Si bien es cierto que el impulso inicial surgió de necesidades asociadas a nuestra condición de docentes y a ideas sobre cómo reconceptualizar además de la investigación, la enseñanza de la «historia de la lengua», también lo es que pronto vimos (o creímos ver) un interés social más amplio en la reflexión crítica sobre la lengua y su historia. De ahí que el proyecto, amén de su posible relación complementaria con otros libros anclados en el campo universitario, adquiriera un sentido propio y se impregnara de nuestro deseo de llegar a un público lector mayor. Este libro serviría, nos propusimos, como punto de partida para que el público interesado, especialista o no, tuviera acceso directo a manifestaciones metalingüísticas con las que la historia política del idioma había ido quedando registrada en el archivo histórico. Pondríamos entonces nuestra capacidad organizativa al servicio de la lengua misma para que, a través de algunos de los textos en que se materializa, nos ofreciera uno de entre los infinitos autorretratos que podría dibujar o, mejor, relatar. Con el fin de contribuir a armar itinerarios de navegación por el libro, y para fortalecer la antología como recurso pedagógico, desde el principio quisimos que cada fuente primaria fuera acompañada por un breve comentario escrito por una especialista que la contextualizara sugiriendo además líneas de reflexión respecto de su importancia para la historia política de la lengua.
La selección final nos complace enormemente, pero a la vez nos deja múltiples insatisfacciones. ¡Qué difícil es liberarse del afán representativo! ¡Qué fuerte el deseo de que el objeto creado responda a una verdad ajena a sí mismo! La pulsión por incluir «todo» lo relevante es además tan fuerte como la imposibilidad inscripta en esa palabra: «todo». Se podrá juzgar el libro (como nos sentimos tentadas y tentados a hacer) por las ausencias. Y tal juicio será eterno y, por lo mismo, nunca final. Preferimos por ello concentrar nuestra valoración del trabajo en los textos incluidos. Estos han sido dispuestos de acuerdo con el bastante arbitrario y útil criterio de la cronología sobre la base de su fecha de producción, sin que intervengan factores tales como su ubicación geográfica o el género textual al cual pueda ser atribuido. Esperamos que las lectoras y los lectores se dejen impactar por el «efecto rayuela» y que se animen a organizar trayectorias de lectura de acuerdo con sus propios intereses e intuiciones.
Finalmente, ojalá pudiéramos declarar que el resultado del trabajo que tienen en sus manos (o en la pantalla de su computadora) es el producto directo de nuestra meticulosa planificación, de la reflexión cuidadosa sobre qué textos y qué autores y autoras incluir, sobre qué especialistas invitar a escribir los comentarios y sobre la estructura y orientación de estos. Tal planificación se dio, por supuesto, en alguna que otra reunión presencial, aprovechando congresos profesionales, y, sobre todo, en múltiples sesiones de trabajo a distancia facilitadas por las tecnologías digitales de telecomunicación (nótese que el equipo editor tiene sus residencias principales respectivas en Buenos Aires, Montevideo, Nueva York y Santiago de Chile). Por supuesto, todo plan ambicioso que se precie de serlo debe partir del reconocimiento de su imposibilidad, de la inexorable aparición de lo inesperado. Y así fue en nuestro caso. Dimos nuestros traspiés, pero entre lo que pudimos salvar del plan original y la capacidad de reacción y reinvención que logramos alcanzar como equipo, llegamos a este volumen que tenemos la osadía de poner, así como quedó, ante un público lector de gentes dispuestas a entregar la energía de su inteligencia y su curiosidad a la historia política del español.
1En lo sucesivo, cuando usemos «hablar» nos estaremos refiriendo a la interacción verbal en general, al margen del canal —oral, escrito o señado— por el que se produzca.
2Para adentrase en el concepto de «metalenguaje», se puede consultar el libro de Jaworski, Coupland y Galasinski. Y sobre la «indicialidad», el artículo de William F. Hanks o, yendo a la fuente original, el clásico de Charles Peirce.
3Este planteamiento es deudor de la visión del lenguaje hallada en la obra de Mijaíl Bajtín y de Valentín Voloshinov.
4Tal enfoque puede ser asumido desde múltiples campos o disciplinas académicas, y quienes coordinamos el presente proyecto lo hacemos desde la lingüística, donde algunas escuelas de sociología del lenguaje, análisis crítico del discurso y sociolingüística crítica hace décadas que se articulan a partir de esta mirada. Quien quiera explorar más la perspectiva glotopolítica latinoamericana con la que entronca nuestro proyecto puede hacerlo leyendo a Elvira Arnoux (2014a) o el artículo de José del Valle (2017) en el número 1 del Anuario de Glotopolítica .
5A este modelo corresponden, por ejemplo, el clásico del español Rafael Lapesa o el libro de texto más moderno y localizado del venezolano Enrique Obediente.
6Esta misma visión es avanzada por otros autores, como por ejemplo, Luis Fernando Lara en Teoría del diccionario monolingüe (1997).
7Entre los proyectos comparables al presente, destacamos dos: el proyecto Documentos para la historia lingüística de Hispanoamérica , auspiciado por la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina, publicado en varios volúmenes entre 1993 y 2009, y Documentos sobre política lingüística en Hispanoamérica 1492-1800 , editado por Francisco de Solano y publicado en 1991 (Madrid: CSIC). El primero recopila textos en función de un modelo clásico de historia de la lengua y el segundo, si bien más cercano en su interés al nuestro, se orienta a la política lingüística y no a la glotopolítica en sentido más amplio como aquí se ha definido.
1. Fragmentos de Espéculo, Estoria de España, General estoria y Libro de la ochava esfera, de Alfonso X (1255-1280) 1
Comentario: Donald N. Tuten
Texto A: Espéculo (1255), fragmentos del Libro II (Título 1, Leyes 4b y 5b) 2
Onde dezimos que el rrey deue sseer guardado por muchas rrazones, et ssenaladamjente por estas. Et es esta la primera: que es alma del pueblo; ca assi como el cuerpo biue por el alma, assi el pueblo biuen por el rrey, onde conujene quel[o] guarden como a ssu vida. La ssegunda: deue sseer guardado como cabeça, ca assi como de la cabeça viene al cuerpo todo ssentido et mouemjento para obrar, assi del rrey viene al pueblo todo ssanamjento de saber, et de conosçer et de departir que es derecho et que es tuerto por las ssus leys et por la ssu justicia, et mouemiento para fazer el bien et dexar el mal. …Otrossi deue ser onrrado el rrey porque es ssennor sobre todos de ssu tierra…
Texto B: Estoria de España (1270-1274), fragmentos de los prólogos 3
O espan n a si tomas los dones que te da la sabiduria del Rey rresplandeçeras. Otrosi en fama & formosura creçeras. el Rey que es formosura de espan n a & thesoro dela filosofia ensen n anças da alos yspanos. tomen las buenas los buenos & den las vanas A los vanos. Aqui se comie n ça la estoria de Espanna q ue fizo el muy noble Rey DoN Alfonsso. fijo del noble Rey Don FFernando…
…Ca si por las escripturas non fuesse. [¿]qual sabiduria o engenno de omne se podrie me m brar de todas las cosas passadas aun q ue no las fallassen de nueuo q ue es cosa muy mas grieue[?]. Mas por q ue los estudios de los fechos de los omnes se demudan en muchas guisas. fueron sobresto apercebudos los sabios ancianos. & escriuieron los fechos tan bien de los locos cuemo de los sabios. & otrossi daq ue llos q ue fueron fieles en la ley de dios. & de los q ue no. & las leyes de los sanctuarios & las de los pueblos. & los derechos de las clerezias & los de los legos. & escriuieron otrossi las gestas de los principes. tan bien de los q ue fiziero n mal; cuemo de los q ue fizieron bien. por q ue los q ue despues uiniessen por los fechos de los buenos punnassen en fazer bien. & por los de los malos q ue se castigassen de fazer mal. & por esto fue endereçado el curso del mundo de cada una cosa en su orden. Onde si pararemos mientes el pro q ue nasce de las escripturas connoscremos q ue por ellas somos sabidores del criamiento del mundo. & otrosi de los patriarchas como uinieron unos e n pos otros. & de la salida de egipto. & de la ley que dio dios a Moysen. & de los reys de la sancta tierra de iherusalem. & del dester[r]amiento dellos. & dell annunciamiento. & del nacimiento. & de la passion. & de la resurreccion. & de la ascension de nuestro sennor ih es u xp rist o. Ca de tod esto. & dotras cosas muchas no sopieramos nada. si muriendo aq ue llos q ue eran ala sazon que fueron estos fechos non dexassen escripturas por que lo sopiessemos. & por ende somos nos adebdados de amar a aq ue llos q ue lo fizieron por q ue sopiessemos por ellos lo q ue no sopieramos dotra manera. & escriuieron otrosi las nobles batallas de los Romanos & de las otras yentes q ue acaescieron e n el mundo muchas & marauillosas q ue se oluidaran si en escripto non fuessen puestas. E otrossi el fecho despanna que passo por muchos sennorios & fue muy mal trecha recibiendo muertes por muy crueles lides & batallas daq ue llos q ue la conquirie n . & otrosi q ue fazien ellos en defendiendo se. & desta guisa fueron p er dudos los fechos della. por los libros q ue se perdieron & fuero n destroydos en el mudamie n to de los sen n orios. assi q ue apenas puede seer sabudo el comienço de los q ue la poblaron.
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