Las partidas de mambises siguieron actuando por toda la isla, quemando ingenios y fincas y asesinando a personas. El 28 de junio, Puigdengolas participó en un encuentro con la partida del rebelde Mendieta en Hitalvo de los Indios, el 16 de septiembre en la acción de la rinconada y el 6 de octubre en las de los negros. Mientras tanto, Maceo y Máximo gómez, después de redactar una constitución y nombrar un gobierno, cruzaron dos veces la línea defensiva fortificada (llamadas «trochas») de Júcaro a Morón, el 30 de octubre y luego el 24 de noviembre. Esto supuso extender la insurrección a la parte occidental y que los insurrectos acosaran Colón, Matanzas y la Habana. El 29 de noviembre, ambos líderes declararon la guerra «dura y despiadada» a los españoles. la guerra era ya total y se extendía por toda la isla. El 19 de diciembre Puigdengolas ganó por su comportamiento una primera medalla en la acción de babiney y el 28 luchó en la de Pitos de Managuacao. El 12 de enero de 1896 también estuvo en la acción de Cuatro Caminos, en la provincia de santiago de Cuba. El 16, Martínez Campos era relevado del mando del Ejército español en Cuba después de perder la mayoría de los apoyos de los partidos de la isla siendo sustituido por el teniente general sabas Marín y luego, por el general Valeriano Weyler. Martínez Campos había llevado a cabo una política conciliadora pero aduciendo cuestiones morales que le impedían llevar a cabo ejecuciones sumarias y por no ser partidario de concentrar en las ciudades a las familias que habitaban en las zonas rurales para evitar la ayuda que se daba a los mambises, pidió su relevo, lo que al final se llevó a término.
Los días 3, 4 y 10 de marzo, Puigdengolas participó en reconocimientos por el arroyo de Jíbaro, los Pedernales y la loma de Quinientos Jeros. En este último lugar estalló al paso de la Columna una bomba de dinamita y se desató un importante tiroteo. las operaciones por la provincia de santiago eran escasas por esas fechas, limitándose los españoles a «la persecución de los innumerables grupitos de salteadores que por doquier pululan, y que, salvo escasísimas excepciones, no hacen jamás frente a nuestras tropas, con las que cambian a lo más cinco o seis tiros, emprendiendo en seguida una de esas fugas en las que no tienen rival» 5 pero hubo una excepción en san José de Maffo el 2 de abril. En dicha batalla los mambises tuvieron 25 muertos, que abandonaron, y muchos heridos que pudieron llevarse. Entre los españoles hubo 15 heridos, todos de la tropa, dos de los cuales quedaron muy graves y tres soldados contusos. Puigdengolas obtuvo allí su segunda medalla participando después en varias acciones más siendo ascendido a segundo teniente después de un combate en el río Cantillo el 19 de agosto, cosa habitual en aquellas circunstancias en que era necesario sustituir a un oficial caído. Tras otras acciones, y un breve paso por el hospital en septiembre de 1896, los días 16 y 17 de diciembre formó parte de un convoy de 80 carretas que a las órdenes del general de brigada nicolás del rey se trasladó de Manzanillo a bayamo y que fue atacado seis veces consecutivas por las fuerzas reunidas que mandaban los jefes mambises Máximo gómez, Calixto garcía y Jesús rabí. los españoles tuvieron la friolera de 21 muertos y 146 heridos. Tras esta, participó en otras acciones recibiendo una nueva medalla, esta vez pensionada, que fue seguida de otra con distintivo rojo por haber sido herido. El resto del año y el siguiente lo pasó en operaciones de campaña y de protección de convoyes recibiendo posteriormente otra nueva medalla con distintivo rojo, también pensionada.
En noviembre de 1897 el gobierno había aprobado una amplia autonomía para la provincia, buscando restar así argumentos y apoyos a los independentistas. Además la dureza del general Weyler, había aumentado la oposición de la población a los españoles aunque también favorecido el desgaste de la lucha mambisa. Parecía que la guerra podía resolverse pronto. sin embargo, un hecho crucial tuvo lugar el 15 de febrero de 1898. Con la excusa de asegurar los intereses de los residentes estadounidenses en la isla, su gobierno envió a la Habana al acorazado de segunda clase «Maine». Esto pretendía en realidad intimidar al gobierno español ya que éste había rechazado una oferta estadounidense de comprar las islas de Cuba y Puerto rico. El «Maine» entró en la Habana sin avisar previamente de su llegada, lo que era y sigue siendo contrario a las buenas maneras de la diplomacia. la noche del 15 de febrero de 1898, el barco explotó espontáneamente muriendo 256 hombres.
Puigdengolas seguía participando en nuevos combates de los que destacó por su importancia el de la toma de la posición de «El Chino», una posición fortificada que cayó pese a ser atacada con fuerzas muy inferiores a las de los mambises. después de este, nuestro protagonista participó en varios combates más, llegando a Manzanillo el 13 de abril.
Independientemente de quien fuese realmente la responsabilidad de lo del «Maine», el gobierno de los EE.uu. acusó a España del hundimiento y tras un ultimátum, el 25 los EE.uu. declararon la guerra a España, aunque unos días antes ya nos habíamos adelantado los españoles. las tropas de Estados unidos llegaron enseguida a Cuba pero fueron incapaces en tierra de inclinar la balanza a su favor. la guerra se decidió, sin embargo, en el mar gracias según la historiografía tradicional a que los barcos españoles estaban en inferioridad con respecto a los estadounidenses. El 7 de junio, Puigdengolas fue ascendido a Primer teniente de la escala de reserva de Infantería por los méritos demostrados en varios combates anteriores.
Al comenzar los desembarcos estadounidenses en las proximidades de santiago de Cuba, el general linares ordenó a la división desplegada en Manzanillo que se dirigiera rápidamente a santiago para defenderla sin perder el tiempo en combates innecesarios con los mambises. la columna, formada por 3.700 hombres –entre los que estaba el teniente Puigdengolas–y mandada por el coronel Escario, salió de Manzanillo el 22 de junio bajo una lluvia tropical, debiendo recorrer a pie unos 300 kms de selvas infestadas de guerrilleros. los mambises habían pactado con los estadounidenses que hostigarían a los españoles para retrasar su misión y darles tiempo a aquellos para tomar santiago. Pese a ser atacados varias veces, la columna de Escario llegó a bayamo el día 26 aunque contradiciendo las órdenes, el jefe ordenó tomar la ciudad. después de ello, la columna se retiró a su campamento. El día 27, la expedición marchó a baire a donde, entre emboscadas enemigas, llegaron al día siguiente. En una de esas, Puigdengolas obtuvo por su comportamiento otra nueva medalla. Tras un día de descanso, el 30, abandonaron baire y continuaron su camino teniendo que asaltar un fuerte cubano que pretendía cerrarles el paso.
Los norteamericanos ya desde el 19 de mayo mantenían bloqueado navalmente el puerto de santiago. la escuadra española que dirigía el almirante Cervera, en flagrante inferioridad, se limitaba a permanecer atracada en la bahía. El 1 de Julio, mientras tanto los norteamericanos iniciaron un ataque por tierra sobre santiago sufriendo una victoria pírrica frente a las escasas tropas españolas de guarnición en el poblado de El Caney, tropas que demostraron el carácter obstinado de los españoles tantas veces visto en la Historia militar. El 2 de julio, tras vencer nuevas resistencias, la columna del coronel Escario llegó a Palma soriano en el límite exterior de las defensas de santiago culminando así con éxito esa arriesgada misión. desde allí reforzaron urgentemente la plaza. También ese mismo día, temiendo la caída por tierra de santiago en manos de los norteamericanos, el capitán general ramón blanco ordenó a Cervera que abandonase el puerto siendo el 3 de julio la flota española totalmente destruida o encallada. Mientras tanto, entraba Puigdengolas con su exhausta Columna en la ciudad. Tal y como lo hacían, los soldados fueron distribuidos por las defensas. sin descanso, Puigdengolas salió de santiago para dedicarse a la construcción y ocupación de las trincheras que sirvieron después para defender la ciudad de un ataque de los insurrectos los días 10 y 11. Pero la guerra ya tocaba a su fin y el 16 santiago cayó en manos de los norteamericanos. Puigdengolas permaneció en las trincheras hasta el 17 en que se trasladó al campamento de san Juan. Allí permaneció hasta el 14 de agosto en que el batallón embarcó en el vapor-hospital «Isla de luzón» llegando al puerto de Vigo el 29 de agosto por la mañana. Era la segunda expedición de repatriados de Cuba y el barco llevaba numerosos heridos y, sobre todo, enfermos. la llegada de esos soldados sancionaba el fin de una época de grandeza para España y dejaba a nuestro país en el lugar que le correspondía en el equilibrio mundial de las naciones.
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