Ytem dixo, que, estando el año pasado en unas cuentas con Blas de Moya y Bernardino Gallardo, sus cuñados, porfiando çierta cosa, avía dicho que era tan verdad lo que él dezía como Dios o como el Sanctíssimo Sacramento. Examináronse en lo uno y en lo otro las personas que se avían hallado presentes y dixeron lo mismo.
Uclés
El liçençiado Diego Gómez, médico de la villa de Uclés, fue testificado por un testigo, tanbién médico, de hedad de 68 años, de que en el septiembre próximo pasado, estando enojado con el cura de Açebrón, 694renegando de la cruz, avía dicho, «Que no podía creer que consagraba a Dios, ni que venía en manos de un pastor borracho como aquél», y que no estaba otra persona delante.
Ytem , dixo que avía oýdo dezir que el dicho liçençiado Diego Gómez tenía por costumbre de no dexar yr a sus criadas a oýr misa los domingos y fiestas, y que, reprehendiéndole algunas personas dello, avía respondido, «Que no era pecado que las moças que le servían no oyesen misa». Examináronse çinco personas que dixo el testigo que podían tener noticia dello y sólo una lo testifica.
Trejuncos
Juana, morisca, estante en el lugar de Trejuncos, fue testificada por un testigo, muger de hedad de 25 años, de que, estando algo enferma, no comía en todo el día bocado, por mucha persuasión y fuerça que le hizo el testigo para que comiese, y que oyó decir públicamente en aquel lugar que no comía hasta salida la estrella, porque ayunaba el ayuno de los moros. 695
Olivares
Alonso de Olmedilla, vezino de la villa de Olivares, fue testificado por Ysabel de Olmedilla, su hija, de que, avría seis años, que, estando ella parida de una hija, quería salir a misa por la necesidad que tenía de andar por su casa y que el dicho Alonso de Olmedilla, su padre, la había aconsejado que no saliese hasta los quarenta días y que entendió dél que no se lo dezía por cumplir con la ley vieja, sino porque estuviese reparada 696cuando saliese a misa. 697
Alarcón
María Garçía, muger de Bartolomé Martínez, vezino de la villa de Alarcón, fue testificada por un testigo, muger, de edad de 33 años, de que avrá diez que, estando hablando el testigo con la dicha Mari Garçía, solas, a la puerta de su casa, se la mostró muy enojada porque Esteban Martínez, su hijo, se le avía casado contra su voluntad y la dixo, «El vellaco traydor, que avía de tener ventura, porque el día que le baptiçaron le avían vañado sus tías en una vaçía», que eran la muger de Christóbal de Lorca el Viejo y la muger de Martín Sainz del Çerrillo, defuntas, las quales eran tenidas por confesas, desçendientes de judíos. 698
Piqueras
El liçençiado Domingo Sánchez, cura de la villa de Piqueras, de hedad de 37 años, 699se vino a deferir de que, predicando en la yglesia de la dicha villa un día de la quaresma próxima pasada, para mover a los feligreses que se viniesen a confesar, avía dicho que, «Pues no estimaban a los sacramentos, ya Dios los avía quitado de la yglesia, y que no avía sacramentos ni remedio para el pecado mortal.» Y llamado uno de los vezinos de la dicha villa que se avía escandaliçado dello, dixo que lo que avía dicho era que, «Ya Dios avía quitado el sacramento de la penitençia, y que no avía ya confisión ni comunión, que todos podían ya tirar tras sus viçios». Y que mostrando un papel sellado con las manos dezía, que «El Papa y los cardenales lo avían proveído ansí, que no lo dezía de su cabeça». Aunque, otro domingo siguiente, en el mismo púlpito, tornó a dezir que, «Él avía dicho en aquello una gran mentira, y que lo avía dicho por ponelles temor». Retratóse de lo primero.
Valverde
Un frayle de la orden de San Francisco, que reside en el convento de la villa de Valverde, predicador que fue la quaresma próxima pasada en la villa del Castillo, fue testificado por un testigo, muger, de hedad de 31 años, de que estándola confesando, trayéndola algunos exemplos para movella más a la devoción del Sanctíssimo Sacramento del altar, entre otros la dixo que un clérigo balbuçiente, con sola la yntençión, aunque no pudiese dezir ni pronunçiar las palabras de la consagraçión, y sin pronunçiallas, consagraba la hostia. Y el testigo le replicó aver oýdo dezir que no bastaba sola la yntençión, si no se dezían las palabras. Y que el dicho frayle se avía reýdo y burlado de lo que el testigo dezía, y aún avía dicho que era heregía el dezir aquello. Calificóse esta proposiçión por herética.
Castillo
El bachiller Luis Meléndez de Valdés, jurista, cura de la yglesia parroquial de la villa del Castillo de Garçimuñoz, fue testificado por quatro testigos, clérigos teólogos, de que predicando en la dicha yglesia el día de Pasqua de flores 700próxima pasada avía dicho dos propositiones falsas. La una, que «El alma era criada en graçia, sino que en la junta del alma y cuerpo se manchaba con el pecado original». La otra, «Que nuestra Señora avía sido conçebida y nasçida en justicia original». 701El mismo bachiller Meléndez se vino después a deferir diziendo, «Que él avía dicho las dichas propositiones con ygnorançia, errando los términos y modo de dezir.» Traxo el original del sermón 702y presentólo en el sancto offiçio. Y en otro sermón que hizo el día de pasqua del Spíritu Sancto [25 de mayo] se retractó públicamente de las dichas proposiçiones y declaró lo que avía querido dezir quando las dixo.
Castillo
Isabel Méndez, muger de Francisco Xuárez Delgadillo, vezino de la dicha villa del Castillo, de hedad de 50 años, se vino a deferir de que avría tres o quatro años que avía oýdo dezir, y no sabe ni se acordaba a quién, «Que los niños que morían después de baptiçados, antes de llegar a los años de discreçión ni a saber pecar, pasaban por el Purgatorio por el trabajo que avían dado a sus madres en el parto.» Y que a ella le avía paresçido que sería ansí, aunque no avía mirado ni reparado mucho en ello. Y que, después, avría como un año, avía oýdo dezir a una mujer de la dicha villa, sin que ella moviese la materia ni tratase della, que aquello era falsedad, y así se avía apartado luego de lo que antes la avía pareçido y dio cuenta dello al comisario del sancto offiçio que allí reside, el qual lo avía tenido por cosa de poco momento. 703Examinóse en esta misma audiençia, cerca de avello tenido y creído, y sobre si lo avía tratado y comunicado con algunas personas o, a lo menos, echádolo por la boca de manera que se pudiese oýr y entender. Y en lo que toca al crédito, perseveró en lo que avía dicho de que lo tuvo por çierto, aunque no sabía que la yglesia tuviese lo contrario; y por aver declarado ansimismo que le pareçía averlo dicho una vez entre sus criadas estando a la lumbre, se calificó la proposiçión. Y quatro theólogos, hombres de letras y consçiençia, dixeron que era herética formal, por repugnar como repugnaba al ser y graçia que se adquiría en el sancto sacramento del baptismo. Examináronse las criadas y no se acordaron de palabra alguna que sobre este caso oviese dicho su ama. Y ansí, por ser ya negocio éste oculto açidentalmente y porque la proposición es extraordinaria y en cosa que las personas sin letras no están obligadas saber explíçitamente y ser la rea una muger honrrada y que venía a la audiençia con gran temor de su marido y recato de su honra, hechas las tres moniçiones, y entendido que no avía más en el caso de lo que estaba dicho y declarado, fue advertida de lo que avía de tener y creer en este artículo. Y por aver dicho y pronunçiado la proposición aquella sola vez, fue mandada por auto que la abjurase de levi . Y en satisfaçión de la culpa se la mandaron cumplir algunas penitençias spirituales.
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