJ, dice, no solo en el primer episodio sino a lo largo de toda la serie, que para ella lo primordial era la educación. James Jordan, padre de Michael, pensaba exactamente igual. Un entrenador de la universidad dice que los padres de Michael hicieron un gran trabajo con él, y que era un chico sumamente educado. Nos detendremos allí en el siguiente capítulo.
El primer año no era muy competitivo, pero ponía de manifiesto sus ganas de mejorar todo el tiempo, y un día dijo que quería ser el mejor de la historia.Su entrenador le replicó que para ello tenía que trabajar mucho, a lo cual Michael respondió: “Nunca nadie trabajará tan duro como yo”.Aquí podemos ver la claridad de los objetivos que tenía Michael desde sus inicios en el básquet universitario. Quería aprender, quería crecer rápido, absorbía información partido tras partido, era un talento en bruto, verlo era muy explosivo. El diamante antes que luz fue carbón, dicen los que saben.
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