48La mayoría de los historiadores fijan la fecha en el día 15 de junio. Pero la Vida de san Aniano de Orleans dice: «[…] el decimo octavo de las Kalendas Julias […]», y teniendo en cuenta que junio solo tiene 30 días eso nos da el 14 de junio.
49Jordanes, Getica , XXXVII, 194.
50 Vida de san Aniano de Orleans , VII. La traducción del latín se la debemos y agradecemos al doctor Luis Gonzaga Roger Castillo.
51Jordanes, Getica , XXXVII, 194.
52Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 324-326.
53 Vida de san Aniano de Orleans , VIII.
54 Vida de san Aniano de Orleans , VIII.
55 Vida de san Aniano de Orleans , VIII.
56Estas máquinas, de las que ya hablamos más arriba, son descritas tanto por Amiano Marcelino, en Amiano Marcelino, Historia , XXIII.4.10-13, como por Vegecio: Vegecio, Epitoma rei militaris , IV.14.1-4.
57 Vida de san Aniano de Orleans , VIII.
58 Vida de san Aniano de Orleans , VIII, que atribuye a las oraciones del santo la providencial lluvia. En el texto, tras implorar la ayuda de Dios, Aniano escupe y de inmediato los cielos se abren y cae una fuerte y tempestuosa lluvia durante cuatro días, obligando a los hunos a interrumpir el sitio.
59Gregorio de Tours, Historias , II.6; Sidonio Apolinar, Epístolas , VIII.15.
60Fuller, J. F. C., 2005, 337-338, establece cinco semanas como el tiempo empleado por Atila para el asedio de Orleans, pero no hay ninguna fuente primaria que permita sostener dicha aseveración. Lo que sí permite la Vida de san Aniano de Orleans es establecer que Aniano marchó a Arlés a mediados de abril y que debió de llegar a esta a finales de ese mes y que, tras entrevistarse con Aecio, volvió a Orleans justo el día de antes de que Atila estableciera el sitio. Eso nos permite colegir que el asedio de Orleans debió de comenzar en torno al 20 de mayo y que, por tanto, el asedio debió de durar unas tres semanas. Así que si se acepta la hipótesis de Fuller de que el asedio duró cinco semanas, se contradice a la única fuente que nos proporciona detalles cronológicos: la Vida de san Aniano de Orleans que, por otra parte, Fuller no usa, ni cita directamente. De ahí también que, como el resto de analistas modernos de la batalla, no de la importancia debida al asedio de Orleans.
61Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 319-355; Jordanes, Getica , XXXV, 185-189.
62 Notitia dignitatum, Partibus Occidentis , XLII, in Gallia .
63 Vida de san Aniano de Orleans , VIII. La cita es: «Entonces san Aniano se manifestó a uno de la comitiva del patricio Aecio que acampaba al sur junto al ejército de Turismundo».
64 Vida de san Aniano de Orleans , VIII; Gregorio de Tours, Historias , II.6-7; Sidonio Apolinar, Epístolas , VIII.15.
65 Vida de san Aniano de Orleans , VIII.
66Jordanes, Getica , XXXVI, 191.
67Gregorio de Tours, Historias , II.12; Hidacio, Cronicón , 463; Crónica gala , A. DXI. 638; Crónica del conde Marcelino, A. D. 463.
68Jordanes, Getica , XXXVI, 191.
69Vida de San Lupo de Troyes, en Krusch, B., 1896, 117-124; ver también Crónica gala , 615, I.
70Próspero Turonense, Epitoma Chronicon , 1364. Para la variante conservada en un manuscrito medieval y recogida por T. Mommsen en nota a pie de página: Aditamenta ad Pros, HAVn, recogido en p. 481, nota 9. El añadido proviene del Codex Hauvniensis y fue incluido por Mommsen en su Consularia Itálica . Bajo el consulado de Marciano y Adelfio: «pugnatumque est in quinto miliario de Trecas loco nuncupato Maurica in eo Campania». Crónica gala de 452, 615, I.
71Así, por citar sólo algunos ejemplos, Fuller es, en nuestra opinión, de los más acertados al situar la batalla al este de Troyes en el triángulo formado por esta ciudad con Arcis-sur-Aube y Méry-sur-Seine. Pese a todo, Fuller opta por titular su capítulo dedicado a la batalla como «batalla de Chalôns o de los Campos Mauriacos». Fuller, J. F. C., 2005, 338-340. Fuller no oculta que se deja llevar por Bury. Este situó la batalla cerca de Troyes, pero tampoco sustentó su hipótesis: Bury, J. B., 1889, vol. I, 293. Julio Rodríguez González, por su parte y en su diccionario de batallas de Roma, sitúa la batalla en las proximidades de Chalôns, sin dar más razón de ello que la de que Chalôns es la antigua Durocatalaunum. Rodríguez González, J., 2005, 131; por su parte, Hughes, Hughes, I., 2012, caps. 13 y 14. Sitúa la batalla en las proximidades de Troyes, pero sin concretar distancia ni dirección. Holmes, R., Marix, M., 2007, 75, la sitúan cerca de Chalôns sin dar explicaciones. Macdowall, S.: «La batalla de los Campos Cataláunicos», 44-50. Se contenta con situarla «en algún lugar entre Chalôns y Troyes».
72Pelegero, B.: «Atila contra Roma. La batalla de los Campos Cataláunicos».
73Jordanes, Getica , XXXVIII, 197.
74Jordanes, Getica , XXXIX.217; Hughes, I., 2012, cap. 14. No logra explicarse la maniobra franca. Es sencillo, los francos salios aliados de Aecio habían quedado en sus tierras tras ver pasar la destructiva ola de guerreros lanzada por Atila. Debieron de huir a bosques y pantanos. Luego, con el campo libre, Atila debía de estar ya ante los muros de Orleans y con él estaban los francos rivales de Meroveo y sus seguidores, se organizaron y marcharon a encontrarse con las tropas romanas. Sin duda, Aecio tuvo que enviar mensajeros a Meroveo, o a quien quiera que fuera el hijo menor del difunto Clodión, y el soberano franco también tuvo que tener noticias de que Aecio y Teodorico marchaban hacia Orleans y que la ciudad resistía. Lo que no pudo saber, por lo rápido de la retirada de Atila, fue que los hunos habían sido derrotados y que ya habían cruzado el Sequana (Sena); de eso tuvo que enterarse ese mismo día 19 y alentado por sus exploradores, que le hablarían de un ejército huno agotado y huyendo de romanos y godos, decidió lanzar un ataque nocturno y sumarse a sus aliados.
75Jordanes, Getica , XXXVII, 195.
76Para un estudio sobre el propósito y fuentes de la obra de Jordanes, véase el estudio de José María Sánchez Martín que acompaña a su traducción de los Getica de Jordanes.
77El hecho fue puesto en valor por Arther Ferrill en 1986, ver Ferrill, A., 1989, 147-149. Si bien es cierto que su dictamen final sobre el ejército romano en la batalla es negativo al compararlo con las viejas legiones, pp. 170-171, y al atribuirle, sin prueba alguna en este caso, falta de disciplina. En cualquier caso, desde el análisis de la batalla hecho por Ferrill, ha ido asentándose entre los investigadores la idea de que los romanos desempeñaron al menos un papel tan importante como el de los visigodos. Véase, por ejemplo, Hughes, I., 2012, cap. 14. No obstante, muchos autores siguen sin someter a Jordanes a una sana crítica y, por ende, siguen atribuyendo todo el mérito de la victoria de Aecio a sus auxiliares godos y despreciando el papel de los romanos, los alanos y los francos.
78Hughes, I., 2012, cap. 14. Por el contrario, Ferrill, A., 1989, 147-149, establece con claridad que la colina fue ocupada por los romanos y los francos, mientras que el llano lo ocupaban alanos y visigodos. La disposición del campo de batalla en Jordanes y la arenga de Atila a sus tropas, en Jordanes, Getica , XXXVIII, 197 y XXXIX, 202-206. Para la formación táctica romana véase lo que al respecto de las tácticas romanas de este periodo escribimos más arriba.
79 Strategikon del Pseudo-Mauricio, XI.2
80 Strategikon del Pseudo-Mauricio, XI.2.
Читать дальше