Sergio Alejandro Cocco López - Aleatorios

Здесь есть возможность читать онлайн «Sergio Alejandro Cocco López - Aleatorios» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Aleatorios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Aleatorios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En un mundo en donde algunos nacen con la pareja que los acompañará el resto de sus vidas, otros a quienes se los conoce con el nombre de Aleatorios, nacen solos. En este contexto, Oliver busca desesperadamente a la mujer con la que nació. Pero una repentina y extraña amnesia le impide recordar qué es lo que pasó o por dónde comenzar a buscarla. Sin embargo, ese no es su único problema. La policía lo busca por asesinato, y un Súcubo sadomasoquista se empecina en hacerle la vida imposible. Entonces aparecen «Ellos» en su vida, asegurándole que si cumple determinada cantidad de encargos podrá recuperar a Lucila. Y por cierto que debe apresurarse en cumplirlos, pues «Ellos» le susurran matar.
"…<Yo soy mi dolor y mis pensamientos. Todo lo que ella compartió conmigo está aquí. En algún lugar detrás de los surcos de mi frente. A través de mi piel, mi carne, mis nervios, cartílagos y sangre. Detrás de los huesos de mi cráneo. Entre la masa encefálica de mi cerebro, flotando etérea y hermosa en algún lugar de mi mente. Ella todavía está aquí. Su voz, su tacto, su olor. Una cantidad innumerable de palabras que me dedicó, junto al sonido de miles de risas a las que no llegué a venerar lo suficiente. Aquí también están sus labios, a los que no ocupe cada segundo de mi vida en besar. Ella está aquí, intacta y eterna. Su esencia flota en esta estúpida mente que cada vez me permite menos recordarla. Todo lo que yo fui con ella también está aquí, en algún lugar…>.
Luego bajó la vista y miró sus pies desnudos sobre el mugriento suelo del baño de la pensión. Observo sus brazos, sus piernas. Vió los moretones y hematomas que se llevó de recuerdo al escapar de la Seccional de Policía. Analizó con detenimiento las costras de sangre seca, suyas y ajenas, que todavía permanecían en sus manos y entre las uñas de sus dedos. Y se dijo: <Pero no me recuerdo>…"

Aleatorios — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Aleatorios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ahora, mientras caminaba por el parque y su mente consciente intentaba ignorar la molesta ampolla en su pie, comenzó a sentir una insistente picazón en la cabeza. ¿Serán liendres?, se preguntó. No le sorprendería haberse contagiado, teniendo en cuenta los lugares por donde anduvo. De todos modos no les prestó atención y siguió caminando. Y mientras lo hacía, evitaba los grupos de niños.

>Esos mocosos no entenderán lo valioso del mensaje< pensó.

Además sus risitas y lloriqueos histéricos, sumados a sus incansables idas y venidas, producto de sus imprudentes y fastidiosos jueguitos, realmente lo perturbaban. Le enfurecían tanto que en ocasiones llegó a imaginarse estrangulándolos con los mismos hilos que utilizaban para amarrar esos irritantes globos con los que correteaban de un lado a otro. Gritando, saltando. Ocupando más espacio del que les corresponde, y llevándose por delante a todo el mundo. Oliver no había terminado de desarrollar aquella imagen en su mente, que de repente se topó con un círculo de alborotados niños agitando sus melosas manos manchadas de algodón de azúcar, manzanas acarameladas y barro. Al tiempo que rodeaban torpemente a un estresado payaso que hacía un nostálgico acto de malabarismo con pequeñas botellas de plástico de diferentes colores. Cada vez que se le caía una botella, el payaso se agachaba para recogerla sacudiendo su enorme trasero relleno de goma espuma y cubierto de coloridos parches. Acción que ocasionaba una explosión de gritos y risas frenéticas en los atolondrados niños. No importaba las veces que el payaso repitiese la misma rutina. Los niños chillaban gustosos cada vez.

> ¿Cómo es posible que sus padres permitían tanto impune desorden y escándalo? < pensó Oliver, mientras giraba circularmente los dedos índices a los costados de su frente.

El lacerante ruido que generaban esos niños era inaguantable. Quería taparse los oídos o zambullir su cabeza en la fuente de agua y así evitar escucharlos. Pero no quería llamar la atención, tendría que marcharse. Por lo que se dio media vuelta para alejarse de aquel infantil aquelarre y siguió caminando hasta que logró calmarse. Después de todo, estaba bastante conforme con lo que había hecho hasta el momento. Porque a pesar de esa horda de criaturas mal criadas que correteaban por todos lados había sido la ocasión perfecta para repartir sus volantes, o bien “comunicados” como a él le gustaba llamarlos. Era el primer día de un fin de semana largo, y había turistas en cada monumento o edificio histórico. Las peatonales estaban repletas, y no había plaza en donde no pululase gente. “Ellos”, pensó, seguramente estarán satisfechos con lo que había logrado, y con lo que lograría durante aquel fin de semana largo.

No sabía cuánto tiempo más tendría que seguir haciendo esos encargos. Pero indudablemente “Ellos”, pensaba, ya estarían al tanto de la cantidad de comunicados que distribuyó, y de todas las mentes que gracias a estos serían iluminadas. No tenía dudas de que, de seguir así, en cualquier momento le permitirían pasar al siguiente nivel. Y entonces, ya estaría a solo un par de pasos de cumplir su objetivo, y de ese modo recuperar a Lucila.

No recordaba su propia edad. Aunque realmente eso no le importaba. Sin embargo, a pesar de la frondosa barba que cubría su rostro, y que él sentía como si le hubiese crecido de la noche a la mañana, presentía que era joven. Quizás, pensó, tendría solo unos cuantos años más que aquellos estúpidos muchachos que tomaban cerveza y se divertían alrededor de aquel no menos estúpido monumento a los Aleatorios. Apoyándose física y moralmente sobre sus motos y autos. Con sus conciencias aturdidas por el ruido saturado de un estéreo a todo volumen. Simulando hablar, simulando escucharse. Conformándose a su vez con una existencia apática, sin preguntas ni respuestas, sin dudas ni certezas. Y observando neutralmente cómo la contaminación afecta el agua, la tierra, y el aire. Convirtiendo de apoco al planeta en la escenografía de películas del tipo Mad Max o Terminator .

>Qué bien que disimulan al proximidad del fin mundo< pensó Oliver >… Es sorprendente la habilidad que tienen algunas personas para evadir la locura y la furia en las que está envuelta la sociedad; guerras, hambre, corrupción… toda la demencia y la maldad galopando en caballos de fuego sobre sus cabezotas, mientras la humanidad se revuelca ciega y sonriente en el chiquero de su propia degeneración. Jugando a tirarse mierda como si fuese algodón de azúcar… ¿ Homo ? Quizás, pero ¿ sapiens ? ¡Ja! Monos… seguimos siendo monos… aunque estos parecen tener más dignidad y respeto por ellos mismos. <

A Oliver no le cabía ni la más mínima duda de que ninguna de esas personas a las que él consideraba unos imbéciles hubiesen aunque sea, por casualidad, pensado en la situación en la que se encuentra el planeta y en la posible extinción propia o alienígena a la que la humanidad podría estar destinada de no empezar a tomar conciencia. No le costaba nada imaginar a todo el globo terráqueo plagado de hongos nucleares. Casi los podía ver a todos ellos recorriendo cual zombis las ciudades calcinadas en un planeta suburbano y posatómico. Con sus calles sumergidas en una triste niebla de color sepia. En la que el olor a ropa, carne, y plástico quemado serían el nuevo perfume de moda. A Oliver tampoco le costaba nada visualizar a esos apáticos idiotas caminando torpe y lánguidamente. Envueltos en andrajos y con girones de piel amarillenta despegándose de sus famélicos cuerpos. Arrastrando sus pies sobre las avenidas desoladas. Buscando desesperadamente un lugar en donde poder ver el estado de sus redes sociales. Para luego poner en su “muro” la foto de un hongo nuclear con una inscripción al lado que diga “ese hongo es mi ciudad… ¿Qué loco, no?”.

>Odio la falta de carácter, la apatía…< pensó.

> Ese repulsivo borreguísimo con el que la gran mayoría aceptó dejar de lado aquel derecho instintivo y natural de creer en uno mismo y elaborar sus propias preguntas… de ser una persona auténtica con pensamientos propios, y no un ungüento de apariencias, deseos y frases tipificadas y homologadas a partir de videos virales o páginas de internet. Da la impresión de que en el mundo actual nada fuese real o existiese, si no ha sido publicado o comentado en alguna red social.

> ¿Internet? ¿Globalización? ¡Ja!. Quieren dar la impresión de que todo ya ha sido preguntado, respondido, y pesando. Y de ese modo llevar a la humanidad balitando cual ovejas hacia un corral de ideologías violentas y estúpidas. Aunque la verdadera habilidad no reside en hacerles atravesar la verja… sino más bien en hacerles creer que es su propia decisión hacerlo. La esclavitud más eficaz y resistente es la que con paciencia y propaganda se modela en la mente haciendo creer que es rebeldía…< concluyó Oliver para sí mismo.

Sin embargo muy dentro de él, y a pesar de la gran cantidad de conocimientos sobre ufología, esoterismo, hermetismo, filosofía, sociología, parapsicología, etc., que había adquirido durante su vida, Oliver no podía evitar pensar que si él hubiese sido un tanto más “ingenuo” o “indiferente” en lo que respecta a la realidad del planeta, en este momento sería feliz. Sí, feliz. Aunque vacío de ciertas complejidades del pensamiento. Sin ningún tipo de verdad revelada y con ideas normales e inmaduras. Crédulo, anestesiado y con su conciencia dormida frente a un catálogo de supermercado, viendo los últimos celulares y buscando los mejores precios en accesorios para autos. Pero sería feliz. Y lo más importante de todo es que estaría con ella.

Sintió otra vez esa insistente molestia en su cuero cabelludo. Ya se estaba volviendo insoportable, pero no quería rascarse frenéticamente como solía hacerlo. Esperaría a que merme la picazón, no le convenía llamar la atención. Entonces miró hacia el cielo, y calculó que al día le quedaban un par de horas más de luz. Instintivamente alzó su mano izquierda para ver su reloj. El cual ya hacía bastante tiempo que no funcionaba, de hecho hasta le faltaban las tres agujas. Ahora, no era más que un círculo negro con varios números blancos en una circunferencia encristalada. No sabía por qué lo conservaba, no era más que basura. La cosa era que cada vez que planeaba tirarlo, se distraía con algún pensamiento y se olvidaba de hacerlo. Siempre le pasaba lo mismo. Todo comenzaba con una palabra o frase que se le cruzaba por la mente. Inmediatamente después se abstraía de todo lo que lo rodeaba manteniendo la mirada fija en algún objeto. Lo que devenía en una sucesión de ideas y reflexiones que ya no se relacionaban en nada con lo que había concebido su pensamiento original. Entonces, y sin saber cómo ni en qué momento, su imaginación ya estaba orbitando en un universo de razonamientos de todo tipo, interrumpidos de cuando en cuando con insípidos trazos de la misma chocante cotidianidad de todos los días. Algo así como darle pinceladas surrealistas a una fotografía, y quedando algo de la terca realidad siempre expuesta.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Aleatorios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Aleatorios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Aleatorios»

Обсуждение, отзывы о книге «Aleatorios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x