¿Otra novedad que puedes encontrar? las reflexiones y preguntas que planteo en los diferentes capítulos para ayudarte a profundizar en tu autoconocimiento y aprender de ellas. Son un regalo para ti, el mayor presente que puedo legarte.
Plan para poner tiritas a tu corazón.
¡Enfréntate al problema y conócete! Tienes que armarte de valor porque ahora es el momento de sacar todo lo que te duele, lo que tienes escondido, o tapado pero si realmente te quieres aliviar, yo te guio.
Las técnicas de introspección o hipno-meditación con las que vamos a trabajar son:
trabajo con el niño interno. Tenemos una parte vulnerable llamado el niño interior y que si no lo entendemos, repetimos relaciones y comportamientos dañinos.
trabajo con el perdón. Fundamental para desengancharte del cuelgue que tienes hacia la persona que te ha roto el corazón.
trabajo de reestructuración cognitiva con Programación Neurolingüística y técnicas sugestivas. Cuida lo que dices porque lo malo se atrae, lo que crees, como te ves, lo que quieres, etc. Esta técnica te enseña a pensar en positivo. Es fácil y sobre todo contagioso!!!
trabajo con el espejo. Después de estos dos pasos a querernos mucho y aprender a decírnoslo mirándonos al espejo!
¿Practicamos el coaching?
Acompañadas como siempre con la reflexión que nos regalan las metáforas en forma de frases o cuentos. No te olvides que “Pensamiento, sentimiento y acción han de ir en la misma dirección, de esta forma y con pequeños pasos obtendremos nuestros sueños más deseados”
YA TENEMOS LAS TÉCNICAS EN LA MANO. ¡¡AHORA LAS TENEMOS QUE PRACTICAR!!
CUIDADO!! ¡HAY QUE HACER LAS COSAS BIEN!
AQUÍ TIENES LOS LADRILLOS PARA CONSTRUIR UNA PERSONALIDAD SÓLIDA Y ATRACTIVA.
Muchas veces piensas que tu amor es perfecto. Error!! No hay nadie perfecto, todos somos perfectamente imperfectos. Incluso tú y por supuesto yo. Hay personas que tienen cosas que tú no tienes y tú tienes cosas que ellas no tienen. Esta reflexión vino a mi mente sentada una mañana frente al ordenador para abordar el primer capítulo de este libro, pensando cómo te puedo ayudar cuando se termina una relación de pareja. Me acordé de mi paciente Dafne. Mujer joven, atractiva e inteligente. Sin embargo en su mirada se podía dilucidar una sombra de desilusión oculta bajo su insolente rabia. Su corazón chillaba pidiendo ayuda y abrazos…Le pregunté una vez más porqué estaba siempre tan irascible y se veía tan confusa cuando tenía que tomar una decisión, ya fuera en el terreno laboral como en el personal. Ese día mientras que me regalaba una mirada de soslayo, me susurró, “mi marido me ha puesto los turutas”. Después de unos dos segundos, reaccioné. Y le pregunté: perdona ¿el qué dices que te ha puesto? Los cuernos, me contestó con un tono seco. Él me lo ha confesado. Te resumo el caso pues lo puedes leer íntegro en el libro “Confidencias de una terapeuta”.
Su marido se había ido a un Festival de Artes Marciales y allí había conocido a una compañera de ejercicios. Parece que, entre práctica y práctica, postura y postura, comida y desayuno… la pasión hizo su aparición por ese Festival, y terminaron acostándose. Dafne rompió a llorar. Era un llanto desgarrador, de traición, de impotencia y de rabia contenida. Decía que no entendía nada de lo que había pasado, del porqué, si ella confiaba en él y siempre le fue fiel. Decía que hasta hacia unos días todo eran risas, complicidad en las actividades, maravillosos paseos por el parque, cenas, desayunos… noches de sexo y amor. Su sollozo se fue haciendo cada vez más intenso hasta llegar al hipo.
Me dio un vuelco el corazón al recordar una época pasada en mi vida en la que los buenos momentos con mi novio, se vieron turbados cuando me plantó como una margarita, sin previo aviso. Recuerdo lo mal que me sentí, no tenía claro si había hecho o dicho algo, si no era la mujer perfecta para él, mi cabeza se volvía loca y…mi corazón se rompió. En ese momento me era muy difícil ver más allá de mi dolor pero reconozco que la solución no fue permanecer estática en un estado emocional de dolor. Me ayudó dejar fluir las emociones, llorar, gritar, ¡patalear y hasta golpear algo. Este gesto libera esas emociones contenidas que no te permiten avanzar sino estancarte en un mismo círculo sin poder salir de él. Sé lo que estás pensando, es difícil, sobre todo cuando tu objetivo y mi objetivo en la vida es el amor. Y en una situación similar solo hay dolor!
Te aseguro que nada que merezca la pena es sencillo, pero cuando hayas liberado esas emociones y reconozcas lo que sucedió, te sentirás mejor, pues ese es el indicio de la recuperación y ese amor continúa en tu interior, solo hay que aprender a reenfocarlo en otra dirección. ¿Cuándo? Te preguntaras cuando estés preparada para comprender que la persona más importante en tu Vida eres tú, que no debes mendigar amor. Mientras no asumas, aceptes y reconozcas que la importancia del amor radica en “Amarte a ti” misma, nunca sabrás lo que es realmente el amor. Pero no confundas amor propio con egocentrismo. Eso lleva a navegar por emociones aún más peligrosas de las cuales la única perjudicada serás tú. Cuando digo amarte a ti misma me refiero a conocerte y aceptarte tal como eres y si hay alguna parte que no te gusta puedes mejorarla con tu actitud, con tu punto de vista o con tu pensamiento.
Volviendo al caso de Dafne me pregunto si la infidelidad está a la orden del día. En España un 40% de la población reconoce ser o haber sido infiel a su pareja. Todos conocemos a alguien que ha sido infiel y seguramente a más de una víctima de infidelidades. ¿Por qué ponen los cuernos tanto varones como féminas? ¿Somos infieles por naturaleza? ¿Qué entendemos por infidelidad? ¿Por qué pensamos que las relaciones de pareja no tienen fecha de caducidad? ¿Acaso seguimos creyendo en el amor para siempre? Alguien nos tendría que haber informado que igual que crecemos biológicamente en las relaciones también el tiempo pasa para los dos. Pero a veces no crecemos ni al mismo tiempo ni en la misma dirección porque si no hay una base sólida construida con un fuerte sentimiento de amor y no se alimenta día a día éste caduca y empezamos a buscar fuera de la relación.
He conocido a personas que consideran que fantasear con otro ya es infidelidad, otros ponen la línea en el beso y otros en las relaciones sexuales. Aceptemos que en genera hombres y mujeres (no importa la orientación sexual) vemos el sexo de forma distinta. No tiene tanto que ver con una cuestión biológica pero si cultural. Y esta diferencia versa acerca de la separación sexo-afecto o al menos sexo-simpatía. Para nosotras es más complicado separar estos dos conceptos, mientras que los hombres lo consiguen mucho más fácilmente. ¿Por qué? Porque generalmente, necesitamos sentir algo por nuestra pareja sexual para tener relaciones. Ese algo no tiene por qué ser amor pero si algún tipo de vínculo, química o algo parecido que pueda “justificar” el sexo. Porque al final es lo que hacemos justificarlo inconscientemente.
Los hombres no necesitan eso. Pueden acostarse con alguien que les caiga antipático si les apetece disfrutar de una sesión de sexo. Ninguna opción es mejor ni peor simplemente en eso somos diferentes. ¿Por qué te estoy relacionando esto con la infidelidad?:
Punto uno, un hombre puede acostarse con una mujer sin darle la menor importancia al tema afectivo (se puede decir que su infidelidad suele ser más fría).
Punto dos, a la hora de afrontar una infidelidad de la pareja al hombre le molesta mucho más el lado sexual y a la mujer el lado afectivo. Esto es, un hombre no piensa en la carga emocional de la infidelidad solo se sentirá realmente engañado si sabe que ha habido sexo de por medio. A las mujeres en general el sexo no es lo que más nos preocupa, saber que ha habido sentimientos por medio nos despedaza.
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