⇒MIEMBROS DE LA ASAMBLEA GENERAL ⇒MIEMBROS JUNTA DIRECTIVA ⇒VOLUNTARIADO ⇒DEPORTISTAS ⇒TÉCNICOS ⇒JUECES O ÁRBITROS ⇒EMPLEADOS ⇒AUTORIDADES PÚBLICAS ⇒PATROCINADORES Y PROVEEDORES ⇒MEDIOS DE COMUNICACIÓN ⇒SOCIOS, ABONADOS O ESPECTADORES |
De ellos podríamos decir que los más importantes son: los patrocinadores, los medios de comunicación y los miembros de las asambleas. Los primeros porque aportan cantidades económicas muy relevantes en ocasiones a una entidad deportiva. Algunos deportes como el ciclismo dependen en gran manera de ellos. Es un skateholder externo a las entidades deportivas. Los medios de comunicación, tienen una influencia que contribuye a modificar los planes de una organización deportiva, e, incluso, a cambiar sus estructuras o sus dirigentes. En deportes como el fútbol son determinantes, como por ejemplo en la presión y cambios de entrenadores. También es un skateholder externo a la entidad. En cuanto al tercero: los miembros de la asamblea, es un skateholder interno de la misma y, desde ese punto de vista el más importante, porque de esos miembros depende desde la elección de los presidentes a la aprobación de los presupuestos y el calendario de actividades y competiciones.
Del resto de skateholders el más determinante sin ninguna duda son las autoridades públicas, pero su grado de influencia varía mucho de unos deportes a otros, por la importancia que una modalidad pueda tener en la sociedad, como en el caso del fútbol, que les mueve a querer influir en los clubes de sus ciudades. Pero hay muchos deportes que no le interesan a esas autoridades y se limitan a darles la subvención que les corresponde sin más. En otros casos no precisan de la intervención de las autoridades públicas, por lo que tienen un nivel de autonomía mucho mayor, aunque estos casos son excepcionales. En España, al menos, su influencia es grande.
Otro grupo que tiene bastante influencia es el de los deportistas, pero principalmente y casi exclusivamente el de los deportistas de alto nivel, los que gana campeonatos y trofeos y salen en los medios de comunicación. Por ejemplo, Gasol, Nadal, Alonso, Messi, Ronaldo, Mengual, etc., pero en general los deportistas de ese nivel no suelen participar mucho en la dinámica de sus entidades deportivas, bien sean clubs o federaciones, salvo casos de conflicto, como el que hubo hace unos años con la semifinal de la Copa Davis de Tenis entre la Federación Española que designó a Madrid como sede y los jugadores que querían una ciudad a nivel del mar.
Los altos empleados de una entidad deportiva también pueden influir, pero eso entra dentro del funcionamiento normal de una organización.
Pero en el mundo del deporte existe otro “grupo”, tremendamente importante y que no existe con esa fuerza en otras áreas sociales. Es el de los socios, abonados o espectadores en general. Podrían equiparse a los consumidores o usuarios de servicios concretos, pero su influencia no llega ni de lejos a la de aquellos. Hoy en día con la transformación de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas, los socios accionistas, pueden considerarse un grupo interno, porque interviene directamente en el funcionamiento de la entidad y aprueba sus presupuestos y sus actividades, equivaliendo a los miembros de la asamblea de un club o una federación. Pero son los menos, la mayoría son abonados o espectadores y su fuerza es tal que pueden hacer dimitir a un presidente desde la grada, como ha pasado en varias ocasiones en los clubs de fútbol.
Por su parte, las normas de las organizaciones deportivas y sus fines o metas, son similares genéricamente a entidades de otros campos sociales, pero adaptadas, lógicamente a su especificidad. Dentro de deporte con mayúsculas, además, esas normas y fines se parecen mucho entre unas entidades y otras. Tanto el CIO como las F.I., tienen patrones de funcionamiento comunes y estructuras casi idénticas.
Siguiendo a Mayntz (1990) los tipos de organización pueden ser tres, teniendo en cuenta los practicantes o asociados:
a) Organización libre: con estructura sencilla, pertenencia voluntaria, actuación común y contacto reciproco que en la organización deportiva podría equivaler al deporte para todos, el deporte salud y el recreativo, principalmente. Podemos encuadrar en este grupo a clubs no profesionales, personas que practican por placer, sin competición, o que participan en competiciones populares
b) Organización dual: con dos niveles, superior e inferior e integración voluntaria, aunque con el requisito de superación de pruebas (Escuela, Universidad, etc.). En la organización deportiva puede ser similar a los clubes privados y a las escuelas deportivas de tenis, golf, etc. Aquí podemos incluir a clubs no profesionales, igualmente, pero también a equipos federados, con la libertad de sus afiliados de ir cuando quieran y entrar o no en competiciones. Algunos de estos clubes se mueven en el campo de la especialización hacia el rendimiento y hacia el deporte popular y libre.
c) Organización para el rendimiento: con sus objetivos centrados en la obtención de resultados, y que en materia deportiva estaría representada por las Sociedades Anónimas Deportivas del Fútbol y Baloncesto, mayoritariamente, los equipos ciclistas y el deporte de Alto Rendimiento. Este tipo de practicantes está sujeto a contratos que exigen un rendimiento y no te puedes salir cuando quieras de su disciplina.
Por otra parte, Acosta (1999, pág. 87) expone modelos de organizaciones deportivas en cuanto a sus estructuras. Y en ese sentido podemos mencionar tres tipos:
a) Lineal o centralista: en la que la cadena de mando parte de un punto central, de un mismo lugar o sede social. No se aplica a todas las organizaciones deportivas, pero la mayoría de federaciones españolas son centralistas, en la actualidad debido al modelo de la configuración del Estado español en Autonomías, mientras que antes las actuales federaciones autonómicas eran delegaciones de las federaciones españolas. Hoy una federación española no puede inmiscuirse en el funcionamiento de una territorial. Pero lo mismo ocurre con las federaciones internacionales, que son organismos centralizados y autónomos de las federaciones de los países. Existe, por tanto, una mayor jerarquización. En la actualidad, las asambleas de las federación española tienen entre 130-150 miembros, las territoriales unos 60 y, en ambos casos las juntas directivas están formadas por alrededor de 25 miembros.
b) Funcional o de división del trabajo: en esta segunda forma, la división de tareas en base a las características de los miembros, es uno de sus elementos más significativos, por lo que supone una estructura más participativa, que se puede aplicar, al contrario de la primera, y está bastante generalizada. En cualquier caso no es incompatible con la anterior ni con la siguiente, porque se trata fundamentalmente de cómo se reparten las tareas en la oficina central o en las delegaciones.
c) Territorial o delegada: nos encontramos aquí con una casuística común a muchas empresas u organizaciones dada la globalidad del mercado actual, cual es la existencia de delegaciones de las mismas en diferentes territorios fuera de donde se encuentra la sede central. Es un tipo de estructura a la que muchas empresas o entidades están obligadas en la práctica, porque es muy difícil dirigir una actividad a cientos o miles de kilómetros de distancia. Como hoy se impone la expansión por diferentes lugares de una compañía, es necesario crear estructuras organizativas similares a la central según se vayan implantado.
Otro tipo de organización que apunta Robinson et., alt. (2008), aplicable sobre todo a eventos deportivos y al tipo de funcionamiento estructural es el siguiente:
• Jerárquica, alta y estrecha
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