CORTESANAS, BOHEMIOS,
ASESINOS Y FANTASMAS
EDUARDO ZAMACOIS EN EL JARDÍN DE LA CASA FAMILIAR DE JULIO ROMERO DE TORRES EN CÓRDOBA, HACIA 1930.
Fototeca del Museo Julio Romero de Torres.
EDUARDO ZAMACOIS
CORTESANAS,BOHEMIOS,
ASESINOS Y FANTASMAS
Introducción y selección de
Gonzalo Santonja
COLECCIÓN OBRA FUNDAMENTAL
COLECCIÓN OBRA FUNDAMENTAL
Responsable literario: Francisco Javier Expósito
Cuidado de la edición: Lola Martínez de Albornoz
Diseño de la colección: Gonzalo Armero
Conversión a libro electronico: Criteri Digital i Multimèdia, S.L.
© Fundación Banco Santander, 2014
© De la introducción, Gonzalo Santonja
© Herederos de Eduardo Zamacois
Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 534-bis del Código Penal vigente, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte sin la preceptiva autorización.
ISBN: 978-84-92543-57-1
Í N D I C E
Un hombre que se fue, una obra que vuelve GONZALO SANTONJA
, por Gonzalo Santonja [ IX ]
Procedencia de los textos [ LXVI ] PROCEDENCIA DE LOS TEXTOS «Cuentos de asesinos, ladrones y fantasmas»: La risa, la carne y la muerte, Madrid, Renacimiento, 1930, págs. 269-357. «Postales de Madrid. Los que huyen de la muerte»: Mi Revista, núm. 44-45, Barcelona, 15 de julio de 1938, págs. 16-17. Europa se va: La Novela Corta, núm. 66, Madrid, 7 de abril de 1917. «El crimen del expreso de Andalucía. Como vecino de Madrid, asisto a la ejecución de los reos. Los cacareados Hermanos de la Paz y Caridad»: Un hombre que se va, Buenos Aires, Santiago Rueda, 1969, cap. XXIV, págs. 397-405. «Los olvidados», Años de miseria y de risa, Madrid, Hispania, 1916, págs. 252-256. «Cosas de Baroja», La alegría de andar. (Croquis de un viaje por tierras de Puerto Rico y Cuba, Estados Unidos, Centro-América y América del Sur), Madrid, Renacimiento, 1920, págs. 97-100. «A propósito de Benavente»: La Carreta de Théspis, Barcelona, Maucci, 1914, págs. 204-209. «Vicente Blasco Ibáñez»: Vicente Blasco Ibáñez, Madrid, Sucesores de Hernando, 1910 (Mis Contemporáneos, 1), y Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1928, págs. 99-110. «Miguel de Unamuno»: Un hombre que se va, cit., cap. XXXI, págs. 474-476. «Ramón del Valle-Inclán»: Un hombre que se va, cit., cap. IV, págs. 186-187. Nochebuena: Teatro Galante, Madrid, Antonio Garrido, 1910, págs. 13-80. Cartas a Julio, Enrique y Rafael Romero de Torres: Museo Julio Romero de Torres, Córdoba. Epistolario: Archivo Histórico Nacional, Madrid.
NOVELAS Y CUENTOS NOVELAS Y CUENTOS Escritor prolífico y de distintos géneros, Zamacois, ante todo narrador, obtuvo reconocimiento y alcanzó aceptación a través de la novela y el cuento, así como de la literatura autobiográfica. Con la historia y la fabulación conjugadas en equilibrio y con un manejo sabio de los olvidos. «Cuentos de asesinos, ladrones y fantasmas» forma la tercera parte de La risa, la carne y la muerte, cuentos de humor, pasionales, de crímenes y de misterio, faceta esta brillante, por lo general inadvertida, con ese lado incitante de la obra de Zamacois oculto por los oropeles de la fama y los triunfos. Visión unívoca, visión parcial, visión confundida. Las miserias del hombre y las ráfagas del misterio vertebran muchos de sus relatos, tal vez los de mayor vigencia, con obsesiones mantenidas o incluso acentuadas durante la guerra. Así lo corrobora la postal de Madrid «Los que huyen de la muerte», que cierra este apartado. Y la vertiente social o, si se prefiere, la óptica regeneracionista. A ese planteamiento responde Europa se va, la novela doliente y esperanzada del emigrante, fruto del primer viaje americano, escrita a bordo del Paraná, concluida en Buenos Aires, y allí publicada por el diario La Razón, bajo el título provisional de Los emigrantes (1911). Con numerosas ediciones en su haber (siete en Renacimiento), muy pronto, en 1917, Zamacois adaptó su contenido al formato de la novela corta, obligado por los lectores a beneficiarse de su propio «invento». Por último, un capítulo de su gran libro río, Un hombre que se va: la estampa estremecedora del ajusticiamiento de los delincuentes del expreso de Andalucía y el sobrecogedor retrato del verdugo de Burgos en acción. [G. S.]
Cuentos de asesinos, ladrones y fantasmas CUENTOS DE ASESINOS, LADRONES Y FANTASMAS
Europa se va
Postales de Madrid. Los que huyen de la muerte
Un hombre que se va (capítulo XXIV)
ESCRITORES
GALERÍA DE CONTEMPORÁNEOS
Los olvidados
Cosas de Baroja
A propósito de Benavente
Vicente Blasco Ibáñez
Miguel de Unamuno
Ramón del Valle-Inclán, iluminado por Dorio de Gádex
TEATRO GALANTE
Nochebuena
EPISTOLARIO
Cartas a Julio, Enrique y Rafael Romero de Torres (1920)
Epistolario (1938-1971)
1. De Margarita Nelken, 18 de noviembre de 1938
2. A Juan Negrín, 1 de febrero de 1939
3. De Jean Cassou, 31 de mayo de 1939
4. De Ramón Gómez de la Serna, ¿diciembre de 1958
5. A Alfredo Palacios, 17 de febrero de 1961
6. De Luis Ponce de León, 19 de enero de 1965
7. De Luis Ponce de León, 11 de diciembre de 1967
8. A Luis Ponce de León, 29 de enero de 1968
9. A Luis Ponce de León, 11 de febrero de 1968
10. A Luis Ponce de León, 11 de septiembre de 1968
11. A Ramón Solís, 24 de enero de 1969
12. De Ramón Solís, 24 de marzo de 1969
13. De Federico Carlos Sainz de Robles, 12 de noviembre de 1969
14. De Francisco Umbral, 7 de diciembre de 1969
15. A Ramón Solís, 26 de diciembre de 1969
16. A Ramón Solís, 20 de enero de 1970
17. De Federico Carlos Sainz de Robles, 30 de enero de 1970
18. A Federico Carlos Sainz de Robles, 6 de febrero de 1970
19. De Federico Carlos Sainz de Robles, 30 de mayo de 1970
20. De Matilde Fernández a Ramón Solís, 22 de mayo de 1971
21. De Manuel Ríos Ruiz a Matilde Fernández, 28 de mayo de 1971
22. A José Manuel Lara, 15 de diciembre de 1971
Cartas familiares (1950-1971)
GONZALO SANTONJA
UN HOMBRE QUE SE FUE, UNA OBRA QUE VUELVE
… Y es tan largo el olvido.
PABLO NERUDA
A PARTIR DE 1960 el nombre de Eduardo Zamacois «empezó a sonar de nuevo en España», escribió Federico Carlos Sainz de Robles al prologar en 1971 sus Obras selectas en AHR (Barcelona)1, editorial decisiva en ese intento de recuperación, el mismo año en que la muerte alcanzaba al autor en Buenos Aires2, cuando cumplí treinta y dos años de exilio y al cabo de una vida pródiga en iniciativas y literariamente fecunda.
Cubano de nacimiento (Pinar del Río, 17 de febrero de 1873), hijo único de Pantaleón Zamacois y Urrutia, músico vasco emigrante en América, hermano de intelectuales, artistas y aventureros3, y de la pinareña Victoria Quintana, con infancia y juventud viajera4, Eduardo Zamacois dirigió revistas, fundó editoriales, inventó la novela corta de quiosco, modalidad clave en las primeras décadas del pasado siglo, fue narrador consagrado, memorialista de los imprescindibles, corresponsal de la Primera Guerra Mundial, republicano sin adscripción partidaria y exiliado, renovando también —aportación habitualmente inadvertida— el género de las conferencias, pionero en la alianza de palabra e imagen, realización documentada gracias al Museo Julio Romero de Torres (Córdoba), cuya directora Mercedes Valverde, ha descubierto en su fondo un conjunto revelador de cartas y telegramas de Zamacois, aquí anticipados en virtud de su generoso sentido de la colaboración.5
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