También puede que no haya estudiado lo suficiente, que sabía que me faltaban dos temas por repasar, pero quería salir con mis amigos. Tomé esa decisión pensando que lo que había estudiado iba a ser suficiente, y que lo más justo era que saliera con mis amigos después de un mes de no verlos. Creí que debía hacer eso, y quizás me equivoqué, pero no debo sentir culpa, solo aprender para la próxima vez.
Por otro lado, existe el caso de personas cuyos errores pueden afectar a otros, que tienen actitudes con las cuales saben conscientemente que están causando un daño. En estos casos por lo general son personas que creen que así deben manejarse en el mundo, porque lo creen un sitio hostil donde cada uno debe preocuparse únicamente por sí mismo y sacar ventajas aunque esto represente perjudicar a otro. Estas personas actúan de esta manera porque también creen que es la mejor manera de actuar para sobrevivir en este mundo que ellos consideran sumamente hostil e injusto, conclusión a la que seguramente llegaron por sus experiencias de vida.
Muchas personas creen que no valen o que no son lo suficientemente buenos porque cometieron muchos errores en el pasado. Eso no tiene sentido, primero porque como vimos anteriormente, hicieron lo mejor que pudieron o tomaron la decisión que creyeron más justa o correcta en ese momento, por lo que si no hay culpa, no hay motivo para desvalorizarse. Segundo, porque no pueden ver que están en un proceso de aprendizaje, que el error es un ingrediente inevitable muchas veces y que las personas que más errores cometen suelen ser las que más aprenden.
No es saludable volver constantemente al pasado y culparnos por nuestros errores, porque ahora somos personas diferentes a quienes fuimos en ese pasado, todos podemos decidir diferente con el diario del lunes, pero en ese momento no lo teníamos. Volver al pasado solo sirve como herramienta para aprender de las experiencias, pero no para quedarnos anclados en él, en culpas y sufrimientos.
La culpa, no tiene ningún sentido, pero esta marcada a fuego en nuestra programación mental, y nos aleja del bienestar, la felicidad y también puede paralizarnos.
Aprende de los errores, pero no pierdas tiempo culpándote por ellos.
5
Vive principalmente en el momento presente
Muchas personas no son conscientes de vivir principalmente en el momento presente y realmente pasan su vida entre el pasado y el futuro, con sus mentes divagando entre recuerdos dolorosos o futuros preocupantes, por lo cual no disfrutan de lo único real, que es el momento presente.
El pasado solo sirve como un instrumento para recordar ciertos errores que hayamos cometido, para no volverlos a repetirlos, o para recordar ciertos aprendizajes particulares, y el futuro solo sirve para poder planificar determinadas cuestiones. Pero como dice una frase: “Todo aprendizaje pasado se hace relevante en el momento presente y cualquier planificación o trabajo hecho para el futuro usted lo esta haciendo siempre en el presente”. La vida realmente es eterno presente, pero nosotros la dejamos pasar, viviendo mentalmente entre el pasado y el futuro.
Haga del presente el foco primario de su vida, cuando vivimos atentos al momento presente la vida se vuelve más intensa, más disfrutable, mas bonita. Trate de buscar momentos en el día en donde pueda conectarse solamente con el presente y vea lo que siente. Por ejemplo cuando desayuna, en lugar de estar pensando en las preocupaciones del futuro, busque conectarse profundamente con las sensaciones del momento, sienta la taza caliente entre sus manos, el aroma del café, disfrute el sabor de las tostadas recién horneadas; con su mente en paz, quieta y enfocada en lo que realmente esta viviendo en ese momento. Este mismo ejercicio puede hacerlo en diferentes momentos del día y podrá ver cómo una sensación de calma y alegría se manifiestan en esos momentos.
Tenga en cuenta que la preocupación, el estrés y el miedo son consecuencia de vivir demasiado en el futuro y muy poco en el presente; y el rencor, la culpa y el resentimiento son consecuencia de vivir demasiado en el pasado y muy poco en el presente.
Nuestra mente esta acostumbrada a divagar entre el pasado y el futuro, por lo que usted debe hacer un pequeño esfuerzo consciente para traerla al presente. Use el pasado y el futuro sólo como instrumentos para lo que sirven, pero luego acuérdense de volver al presente, para que pueda disfrutar realmente de la vida y de cada uno de sus momentos.
6
Elige cuidadosamente qué estímulos permites entrar en tu vida
Nuestro cerebro es una máquina perfecta de captar información y aunque la información que entra por nuestros sentido es bastante limitada por ellos, como así también parte de ella es filtrada por nuestro cerebro, en el caso que esta se aleje demasiado de nuestro sistema de creencias básico, aun así, vivimos bombardeados de información que nos afecta de varias maneras.
Debemos tener en cuenta que cada pieza de información que llega a nosotros y que nuestra mente no rechaza absolutamente, pasa a formar parte de los estímulos que terminan moldeando nuestra visión del mundo, nuestros estados emocionales, y nos pueden condicionar a actuar con una cierta tendencia.
Aunque no lo creamos, las cosas que vivimos nos condicionan siempre en mayor o menor medida. Nosotros creemos que somos los dueños de nuestros pensamientos y nuestras creencias, y en realidad no es tan correcto afirmar eso, ya que todo termina por influirnos de alguna manera.
Sabemos que es difícil escapar del todo a las influencias que nos rodean, por eso debemos limitar con inteligencia aquellas que notamos que no nos traen ningún beneficio, o que quizás nos perjudican.
Tanto los eventos que vivimos, como los eventos que otros nos relatan que vivieron, como las noticias que vemos en la televisión o redes sociales, nos influyen. A veces podemos sentirlo instantáneamente, cuando vemos una noticia que consideramos triste, parte de esa tristeza se instala en nosotros; lo mismo que cuando vemos algo que consideramos injusto, puede que una sensación de ira nos invada y podemos ver claramente como algo externo que no nos esta sucediendo a nosotros, puede alterar nuestro estado de ánimo en cuestión de segundos. Esto es a causa de la empatía que poseemos los seres humanos por tener en nuestro cerebro las llamadas neuronas espejo.
Además de alterar nuestro estado de ánimo, cada información sobre la realidad que escuchamos, que puede que sea a través de un familiar o amigo, o a través de los medios de comunicación, es como un grano de arena que termina formando parte de cómo nosotros vemos el mundo. Hay una frase que dice: ‘’Si dices una mentira la suficiente cantidad de veces, acaba por convertirse en verdad’’. Esto puede llegar a ser así porque el cerebro aprende por repetición, y cuanto más veces escuche una determinada información, más se convence de la veracidad de la misma.
Es por esto que es importante que seamos conscientes de dicho mecanismo, y tratemos de evitar sobreexponerse a noticias que nos pueden infundir temor o que nos bombardean con ideas de un mundo injusto, inseguro y terrorífico, porque cuanto más tiempo estemos expuestos a esa información, más nos va a influenciar en nuestra visión del mundo, más va a afectar nuestro estado de ánimo y con ello nuestra salud y nuestra capacidad de actuar con inteligencia y eficacia en el mundo. Al vivir en el miedo, nuestro cerebro racional se bloquea parcialmente para dar paso a nuestro cerebro primitivo, que es el encargado de la supervivencia cuando nos encontramos en peligro. Esta parte de nuestro cerebro, también llamada cerebro reptiliano, carece de racionalidad y toma como base de su funcionamiento los instintos y memorias ancestrales; por lo que nuestras decisiones influenciadas por él son muy poco inteligentes.
Читать дальше