1.3.1. Organismos y estructuras internacionales
El primer organismo internacional, el más conocido y el más importante, por antonomasia es el Comité Olímpico Internacional (CIO en sus siglas legales y registradas). Tiene su sede en Lausanne (Suiza) y se creó en París en 1894. Comenzó siendo un organismo casi marginal y fue adquiriendo una gran fuerza, sobre todo a partir de la segunda guerra mundial, cuando los Juegos Olímpicos, sobre los que tiene todos los derechos, se convirtieron en el evento con mayor seguimiento universal. Tras pasar por una época muy dura en los años 1970 y principios de los años 1980, por las dificultades organizativas, económicas o políticas de los Juegos de Múnich en 1972, Montreal 1976, Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, hoy es un organismo muy respetado por todos los países y sus gobiernos, gracias, sobre todo, a la potestad de conceder los JJOO.
El CIO es una organización muy centralista y no totalmente democrática, aunque ha evolucionado mucho en los últimos años, siendo bastante más transparente. En su Asamblea no están representados todos los países, aunque sí tiene reconocidos a 204 que pueden participar en los JJOO. El 70% de los miembros de la misma han sido elegidos por cooptación, es decir que son los propios miembros que ya pertenecen a ella quienes proponen a un candidato y se votan entre ellos. Esto ha sido así hasta la época de Samaranch, que modificó las reglas de elección y en la actualidad hay un 30% de sus miembros que si se puede considerar que son elegidos de forma democrática y por periodos concretos, mientras los anteriores son elegidos con carácter vitalicio, aunque en los últimos tiempos se ha impuesto alguna forma de jubilación.
Del cupo del 30% electo, el 15% son deportistas olímpicos elegidos por periodos de 4 años, aunque pueden ser reelegidos y otro 15% son presidentes de federaciones internacionales olímpicas, también elegidos por periodos de 4 años. A pesar de ello, hay muchos países que no están representados, porque entre sus 113 miembros, Suiza, por ejemplo, tenía 5 miembros en 2011, el que más, Italia y Gran Bretaña cuentan con 4, y España, que tras la desaparición de Samaranch llegó a quedarse con 1, tenía 3, y claro, muchos no cuentan con representantes.
Eso ha llevado a la existencia de asociaciones como la de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO, en sus siglas oficiales), que no tiene competencias reales en las competiciones internacionales y sólo es un importante “grupo de presión” sobre el CIO.
Por otra parte existen otro tipo de asociaciones no gubernamentales de carácter olímpico reconocidos por el CIO, que si tienen la competencia y los derechos sobre las competiciones o los juegos regionales o de áreas geográficas como los Juegos Asiáticos, los Panamericanos, los Africanos o los Mediterráneos. Europa es el único continente que no cuenta con este tipo de Juegos, salvo los que son ribereños del Mediterráneo, ya que, por un lado, los campeonatos de Europa de deportes individuales son muy potentes, y, por otro, también lo son las ligas de clubs. Ello hace muy complicado introducir una competición multideportiva de estas características, aunque en los últimos tiempos hay un movimiento en esa línea. En cambio, en otros continentes no existe esa dificultad. Es más, si no fuera por los Juegos Regionales, no habrían competiciones a escala continental o habría muy pocas. Es el caso del continente americano, que además de los Panamericanos, que agrupa toda América, existen los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Centroamericanos y los Suramericanos.
La organización que agrupa a los Comités Olímpicos americanos es, posiblemente la más fuerte de las territoriales olímpicas, la ODEPA (Organización del Deporte Panamericano). Y es que cada uno de estos Juegos Regionales cuenta con su propia organización. El CIJM se encarga de los Juegos Mediterráneos, ACNOA de los Africanos, ONOC de los de Oceanía, OCA de los Asiáticos. Incluso en Europa existe el Comité Olímpico Europeo (COE), aunque no existan Juegos Europeos, pero en cambio está el Festival Olímpico de la Juventud Europea, unos juegos para juveniles.
Otros organismos internacionales son las propias federaciones internacionales (FIs) de cada deporte, de las cuales alrededor de treinta son o han sido olímpicas, y hasta una treintena más tienen esa categoría y celebran competiciones de carácter mundial. Después del CIO son las entidades más importantes como organizaciones deportivas, pues, en general son las propietarias de los campeonatos del mundo de su deporte, y, además, son quienes intervienen en todos los aspectos técnicos de los Juegos Olímpicos (ponen las mínimas de participación, los horarios, nombran los delegados de la competición, los árbitros principales…). No obstante, hay grandes diferencias entre ellas, tanto en movimiento económico, como en audiencias televisivas, espectadores, número de competiciones y países que mueven. Hay algunas con más de 200 países miembros, como Fútbol y Atletismo, y otras que apenas cuentan con una veintena.
Podemos decir, también, que son organizaciones democráticas, pues sus propios órganos se van renovando y su Asamblea está formada por las federaciones nacionales, cada una de las cuales tiene un voto. Todos los países con practicantes de ese deporte y federación reconocida tienen su representación. Cada cuatro años, se elige al Presidente de la FI, a su comité ejecutivo o directivo con sus respectivos cargos (vicepresidentes, secretario, tesorero…) y a diferentes comisiones que funcionan en ese deporte, que se reúnen varias veces al año a lo largo del periodo para el que fueron nombrados.
Otra cuestión distinta, es el nivel de transparencia que exista en algunas federaciones internacionales y el nivel de control sobre las asambleas que posean determinados cargos de la misma. Es usual que en determinadas federaciones los cargos más importantes, sobre todo el de Presidente, se eternicen, como pasa en federaciones como la FIFA (Fútbol), la IAAF (Atletismo), la FIBA (Baloncesto) y en menor medida en la FIBA (Baloncesto), o la FINA (Natación), pero el sistema anterior primaba a unos países sobre otros, y no se aplicaba la regla estricta de la democracia: un país un voto. Es posible que también sea injusto que el voto de países con el número de habitantes y potencial deportivo como Estados Unidos, China o Rusia, valga lo mismo que el de Kiribati, un país con cien mil habitantes formado por pequeñas islas del Pacífico Sur (Oceanía), y que esos pequeños países son más fácilmente manipulables, pero prevalece el sentido democrático y la universalidad del deporte, porque lo contrario podría hacer que muchos de estos pequeños países acabaran por borrarse de una asociación en la que no tienen posibilidades de influencia.
De la misma manera que ha pasado con los Comités Olímpicos Nacionales, que crearon su Asociación internacional, del seno de las federaciones internacionales ha surgido dos asociaciones, sin competencias sobre competiciones internacionales, pero como grupos de presión del CIO. En realidad, para lo único que se reúnen, verdaderamente, es para estudiar y proponer el sistema de reparto de los ingresos por los Juegos Olímpicos entre ellas. Hay que tener en cuenta que de ellos, una mínima parte (8%) es la que se queda el propio CIO, y que el 50% de los ingresos televisivos van al Comité Organizador Local de cada uno de los Juegos, y sobre el resto una parte va a las FI y otra a los CONs, a través de Solidaridad Olímpica. De esas dos asociaciones, una agrupa a las federaciones de deportes olímpicos de verano (ASOIF) y otra a las federaciones de deportes olímpicos de invierno (AIOWF).
1.3.2. Estructuras deportivas nacionales privadas
Los mismos organismos y estructuras deportivas que hemos visto a nivel internacional se repiten de forma casi idéntica a nivel nacional en la mayor parte de los países, con pocas variaciones. Quizás la diferencia más importante entre unos y otros es la configuración como organismos de derecho público o privado. Por ejemplo, en España el Comité Olímpico Español es un organismo totalmente privado, aunque recibe subvenciones públicas. No tiene capacidad administrativa, ni subvencionadora, ni sancionadora sobre las federaciones nacionales, las cuales organizan sus propias competiciones. En caso de existencia de conflictos que superen a la propia federación, es un organismo público de la Administración del Estado español, el Consejo Superior de Deportes, quien dirime los mismos. En cambio, en Italia su Comité Olímpico (CONI), tiene competencias administrativas: subvenciona a las federaciones, actúa en caso de conflicto y tiene capacidad sancionadora. Pero el caso italiano es una excepción, porque ni en Francia, ni en Alemania, ni en Gran Bretaña, ni en la mayoría de los países americanos, por ejemplo, se repite ese modelo. Casi todos los países centro y sudamericanos, tienen un sistema de organización deportiva en sus países similar al de España, con su comité olímpico y sus federaciones como entidades de derecho privado y un órgano de la Administración que tiene la competencias públicas (aprobación de leyes y programas deportivos, subvenciones, y sanciones).
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