Cristian Barría Huidobro - Nada que temer

Здесь есть возможность читать онлайн «Cristian Barría Huidobro - Nada que temer» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nada que temer: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nada que temer»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

NADA QUE TEMER es una invitación a dudar de la veracidad y contundencia de los relatos apocalípticos acerca del presente y futuro de las máquinas en nuestras vidas. La idea de que vivimos amenazados por dispositivos asociados a los sentidos -ojos y oídos- omnipresentes de la web, que leen todo lo que hacemos y saben todo sobre nosotros, nuestros gustos, nuestras preferencias, ha derivado en un discurso determinístico que se ha vuelto no solo patrimonio de las elites intelectuales, sino que ha ido infiltrando y moderando copiosamente el pensamiento y el habla de sujeto común, del ciudadano de a pie. Tanto es así, que ya nadie parece dudar de ello y por lo tanto el dominio de las máquinas sobre los humanos puede considerarse un hecho. En consecuencia, los autores exploran en este libro los orígenes del temor, la necesidad genuinamente humana de construir desconfianza, de describir escenarios ominosos por improbables que estos puedan parecer, y nos invitan a contrastarlos con las posibilidades y los eventuales alcances de la inteligencia artificial, aspecto que a la larga constituye el eje temático del libro. Una invitación a explorar desde múltiples perspectivas (políticas, psicológicas, filosóficas) un espacio que recién comienza a desplegarse, y a discutir, sin temor, sus posibles repercusiones.

Nada que temer — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nada que temer», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Piense en esto: los seres humanos somos un insumo que cierto programa computacional generó para que a su vez estos mismos seres construyeran máquinas que, llegado el momento, van a prescindir de ellos. Las máquinas son el estado final deseado. No es un problema que las máquinas carezcan de emociones, de hecho, esa es la ventaja que ellas tienen. Las emociones son un lastre del que es necesario deshacerse, pues los humanos son solo una etapa intermedia hacia la inteligencia plena, esto es, la de las máquinas inteligentes. Solo inteligencia, nada de emociones.

En efecto, un algoritmo nos construyó para que nosotros construyéramos su máquina o, dicho de otro modo, el software nos hizo para que nosotros produjésemos su hardware. Somos el medio entre este y aquel. No somos ningún fin. Ella, la máquina, es el fin. Y es esto, precisamente, a lo que más tememos: que por fin el hombre encuentre a su depredador.

*

Nada que temer es un libro que se mueve a contracorriente. Es fruto de una reflexión que arranca de una actividad manifiesta: el temor a las herramientas que creamos. Ya en el Tao Te King (s. VI a.e.c.) se lee:

Cuanto más cortantes sean las armas

tanto más rodeado de tinieblas estará todo el país.

Cuanto más hábiles artífices haya,

más aparatos perniciosos se inventarán.

(Toynbee, 1985, 29)

En el siglo V a.e.c., aparece Prometeo Encadenado atribuida a Esquilo, personaje trágico cuya rebeldía le impondrá un castigo sin término, consistente en yacer anclado a una roca, donde cada día un águila devoraría su hígado (el asiento de las emociones para los griegos de la era clásica), el cual volvería a crecer, para ser devorado otra vez por el águila y así sucesivamente. ¿Cuál había sido el pecado de Prometo? Robar el fuego de los dioses, lo que —en palabras de la historiadora de arte Olga Raggio— equivalía a robar su “poder creativo del taller de Atenea y Hefesto.” Para la misma autora, esta techné, en la visión de Platón, poseía un estatus superior al de los instintos naturales propios de la physis (Raggio, 1958). No resulta aventurado afirmar que el desarrollo de la técnica ponía al ser humano por encima del resto de los animales, pues le otorgaba la posibilidad de valerse de los medios que iba hallando en su entorno. Lo importante para nosotros es que esta posibilidad parecía despertar la desconfianza de los dioses y su propensión al castigo de las faltas. Si bien los seres humanos en todo eran iguales a los dioses, había algo que los diferenciaba y ese algo era el fuego, la técnica, el saber.

El mito griego tiene múltiples ramificaciones. De paso, sus orígenes pueden rastrearse al mito sumerio de Enki, de donde habría llegado a los griegos, importado, probablemente, desde Asia. También es probable que desde los mismos sumerios, el relato hubiese irradiado hacia distintas zonas de Oriente Medio, donde habría sido recogido y modificado para (re)aparecer en la Biblia hebrea bajo la doble denominación de Adán y Eva. Según el libro del Génesis, el mandato divino prohibía comer el fruto del árbol que se hallaba en el medio del jardín. Pero Eva, la mujer de Adán, confía en la serpiente que le hace ver que comer de aquel fruto no le acarrearía la muerte: “«Ciertamente, no morirás», dijo la serpiente a la mujer. «Porque Dios sabe que cuando comas de él, tus ojos serán abiertos, y serás como Dios, conociendo el bien y el mal»”.3

Es probable que el bien y el mal se hallen referidos al aspecto moral (lo que, de paso, les habría provocado la vergüenza de verse desnudos, como se sugiere en Génesis 3, 7), pero también que apunten a la posibilidad de conocer el bien y el mal en función de aquello a lo que puede dar lugar el conocimiento. Conocer, en este sentido, sería equivalente a comprobar que el bien y el mal surgen de lo que hacemos con lo que sabemos. Baste pensar para ello en que las primeras armas fueron herramientas, instrumentos de labranza en último caso, cuya modificación fue dando lugar a diseños más adecuados al combate con otros hombres, que a la siega, la siembra o las labores de pastoreo.

Sin embargo, la misma creación del hombre y la mujer puede interpretarse como instrumentos acerca de los cuales su creador desconfiaba. Y es aquí donde esto empieza a ponerse interesante. La relación entre el creador y lo creado suele proyectar una sombra de duda no solo en el que crea, sino también en aquellos que en adelante se valdrán de lo creado. Para efectos de este trabajo, no vamos a pensar en el creador y en el usuario como elementos escindidos o separados el uno del otro, sino como dos versiones indistintas, quedándonos con lo que realmente importa: la desconfianza frente a lo creado. Los humanos somos, para decirlo en términos míticos, una tecnología de la divinidad. Y la divinidad, en tanto creadora, tendría que desconfiar de su criatura. Así fue cómo, finalmente, desconfiando de ella, decidió castigarla por entrometida o desterrarla del Jardín del Edén.

Nuestra tarea, entonces, consistirá en desandar el camino para saber si lo que llevó al artífice —según los decires remotos— a desterrar a su criatura, es lo que nos llevará a nosotros a desterrar a la nuestra.

*

Es cierto que los seres humanos no crean sus mitos para crear nuevas realidades, sino más bien para completar las existentes. No podemos ver algo y dejarlo en paz, debemos interpretarlo y esta interpretación la hacemos por medio del lenguaje. Ahora, este lenguaje pone de manifiesto anhelos y temores. La suma de todos ellos está contenida en un corpus literario que se ha ido tomando las estanterías de las librerías en todo el mundo, a lo que debemos añadir la prensa, las mismas redes en todas sus formas y la investigación académica. Nosotros nos valdremos de todos estos escenarios para desmenuzar esta región del mundo de modo de poder hacernos una idea acerca de él.

Esperamos poder esbozar un sistema de referencias que nos permita mostrar a nuestros lectores lo que se conoce como tecnofobia, concepto que iremos aclarando a medida que avancemos en el texto, pero que sintetiza una de las ideas centrales de nuestro trabajo. Por contrapartida, nos esforzaremos por dibujar un panorama que atempere lo que para nosotros es una sobrevaloración de las amenazas, sin dejar de poner en evidencia que la humanidad, su naturaleza más íntima, no cambia y que, por lo mismo, nunca será tan temible la creación como el creador.

Otra consideración importante es el foco de nuestra exploración. La tecnología no es un sendero, es más bien un follaje que crece en todas direcciones. Hay tecnologías que engendran otras. Sin la telefonía hubiese sido muy difícil dar con internet y la Web. Sin el desarrollo en electricidad y magnetismo, no hubiese habido teléfonos. Sin las matemáticas —otra tecnología— de los siglos XVII al XIX tampoco habría sido posible realizar avances en física y, sin esta, en termodinámica. Un follaje, como decimos, tan imbricado, es fruto también de un crecimiento en el que el avance es cada vez más dependiente del modo y extensión en que se producen otros avances, ya sea en regiones próximas o alejadas. Ahora bien, en el marco de este campo tan vasto, nos centraremos en las tecnologías de la información, visitando en particular ese espacio que aunque virtual es cada vez más real y que se conoce como ciberespacio.

En consecuencia, en los próximos capítulos el lector podrá enterarse no solo de las posibilidades que plantean todos estos campos tan pródigos y de qué modo nos sentiremos amenazados por ellos, sino cómo, y a pesar de tantos diagnósticos errados o predicciones equivocadas acerca del futuro, ellos se mantendrán igual de apocalípticos y terminales para nuestra especie. Esperamos responder, entonces, a las siguientes preguntas:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nada que temer»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nada que temer» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nada que temer»

Обсуждение, отзывы о книге «Nada que temer» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x