La verdad, para Gadamer (que revela aquí su deuda con Heidegger), no es un saber absoluto, sino una búsqueda continua entre la sabiduría de la cultura, del sentido común, del lenguaje y del movimiento, y la apertura de las transformaciones del contexto específico en el cual el individuo opera. El proceso hermenéutico, entonces, no se presenta como una metodología sino que es la misma forma con la cual se presenta la verdad. Liberar las ciencias humanas del modelo científico significa acercarse a la verdad de modo distinto, que no consiste en su posesión, sino en la participación y en la empatía. La verdad incluye también emociones y sentimientos, y es entonces una experiencia global. Por esta razón Gadamer investiga el significado del arte, en cuanto el arte es un ejemplo de esta forma alternativa de conocer y posiblemente superior a la ciencia.
En este sentido, Gadamer discute los aspectos problemáticos y las razones de la crisis del arte y, al mismo tiempo, intenta su recuperación hermenéutica, es decir, como proceso válido en la búsqueda de la verdad. En la primera parte de Verdad y método Gadamer 20ofrece herramientas esenciales tanto a la estética como a la aproximación crítica del contexto tecnológico. Podemos resumir este desarrollo en las siguientes etapas: la crítica a la estética kantiana y neokantiana del genio, la recuperación de la verdad del arte y la teoría de la transmutación en forma.
Kant y el genio: El origen del arte por el arte
La estética de Kant es el origen filosófico de la separación del arte de la verdad y por ende el motivo por el cual las ciencias humanas y las ciencias exactas se vuelven irreducibles. La teoría del arte en Kant, dice Gadamer, tiene como fundamentos lo bello natural, el gusto y el genio. A través de estos conceptos Gadamer se propone evidenciar sus implícitas aporías:
1. Lo bello natural es fundamental porque relaciona lo bello con la moral. Esto porque la naturaleza tiene como modelo la perfección de la creación, por lo tanto la belleza de la naturaleza es el reflejo de lo divino a lo cual apunta el hombre.
2. El gusto es un fenómeno que se basa en lo bello natural y en las facultades cognitivas de todos los hombres. Pero Kant en realidad fundamenta el gusto en lo individual y subjetivo, porque pone su componente universal en el reflejo de lo divino en el sujeto. El gusto pierde de esta manera cualquier apoyo objetivo, su sentido moral, sus razones históricas y culturales y su valor social (el sentido común). Ahora, este sustrato es lo que permite que el gusto trascienda al individuo y encuentre su valor objetivo y al perderlo Kant está obligado a introducir lo universal a través del genio.
3. El genio, al sobresalir de los límites del gusto y de lo bello natural, permite al hombre hacer saltos cualitativos hacia el fin supremo. El genio tiene la capacidad de jugar libremente con las ideas estéticas y es creativo. Pero la constitución del genio como talento innato divide el arte en los problemas de la verdad, del bien y del mal. Y se crea, dice Gadamer, la diferencia entre los procesos inconscientes e individuales de la creación artística y el trabajo metódico y de aprendizaje del pensamiento científico.
Sin embargo, advierte Gadamer, la radicalización del concepto de genio es resultado del pensamiento poskantiano que empieza con Schiller, a quien se debe que el genio se vuelva totalmente independiente de sus relaciones con la naturaleza y el gusto (que en Kant cuadraban el genio en el contexto de la objetividad). Este fundarse del genio en el sujeto y en la individualidad desemboca en la estética y el arte del Erlebnis . Es más, después de Kant el concepto de genio desborda los confines del arte para aplicarse a todas las actividades humanas.
El concepto de ErlebnisKunst
Gadamer dedica muchas páginas a la discusión de este argumento y a su desarrollo histórico, así que me limito a sintetizar sus conclusiones finales. Por Erlebnis se entiende un acontecimiento vivido con particular intensidad, tal que este se transforma en una experiencia universal. El Erlebnis se vincula al genio en cuanto es el contenido o la materia, si se puede simplificar así, que llena de humana individualidad su componente universal (reflejo de lo divino). La consecuencia es el nacimiento del arte del Erlebnis , porque el arte nace de semejante experiencia y porque tiene como objetivo ser una experiencia de Erlebnis .
Las razones del éxito del concepto de Erlebnis se encuentran, dice Gadamer, en las condiciones históricas de la revolución industrial y luego en las dinámicas de las sociedades capitalistas y de los medios masivos. En estos contextos se hace urgente la defensa del individuo, de sus experiencias y emociones particulares, así que el Erlebnis está tan enraizado en nuestra cultura que ya no es posible percibir correctamente la envergadura de sus consecuencias conceptuales.
La crítica al arte por el arte
De esta forma, todo el arte se reduce a un proceso autorreferencial, a un modo continuo de Erlebnis , suficiente para determinar lo que es estéticamente válido, ya que no necesita ninguna referencia externa. Esto es lo que Gadamer denomina la “conciencia estética”, cuya naturaleza es aclarada mediante el estudio de las relaciones entre símbolo y alegoría. Entonces, el arte del genio y del Erlebnis es un arte simbólico, en cuanto el símbolo es algo que tiene significado por sí mismo y pretende ser un reflejo directo de lo universal. Por el contrario, la alegoría es una figura retórica hermenéutica, relacionada con lo racional y con un contenido externo a ella y que pretende explicar.
Sin embargo, el sentido alegórico del arte, después de la época barroca, ha ido progresivamente perdiendo importancia a favor del arte como símbolo. Pero el mecanismo simbólico es un momento que sucede solo dentro del arte y desaparece una vez terminada la experiencia estética. Los límites del ErlebnisKunst son evidentes cuando cambian las condiciones históricas que justificaban su origen. Hoy estas condiciones no permiten unificar, dentro de una misma aspiración universal común (religiosa, metafísica, ideológica), las diferentes instancias de los Erlebnis individuales. Una situación contradictoria que constituye los límites de la perspectiva hermenéutica de Danto que hemos visto en páginas anteriores.
La recuperación de la verdad del arte
Para superar la conciencia estética, que separa el arte de la moral y del conocimiento, Gadamer se plantea el objetivo de recuperar la experiencia de la verdad, postulando la superioridad de las humanidades a la aproximación metódica de la ciencia. La necesidad de fundar el valor epistemológico de las ciencias humanas es ejemplar en el arte y por esto Gadamer otorga a la crítica de la conciencia estética un valor que interesa a la cultura en general.
Gadamer demuestra la existencia de verdades extrametódicas (no demostrables científica y objetivamente) mediante un análisis fenomenológico del arte. Gadamer dice entonces que la experiencia del arte es un proceso que modifica realmente a quien la vive, y que esta experiencia no se reduce al rango de ilusión o sueño (problema implícito en la conciencia estética), porque permanece como un hecho en el individuo. La modificación del sujeto por la obra de arte quita a esta sus pretensiones de autonomía y de pureza abstracta, porque implica evidentemente el contacto con algún factor concreto y real. Mediante este contacto, que es el contacto con la cultura, la historia, el sentido común (análogamente al gusto y al hic et nunc de Benjamin), la obra de arte vuelve a encontrarse con la verdad. Y, como comenta justamente Vattimo, este encuentro modifica no solo la obra de arte, sino el concepto mismo de verdad, sea científica (objetiva y demostrable) o metafísica (en cuanto universal).
Читать дальше