1 ...6 7 8 10 11 12 ...26
Fig. 1.11 Flujo de regurgitación tricúspide severa mediante Doppler color. Plano apical.
1.6Aplicaciones del método Doppler
1.6.1 Cálculo del gradiente de presión entre dos puntos
Mediante la ecuación de Bernoulli podemos calcular la energía en un punto:
E = P + ½ δv 2+ δgh + δ ∫ dv / dt de + Rv
Donde E = energía de presión + energía cinética + energía gravitacional + energía de inercia + energía de fricción viscosa.
En la práctica, la energía de fricción viscosa (Rv) y la energía gravitacional (δgh) se desprecian. La ecuación entre dos puntos distintos (por ejemplo, en una estenosis entre la velocidad previa a la estenosis y la velocidad posterior) del sistema queda así:
, y para el cálculo de ΔP a través de una estenosis:
, es decir, que puede ser calculado a partir de la diferencia de velocidades. Si se convierte la unidad de presión (pascal) en mmHg, queda:
. Si v1 no supera 1 m/s se puede obviar, quedando entonces la ecuación de Bernoulli simplificada:
ΔP = 4v 2.
Es decir, sabiendo la velocidad de la sangre mediante la ecuación Doppler, podremos calcular la presión de la sangre mediante una sencilla fórmula.
El método Doppler no solo se aplica a la sangre, sino también al propio tejido cardiaco. Permite obtener la velocidad de desplazamiento de un punto determinado de las paredes del corazón a lo largo del tiempo.
El estudio de la velocidad del tejido permite analizar la velocidad de contracción y relajación de las paredes en las distintas fases del ciclo cardiaco.
Derivado de los datos de Doppler tisular podemos obtener otros parámetros como el strain (porcentaje de deformación de las fibras miocárdicas durante el ciclo cardiaco) y el strain rate (diferencia de las velocidades de deformación entre dos puntos del miocardio).
La aplicación de esta modalidad ha servido fundamentalmente para estudiar algunos aspectos de la función sistólica y diastólica del corazón ( fig. 1.12).
Fig. 1.12 Doppler tisular. Basado en el Doppler pulsado, el Doppler tisular nos permite obtener las velocidades del tejido, en este caso del anillo mitral. Se aprecian la onda sistólica (S a) y las dos ondas diastólicas (E ay A a). Veáse la correlación con el electrocardiograma.
1.7Ecocardiografía de contraste
Es una técnica para opacificar el flujo sanguíneo y permitir su visualización. Las imágenes ecocardiográficas en modo M o 2D no permiten visualizar la sangre (las estructuras cardiacas adyacentes generan muchos más ecos que la sangre).
Para ello se utilizan los agentes de contraste o ecopotenciadores, inyectados por vía endovenosa. Son líquidos que llevan pequeñas burbujas de gas. Cuando el haz de ultrasonidos interfiere con las burbujas disueltas en la sangre se genera una gran dispersión de ecos, lo que aumenta la intensidad de la señal reflejada hacia el transductor. Aquellas burbujas menores de 10μ son capaces de atravesar los capilares pulmonares y opacificar no solo la sangre en las cavidades derechas, sino también en las cavidades izquierdas. Han de permanecer estables el tiempo suficiente para opacificar las cavidades antes de destruirse ( fig. 1.13).
Fig. 1.13 Opacificación de todas las cavidades, derechas e izquierdas, utilizando Sono-Vue® (microburbujas de hexafluoruro de azufre), un contraste inyectado en vena periférica que atraviesa la circulación pulmonar. En este caso se administró para diagnosticar un trombo en el ápex de ventrículo izquierdo (VIZDO), que finalmente se descartó (se aprecian las trabeculaciones que pueden inducir a error en el estudio sin contraste).
1.8Planos de estudio y sistemática de estudio
En las imágenes adjuntas observamos la disposición del corazón y los grandes vasos en una imagen obtenida mediante resonancia magnética ( fig. 1.14). Esto nos permitirá entender los distintos planos de corte ecocardiográfico ( fig. 1.15) y su correspondencia anatómica ( fig. 1.16).
Fig. 1.14 Visión del corazón por resonancia magnética, correlación anatómica y posición del transductor de eco en el eje paraesternal (transductor izquierdo) y apical (transductor derecho). AD: aurícula derecha. AI: aurícula izquierda. VD: ventrículo derecho. VI: ventrículo izquierdo. TIV: tabique interventricular.
Fig. 1.15 Posición del transductor de ecos en un estudio transtorácico y correlación con los planos de estudio.
Existen varios planos para visualizar todas las cámaras cardiacas. Los cinco planos más usados son: el eje largo (longitudinal), el eje corto (transversal), que se obtiene desde la ventana paraesternal, y los tres planos apicales (apical 4 cámaras, 2 cámaras y 3 cámaras) ( fig. 1.16).
Fig. 1.16 Planos de estudio paraesternales y apicales y su relación con la anatomía cardiaca. AD: aurícula derecha. AI: aurícula izquierda. Ao: aorta. VD: ventrículo derecho. VI: ventrículo izquierdo.
En la figura 1.15podemos apreciar la situación del transductor respecto al paciente.
Los transductores disponen de una muesca o señal que facilita la orientación espacial del transductor y de las imágenes obtenidas. En la pantalla del ecocardiógrafo existe una pequeña señal situada a la derecha del vértice del sector de la imagen que corresponde a la localización de la muesca del transductor.
La exploración se inicia en los planos paraesternales (tercer espacio intercostal izquierdo) y la muesca del transductor se dirige hacia el hombro derecho, de forma que la aorta queda a la derecha de la imagen y la punta del ventrículo izquierdo a la izquierda (plano longitudinal o eje largo [ fig. 1.16]). Manteniendo la posición del transductor, al girar 90º la muesca queda dirigida hacia el hombro izquierdo y obtenemos los ejes cortos o transversales ( fig. 1.17): 1) grandes vasos, en los que se visualiza en el centro la válvula aórtica; 2) eje corto del ventrículo izquierdo a nivel de la válvula mitral; 3) eje corto a nivel de los músculos papilares, y 4) eje corto a nivel medioapical. En estos cortes el ventrículo izquierdo muestra una forma circular, con el ventrículo derecho anterior.
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