1962: Tiene lugar el Primer Encuentro Nacional de la American Association for Humanistic Psychology.
James Bugental redacta el primer manifiesto del movimiento humanista.
1964: En noviembre se celebra la Old Saybrok Conference, que tiene un carácter de autorreflexión y que servirá como punto de referencia a la hora de definir las bases del movimiento y de exponerlas al exterior. Participan en ella, junto con los que ya pertenecían al movimiento, autores como George Kelly, Murphy, Allport y Murray.
1965: Aparece una obra colectiva dirigida por Frank T. Severin: Puntos de vista humanistas de la Psicología
1967: Editada por James F.T. Bugental se publica la obra colectiva Challenges of Humanistic Psychology. De los autores de los capítulos señalaré aquí, aparte de Bugental, a Bertalanffy, Ch. Bühler, Koestler, Maslow, Moustakas, Rogers, Sargent y Severin.
1968: La APA (American Psychological Association) elige como presidente a Abraham Maslow.
1970: La APA acepta como miembro a la American Association for Humanistic Psychology. Esta asociación adquiere carácter internacional y se convierte entonces en Association for Humanistic Psychology.
Se celebra la Primera Conferencia Internacional, en la Haya.
1977: A partir de este año se organizan con regularidad Congresos Europeos de Psicología Humanista.
1980: Nacen las primeras Asociaciones de Psicología Humanista en nuestro país.
1981: Son aprobados oficialmente los Estatutos de la Asociación de Psicología Humanista en Cataluña. Fui elegido presidente.
En noviembre, tiene lugar en Barcelona el Primer Congreso Nacional de Psicología Humanista. Me confiaron la ponencia primera: El movimiento de la P.H. y su relación con la Psicología Científica.
Aparece el primer número de la Revista de Psiquiatría y Psicología Humanista.
1982: En la Facultad de Psicología de la Universitat Central de Barcelona se celebran las Primeres Jornades Universitàries de Psicologia Humanista. Participaron, entre dos turnos de mañana y tarde, cerca de 600 alumnos, siendo en días lectivos.
En el Congreso Europeo de Psicología Humanista celebrado en París presentamos las primeras aportaciones teóricas y prácticas desde nuestro país.
1983: Tiene lugar en Bilbao el Segundo Congreso Nacional de Psicología Humanista.
1988: Se celebra, en Barcelona, el IX Congreso Europeo de la European Associtaion for Humanistic Psychology.
1998: Tercer Congreso Nacional de Psicología Humanista, en la Universitat Ramon Llull de Barcelona, promovido por el Instituto Erich Fromm de Psicología Humanista y el Instituto Gestalt (ambos de Barcelona), con la colaboración de dos profesores de dicha Universidad, seguidores de Carl Rogers y Víktor Frankl.
2007: Aprobación por la FEAP (Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas) de la propuesta de una Sección de Psicoterapias Humanistas, integrada por cuatro asociaciones vinculadas a la FEAP, a saber (por orden alfabético): Asociación de Psicoterapia Gestalt, Asociación de Psicoterapia Humanista Integrativa, Asociación de Psicoterapia Integradora Humanista, y Asociación Laureano Cuesta.
Ante el hecho de las actitudes de desinterés, o recelo, o incluso descalificación respecto a la Psicología Humanista, que han predominado lamentablemente en las Facultades de Psicología españolas, merece la pena subrayar algunos de los datos citados, en especial:
a) Que en 1968, sólo seis años después de la creación de la American Association for Humanistic Psychology –acontecimiento que podemos considerar como fundación de la Psicología Humanista– fuese elegido como presidente de la APA (American Psychlogical Association) Abraham Maslow, el que fue el líder principal del Movimiento. Pocos años después ocuparon otros dos psicólogos humanistas la presidencia de la APA, a saber: Carl Rogers y Gordon Allport y James Bugental de la Asociación de Psicología del Estado de California.
b) Que ya en 1970 la APA reconociese como miembro suyo la Association for Humanistic Psychology.
1.5. ¿Por qué se utiliza la palabra “Movimiento” al referirse a la Psicología Humanista?
La Psicología Humanista surgió no como una nueva teoría o modelo psicoterapéutico alternativo, ni tan siquiera como un nuevo paradigma, sobre lo cual informé con detenimiento en otro lugar (Rosal, 1982), sino como un movimiento social interdisciplinar, aunque predominantemente psicológico. Si bien eran principalmente psicólogos, psiquiatras y representantes de variadas modalidades de terapia los que afluían a los congresos, no faltaban –en un porcentaje que podía alcanzar a la mitad de los participantes– pedagogos, educadores, trabajadores sociales, enfermeros y otros diversos profesionales de la relación de ayuda. Pero también acudían filósofos, antropólogos culturales, maestros espirituales de la India, biólogos, fisiólogos, físicos, artistas, y cualesquiera entre los interesados no sólo en la salud mental, sino también en humanizar la vida individual y social y la manera de enfocar el trabajo científico.
De las diversas definiciones que se han propuesto sobre la Psicología Humanista, recojo aquí dos a las que ya me referí en otro lugar (Rosal & Gimeno-Bayón, 2013), fuente de la cual he tenido presentes en este artículo los capítulos 1, 2, 7, 9 y 10.
Misiak y Sexton (1973), en el que considero el mejor estudio sobre las raíces históricas de la Psicología Humanista –Phenomenological existential and humanistic psychologies–, propusieron la definición siguiente:
La psicología humanística es un acercamiento polifacético a la experiencia y conducta humana que centra su atención en la singularidad del hombre y en su autorrealización.
Por otra parte, en ocasión de su fundación, la American Association of Humanistic Psychology, propuso la definición siguiente, respecto a la cual hay que tener en cuenta que en aquellos años cincuenta sólo se podía diferenciar respecto a los conductistas y los psicoanalistas, ya que la corriente psicoterapéutica cognitiva se encontraba sólo en sus tanteos iniciales.
La psicología humanista puede definirse como la tercera rama fundamental del campo general de la psicología (las dos ya existentes son la psicoanalítica y la conductista) y como tal trata en primer término de las capacidades y potenciales humanos que no tiene lugar sistemático ni en la teoría positivista ni en la conductista, o en la teoría clásica del psicoanálisis; por ejemplo, creatividad, amor, sí mismo, crecimiento, organismo, necesidad básica de gratificación, autoactualización, valores superiores, ser, devenir, espontaneidad, juego, humor, afecto, naturalidad, calor, trascendencia del ego, objetividad, autonomía, responsabilidad, salud psicológica y conceptos relacionados con ellos. Esta aproximación se puede caracterizar también por los escritos de Goldstein, Fromm, Horney, Rogers, Maslow, Allport, Angyal, Bühler, Moustakas, etcétera, al igual que por ciertos aspectos de los escritos de Jung, Adler y los psicólogos psicoanalistas del ego, y psicólogos existencialistas y fenomenológicos (Cit. en Quittman, 1989, pp. 28s).
2. Contenidos esenciales de las psicoterapias humanistas
2.1 Decidida actitud de acogida del pluralismo de metodologías psicoterapéuticas
Aunque, como he indicado, el Movimiento de la Psicología Humanista estaba integrado por personas implicadas en variadas ciencias humanas e incluso artistas, hay que reconocer que la mayoría la constituían los psicólogos implicados en la psicoterapia, como también psiquiatras.
La decidida actitud de apertura a la experiencia característica de sus iniciadores dio lugar a que en sus Congresos se prescindiese de lo acostumbrado por parte de los de psicoanalistas y conductistas, en los cuales era casi imposible que fuera aceptada una propuesta de ponencia, comunicación, mesa redonda, etc., cuyo contenido no estuviese claramente enmarcado en uno de esos dos paradigmas psicológicos.
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