9Heather, P., 2006, 316-319 y 562-563.
10 Ibid ., 380.
11Novela. Valentiniano III. 6.3.1
12Novela 13 de Valentiniano III. 445.
13Agatías de Mirina, Historias , V, 13.7; Zósimo, Nueva historia , II, 15.1 y II, 22.1; Juan Lido, De los magistrados , 1.27.
14Treadgold, W., 1995, 50.
15Bachrach, B. S., 1972, 2-17; Bachrach, B. S., «The Origin of Armorican Chivalry», 166-171; Bachrach, B. S.: «The Alans in Gaul, 476-489», 10-11; MacMullen, R., 1963.
16Nuestro cálculo es prudente con respecto al que establecen otros autores. Así, Hughes, en su Aetius. Attilas Nemesis ha calculado que, en 426, el ejército de campaña de las Galias disponía de una fuerza de entre 23 200 y 34 000 hombres. Ver Hughes, I., 2012, 129-130.
17Prisco de Panio, Historia , frag. 8.
18Gregorio de Tours, Historias , II.6.
19Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 320-330 y de forma indirecta recuerda el hecho en el panegírico a Mayoriano al poner en boca de la mujer de Aecio los siguientes versos: «Si las canoas (monoxilos) hechas de los troncos de la selva herciniana surcan el Hidaspes nabateo en vez del Rin». Ver también Sidonio Apolinar, Panegírico a Mayoriano , vv. 285-290. Sidonio Apolinar confirma, además, la ruta de Atila al señalar la selva Herciniana.
20Vegecio señala el uso de monóxilos para hacer puentes con los que facilitar el paso de la infantería y de la caballería, en Vegecio, Epitoma rei militaris , II.XXV.6. En cuanto al uso por los hunos en el Danubio y el Nisava, ver Prisco de Panio, Historia , frag. 2.
21Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 326-329. Ver también Sidonio Apolinar, Cartas , VIII.15.
22Por Prisco de Panio, Historia , frag. 8 sabemos que los duques de Retia y Nórico seguían controlando el Danubio superior y el paso de un ejército tan grande como el de Atila no pudo pasarles inadvertido. Por lo que Aecio, en caso de no estar informado por sus espías, lo estaría por sus duques.
23El señor Simon Macdowall estimó en un artículo que el ejército de las Galias simplemente no existía en 451. El hecho no se sostiene y basta con acudir a las fuentes, como podrá verse en las siguientes líneas y como ya hemos demostrado a lo largo de este capítulo, para darse cuenta del error. Que Jordanes no mencione tropas romanas de forma directa se explica por su «godofilia» y si se le lee con atención, se verá que las tropas romanas, formadas en testudo, estaban ocupando el punto decisivo de la batalla: la cima de la colina que dominaba el campo de combate. Esto ya lo advirtió Arther Ferrill en los años ochenta del pasado siglo y, desde entonces, se acepta ampliamente que el factor decisivo de la batalla lo jugaron los «olvidados» romanos. Las contradicciones de Jordanes fueron ya apuntadas en 1969 por Macdowall, S.: «La batalla de los Campos Cataláunicos», 44-50.; Ferrill, A., 1989, 147-154; Tackholm, U.: «Aetius and The Battle on the Catalaunian fields», 259-276. Para la importancia del ejército de la Galia durante y después de Aecio ver Reynolds, J., 2012; O’Flynn, J. M., 1983, 74-106; MacGeorge, P., 2002, 98 y ss.; Hughes, I., 2012, 129-130
24Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 329-331; Hughes, I., 2012, 155-175.
25Hidacio, Cronicón , 14.
26Muñoz Bolaños, R., 2003, 12; Heather, P., 2010, 82; Eunapio de Sardes, Historia , frag. 42, 60-61, en Blockley, R. C., 1983.
27Jordanes, Getica , XXXVI, 190; Dice que Teodorico llevó a la guerra a sus hijos mayores: Turismundo y Teodoredo y dejó en Tolosa a los menores: Friderico, Eurico Retemero e Himnerito y en XXXIX, 216, relata cómo Aecio convenció a Turismundo de que regresara a Tolosa para evitar perder el trono a manos de sus hermanos. Gregorio de Tours lo confirma, en Gregorio de Tours, Historias , II. 7.
28Hughes, I., 2012, 154; Rodríguez González, J., 2005, 131.
29Heather, P., 2010, 256.
30Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 320-327; Jordanes, Getica, XXXVIII, 198-200; Prisco de Panio, Historia , frag. 1 y 8.
31Pablo Diácono dice búlgaros, pero estos no aparecieron en la región danubiana hasta mediados del siglo VI. Los editores y traductores de Pablo Diácono corrigen por hunos y reconocen un largo periodo de dominación de los hunos a lo largo de la primera mitad del siglo V. Ver Pablo Diácono, 17-18 y n. 96, en Herrera Roldán, P., 2006.
32Jordanes, Getica , XXXVIII, 198-200; Prisco de Panio, Historia , frag. 21.
33Rodríguez González estima el ejército de Atila en 50 000 hombres, probablemente dividiendo por diez la fabulosa cifra que Jordanes da: 500 000 guerreros, pero no apoya su cifra en ningún razonamiento o cálculo y nos parece muy corta. Rodríguez González, J., 2005, 131.
34Prisco de Panio, Historia , frag. 21.
35 Crónica Pascual , a. D. 450, en Whitby, M., 1989.
36Sidonio Apolinar, Panegírico a Mayoriano , vv. 210-230; Notitia dignitatum, Partibus Occidentis , VI y LX. La otra unidad de caballería pesada listada en las fuerzas de Occidente estaba destinada en las tropas comitatenses que servían con el comes Africae , los equites sagittarii clibanarii , y, por tanto, es harto probable que sucumbiera durante las batallas contra los vándalos libradas entre 429 y 439.
37Goldwolsey, A., 2005, 206-207.
38Muñoz Bolaños, R., 2003, 18-28.
39Brzezinski, R., Mielczarek, M., 2002, 19 y ss.
40Como ya hemos señalado, las cifras que los historiadores han venido barajando para los ejércitos de Aecio y Atila son dispares y su único elemento en común es que no se apoyan en ningún dato o referencia. Por nuestra parte hemos tratado de que los escasos datos y evidencias que proporcionan las fuentes de la época sean la base de nuestras estimaciones. Otro ejemplo de la falta de sustentación de las cifras ofrecidas por aquellos que han venido abordando la batalla nos lo ofrece: Pelegero, B.: «Atila contra Roma. La batalla de los campos Cataláunicos», quien se limita a decir que debían de haber reunido, romanos y hunos, de 30 000 a 40 000 hombres cada uno.
41Solo Ulf Tackholm trató de ocuparse de la estrategia de la campaña pero sin conceder la debida importancia al testimonio de la Vida de san Aniano de Orleans : Tackholm, U.: «Aetius and The Battle on the Catalaunian fields», 259-276; Hughes, I., 2012, 159 y ss.
42 Strategikon del Pseudo-Mauricio , VII, a Preámbulo.
43Prisco de Panio, Historia , frag. 21; Gregorio de Tours, Historias , II.6-7; Sidonio Apolinar, Panegírico a Avito , vv. 319-330; Sidonio Apolinar, Epístolas , VIII.15; Vida de san Aniano de Orleans , 6; Hidacio, Cronicón , 28; Jordanes, Getica , XXXVI-XXXVII; Notitia dignitatum, Partibus Occidentis , IX; Hughes, I., 2012, 159 y ss.; Tackholm, U.: «Aetius and The Battle on the Catalaunian fields», 259-276; Rodríguez González, J., 2005, 131; Fuller, J. F. C., 2005, vol. I, cap. 10, 325-347, 336-338.
44Gregorio de Tours, Historias , II.5.
45Gregorio de Tours, Historias , II.5-6; Vida de santa Genoveva de París, 12, en Krusch, B., 1896, 205-240.
46Así lo establece también el excelente trabajo de Esther Sánchez Medina, presentado en el V Congreso de ASEHISMI celebrado en Barcelona en junio de 2018 y precisamente dedicado al papel de santa Genoveva en la supuesta defensa de un París que nunca vio ante sus muros al ejército de Atila. Agradezco encarecidamente a la Profesora Sánchez Medina la consulta de su trabajo inédito que pronto será publicado.
47Jordanes, Getica , XXXVII, 194.
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