1 ...8 9 10 12 13 14 ...19 La monografía “tuvo una influencia inmensa entre los abogados, pero no entre los economistas. Donde aparecen los costos de transacción surge naturalmente la importancia del sistema legal. En los mercados no se transan cantidades físicas, sino el derecho a realizar ciertas acciones” (Coase, 1991).
El “teorema” de Coase tiene una implicancia nítida e importante: antes de encargarle al Estado que solucione el problema, redúzcanse los costos de transacción para ver si las partes no pueden ponerse de acuerdo. Mi ejemplo preferido: un edificio de departamentos linda con un terreno baldío. Por imposición de las autoridades municipales, la pared medianera no puede tener aberturas, “una pérdida de bienestar derivada de una decisión pública”, diría Coase. Él recomendaría, por ejemplo, que los dueños de los departamentos se reunieran con el propietario del terreno y que negociaran que hasta que este último construyera un edificio, los primeros pudieran instalar ventanas sobre la pared medianera, pagándole al dueño del terreno los impuestos municipales, o afrontando los gastos para mantenerlo limpio.
“El enfoque de los costos de transacción no provee un encuadre analítico, sino una conceptualización poco precisa, para sistematizar los varios modelos existentes… Muchas prácticas empresariales, aparentemente ineficientes, analizadas en profundidad se explican como intentos para enfrentar difíciles costos de transacción… Es necesario mejorar y profundizar la teoría política estándar referida a los resultados ineficientes” (Dixit, 1996). “El teorema de Coase tiene que ver con la responsabilidad, depende de que alguien sea responsable o no, de los daños que pueda causar… La ley de propiedad determina quién es dueño de algo, pero el mercado determina cómo será utilizado… La gente no contamina porque le guste contaminar. Lo hace porque es más barato producir de esa manera. La manera más barata de producir es el lado bueno, la pérdida de valor que tenés por contaminar es el lado malo. Hay que comparar los dos. Esa es la forma de mirarlo” (Coase, en Hazlett, 2001).
“¿Por qué importa el proceso político en el que se desarrolla la política económica? En el mundo planteado por el teorema de Coase es irrelevante, pero dicho teorema no describe la realidad, sino que es una idealización para explicar por qué la realidad difiere del ideal. En las relaciones económicas el teorema de Coase falla por la existencia de ‘costos de transacción’” (Dixit, 1996). Ocurre exactamente lo mismo con el análisis de la igualación del precio de los factores (Samuelson, 1948 y 1949) y la independencia del valor de una firma con respecto a su estructura de financiamiento (Miller y Modigliani, 1958; Modigliani y Miller, 1961). Al mostrar las condiciones bajo las cuales se dan los citados resultados, Samuelson en un caso y Modigliani y Miller en el otro, explicaron por qué nada de esto se verifica en la práctica.
North
En 1993 compartió con Robert William Fogel el Premio Nobel de Economía, “por haber renovado la investigación en historia económica, aplicando la teoría económica y los métodos cuantitativos para explicar el cambio económico e institucional” (Comité Nobel, 1993). “Fogel es principalmente el empirista; North, el gran teorizador” (Goldin, 1995). “Es uno de los principales economistas que enfatizó que hay que prestarle mucha más atención a la estructura institucional de la sociedad, y en particular al sistema de derechos de propiedad, para explicar el diferente crecimiento económico de los países” (Libecap, 1992);26 “es uno de los grandes arquitectos de la ‘nueva historia económica’, donde las instituciones juegan un rol esencial” (Beaud y Dostaler, 1995).27
“Coase (1937 y 1960) realizó la conexión crucial entre instituciones, costos de transacción y teoría neoclásica” (North, 1994). “Los trabajos de Armen Albert Alchian, Steven Ng Sheoug Cheung, Harold Demsetz y otros pusieron sobre la mesa la cuestión de los derechos de propiedad y los costos de transacción. North se encaramó sobre estos precursores y planteó una teoría de las instituciones, mostrando su relevancia para la historia económica… Su contribución no es una idea única, sino un concepto básico que fue mejorando y expandiendo de manera continua a lo largo del tiempo, y que mostró su utilidad al ser aplicada a la historia económica” (Myhrman y Weingast, 1994). “Según North (1990) el cambio institucional es path-dependent (dependiente del curso que adoptó en el pasado)” (Greif y Kingston, 2011).
“La evolución de su pensamiento sobre costos de transacción, derechos de propiedad e instituciones políticas, se refleja claramente en North (1981)… Notó la siguiente paradoja: ‘La existencia del Estado es esencial para el crecimiento económico, pero el Estado es la fuente del declino económico fabricado por el hombre’” (Libecap, 1992). “Herbert Alexander Simon fue pionero en tratar de persuadir a los cientistas sociales, para que examinaran la percepción subjetiva del protagonista, acerca de cómo funciona el mundo” (North, en Breit y Spencer, 1995).
En su conferencia Nobel (North, 1994) afirmó:
La teoría neoclásica es simplemente una herramienta inapropiada para analizar y prescribir políticas que induzcan el desarrollo… Este ensayo se ocupa de las instituciones y el tiempo. Modifica la teoría neoclásica, reteniendo el supuesto fundamental de escasez, pero modificando el supuesto de racionalidad. Le adiciona el elemento temporal… Hay que desmantelar el supuesto de racionalidad para enfocar de manera constructiva la naturaleza del aprendizaje humano. La historia demuestra que las ideas, las ideologías, los mitos, los dogmas y los prejuicios tienen importancia… Las instituciones son restricciones creadas por el ser humano para estructurar la interacción humana. Algunas son formales (las reglas, las leyes, la Constitución), otras informales (normas de comportamiento, convenciones). En conjunto definen la estructura de incentivos de las sociedades y de sus economías… No hay nada automático acerca de la evolución de las condiciones que permitirán la existencia de transacciones con bajo costo, en los mercados impersonales, que son esenciales para las economías productivas.
Olson
En 2000 afirmó que “el ingreso por habitante de los países más ricos es más de 20 veces el de los países más pobres. No hay forma de explicar la pobreza extrema ignorando la forma en que las naciones son ‘desgobernadas’. ¿Por qué algunas economías de mercado son pobres, y otras son ricas? En todos los países hay comerciantes despiertos, que atienden con deferencia. ¿Por qué si los mercados generan prosperidad, no lo hacen en los países pobres? Porque para capturar las ganancias del comercio tiene que haber un sistema judicial y político que fuerce a cumplir los contratos, proteja la propiedad privada y facilite la existencia y el uso generalizado del mercado de capitales. En la actualidad prácticamente todos los economistas [y probablemente también quienes cultivan otros campos del saber] están de acuerdo en que las sociedades tienen mayor probabilidad de prosperidad cuando hay claros incentivos para producir y apropiarse de las ganancias de la cooperación social, a través de la especialización y el comercio”.
Williamson
En 2009 compartió el Premio Nobel de Economía con Elinor Claire Ostrom. Según el Comité Nobel, mereció el galardón “por su análisis de la gobernanza económica, especialmente qué tareas se realizan dentro y cuáles fuera de cada empresa… Argumentó que los mercados y las organizaciones jerárquicas, como las empresas, representan organizaciones de gobernanza alternativas, que enfocan de manera diferente la resolución de los conflictos. El problema de los mercados es que alientan el regateo y el desacuerdo, el problema con las empresas es que sus directivos abusan de su poder”.28
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