Aquí encontrarás historias en las cuales hablaremos de mujeres que pasaron por situaciones difíciles, que seguro has afrontado. Pero no nos detendremos en el dolor buscando falsos consuelos, sino que haremos algo más interesante: nos enfocaremos en cómo las superaron, en cómo le dieron la vuelta y las cambiaron para poder sacar esa mujer irresistible, atractiva y de alto valor que llevaban dentro. Es lo que busco con este libro, que crezcas.
Este libro quiere ser para ti un compañero de camino y un buen lugar al que siempre quieras volver. Este libro es como ese bar o ese café de tus amores. Por eso, aunque hay un orden, no dudes en volver una y otra vez a la página que desees. Porque, de hecho, haces parte de este sueño.
Primer secreto:
RECONOCE QUE ERES UN IMÁN
Descubre que eres un imán. Te invito a conocerte y reconocerte. Como mujer eres uno de los seres vivos más evolucionados del planeta y el que más disfruta del sexo; solo por esto ya eres afortunada. Es tan fuerte la atracción generada por ustedes las mujeres que en su nombre se han construido palacios y ciudades .
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Bueno, bienvenida a este primer secreto del libro. Espero y deseo que en este camino te conviertas en una mujer realmente atractiva. Para esto te compartiré unos secretos especiales, y el primero de ellos es: “reconoce que eres atractiva, eres como los imanes, tienes la capacidad de atraer lo que desees”. Ten presente que todos los seres humanos somos atractivos, y lo somos por dos razones: porque tenemos una historia única que nos hace seres espectaculares; y porque biológicamente estamos dotados de sentidos, hormonas y de la capacidad de llamar la atención de otros seres humanos.
Quiero empezar por recordarte que cada uno de nosotros tiene una historia por contar, que es única porque la hemos recorrido por distintos senderos. Nadie más nació en el mismo momento que tú, en el mismo lugar y de la misma madre que tú. Por más que tengas una hermana gemela o melliza, no nacieron al tiempo. Y de ahí en adelante todas tus experiencias han sido diferentes, las has vivido en un momento único, en un espacio particular y a través de tus ojos. La forma cómo sientes, amas y anhelas es irrepetible. La unión de todo esto ha dado como resultado lo que eres hoy.
Lo que acabamos de decir es muy importante y estoy seguro de que en ocasiones te has encontrado con las siguientes dos opciones. Una es mirar tu historia desde la óptica de la victimización, en la que afirmas que todo lo malo que te ocurre es culpa de los demás, y que tu vida está siempre en un callejón sin salida. Ese tipo de posturas nos llevará siempre a un estado de negatividad en el cual sufriremos y estaremos cada vez más en una peor situación. Es por eso que en ocasiones culpamos a nuestros papás por las cosas que nos hicieron. Los juzgamos porque se separaron, porque eran conflictivos, porque nos dijeron cosas feas, porque no confiaron en nosotros, y porque nos llenaron de inseguridades. Siguiendo con esas formulaciones, no es difícil encerrarse en el rol de víctima y terminar por aceptar que (como no supiste afrontar las circunstancias) era normal dudar de ti y buscar cualquier excusa para justificarte. Eso es lo que hoy no te permite confiar en ti.
Ahora miremos la otra óptica, la de aceptar tu historia como la versión fantástica llena de momentos buenos y no tan buenos que te hacen un ser único. Esa visión de vida en la que por un lado no te haces víctima, pero tampoco te vas al otro extremo de ser prepotente hasta el punto de creer que, como eres la que más ha sufrido y a la que más cosas malas le han pasado, eres la que más sabe de la vida y que nadie puede decirte nada, porque estás arriba de todo el mundo.
Estoy seguro de que has conocido personas en las dos situaciones, en la máxima tristeza por lo que les tocó vivir; y otras, a pesar de todo, llenas de energía y entusiasmo. Mira que uno oye a esas dos personas y luego se pregunta: “¿Cómo es que cada una ha tomado un camino distinto?”. También es muy normal que justifiquemos nuestros estados de vida. Pero no debemos caer en eso, lo mejor y más sano es mantener la vista levantada, para aprender del mundo, y, obviamente, estar atentos a lo que nos diga el corazón y la razón.
El secreto está en ser responsable para entender que eres atractiva porque aceptas tu historia y la usas a tu favor. Por eso te invito a que descubras cuán atractiva eres; porque tu historia te hace un ser único que muchas personas desearán conocer. Pregúntate a partir de este momento: “¿Qué puedes empezar a hacer para reconocer cuáles son las cosas de tu vida a las que les tienes que dar la vuelta?”. Tal vez tenga que ver con todos esos traumas y esas ideas negativas que tienes, que te han marcado para mal y que te dan pena, esas características por la que crees que te rechazan. Darle ese vuelco a tu historia y a tu vida te harán fuerte, no insensible, sino segura de ti misma.
Para eso tienes que aceptar tu historia, entender que pasaste por momentos difíciles, que tienes defectos y que en ocasiones te has equivocado. Pero todo eso que has vivido lo vas a mirar a través de unos ojos nuevos, porque estás dispuesta a aprender de los errores y de los momentos difíciles. Ya no te vas a victimizar, sino que vas a cambiar tu actitud, tanto así que la gente dirá: “¡ Wow , qué persona tan interesante! ¡Cómo afrontó la vida, cómo aprendió, y cómo hoy tiene excelentes aportes para hacerle al mundo!”.
Te invito a que seas la mujer atractiva e irresistible que se reconoce a sí misma. Así que mientras lees este capítulo, este secreto, es el momento para que te digas: “Soy una mujer atractiva y espectacular, con la capacidad de atraer a un buen tipo con el cual me gustaría construir una relación”. Y eso, aunque suena un poco elevado, espiritual y a libro de superación personal (que sí, este libro es de crecimiento personal, no lo vamos a negar), es solo una parte de entender que eres atractiva; lo otro está en la responsabilidad que tienes contigo, de la forma en la que te sientes.
Creo que a este punto es bueno preguntarnos, ¿qué es una mujer atractiva? Las definiciones más básicas se limitaban en la mayoría de las ocasiones a los rasgos físicos, quizá porque desde el lado masculino había una fuerte tendencia a ver a la mujer como un objeto. Pero esta visión ha ido cambiando, se ha aceptado y reconocido cada vez más el gran valor que tienen las mujeres en la sociedad. Entonces, el concepto de belleza como herramienta de atracción ya no se preocupa tanto del cuerpazo, los senos, la cintura; por el contrario, ahora le damos más importancia al carácter y la seguridad que tengas.
Y claro que hay muchas formas de ver y entender el carácter, pero aquí nos quedamos con aspectos como la forma de ser, la manera de afrontar la vida, el trato que se le da a las demás personas. En esto del carácter se pensaba que la mejor mujer era la que le decía “sí” a todo. Pero resulta que no, porque en la mayoría de las ocasiones vamos a preferir a una mujer con límites claros, que tenga unas buenas relaciones de amistad. Porque, al fin y al cabo, todos buscamos estabilidad, por lo cual es difícil que la belleza corporal pueda suplir a la belleza de carácter. Y por supuesto, ya sabes que es fundamental una buena relación con nuestro cuerpo, por eso nos esforzamos para que cada vez sea mejor.
Otro de los aspectos con el cual una mujer se vuelve espectacular y atractiva, y por tanto una mujer de alto valor: es con la autoconfianza. Y mira que es un aspecto bien sexy . Por eso te invito a que construyas tus propias seguridades y que ellas no se basen solo en un cuerpo elegante, sino en ese poder que irradias y te hace segura de cada paso y cada palabra. Obviamente que trabajar en la autoconfianza lleva mucho tiempo, pero también es cierto que con un paso que des ya habrás vencido varias de tus inseguridades. No olvides que la autoconfianza no es prepotencia, ni arrogancia. Para esto observa a personas que admires y de las que puedas aprender y aplicar ideas que te lleven a sacar tu mejor versión, porque como dice Tony Robins: “El éxito deja pistas”.
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