Estrella Correa - Bilogía Las estrellas

Здесь есть возможность читать онлайн «Estrella Correa - Bilogía Las estrellas» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Bilogía Las estrellas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Bilogía Las estrellas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¡Ya tenéis disponible al bilogía al completo!Nerea tiene una empresa de éxito, un marido que la quiere y una vida perfecta. Nerea quiere volver a ser feliz, y cree que, si tiene paciencia y lucha, todo volverá a ser como antes; pero no espera que su alrededor cambie tan rápido. Nada es como ella pensaba y sus sentimientos se transforman en algo que desconocía. Nerea tiene miedo, sin embargo, elige vivir.¿Y tú? ¿Serías capaz de saltar al vacío sin paracaídas y sin red?

Bilogía Las estrellas — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Bilogía Las estrellas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Ahora te toca a ti —me desafía.

Le clavo mis ojos caramelo y, sin perderlo de vista ni un segundo, me desabrocho la blusa botón a botón, dejando al descubierto mi maravillosa (y oportuna) ropa interior (un body blanco con encajes y un lacito entre los dos pechos). Vislumbro un brillo inusitado cruzar su pupila y se muerde el labio inferior, hambriento, apuesto lo que sea que deseando devorarme. No llego a quitarme el último broche, él lo rompe tirando de ambos lados de mi camisa. Estampa su boca contra la mía, me agarra del culo y rodeo con las dos piernas su cintura. Tarda dos segundos en cruzar el salón, llegar a su dormitorio y tirarme sobre la cama con él encima.

—Ay —me quejo.

—¿Estás… bien? —pregunta con su lengua encontrando lugares recónditos de mi boca.

—Siii —digo entrecortadamente.

Introduce las manos por la pernera de mi pantalón de pinza y los baja hasta tirarlos al suelo. Se deshace de mis tacones y mis medias. Lo poco que quedaba de mí entera, se licua al verlo de rodillas sobre la cama delante de mí, con el pecho subiendo y bajando con rapidez, con la luz de la luna llena de esta noche bañando su morena piel adornada con un montón de trazos perfectos formando maravillosas figuras. Se hace hueco entre mis piernas y con sus manos, y demasiado suave, me agarra de las tirantas de mi body enterizo y las baja muy lentamente. El corazón se me va a salir por la boca. Hace mucho tiempo que no me inundan estas sensaciones casi olvidadas para mí. Una fuerte emoción que te empuja a recibir y disfrutar de todo lo que está por venir. Algo parecido al temor, a la inquietud de encontrarte algo que no esperabas, algo mucho mejor. Me estremezco cuando la tela roza mis pezones y el frío aire los envuelve poniéndolos muy erectos, como si de dos diamantes se trataran. No me pasa desapercibida la mirada de devoción de Pablo cuando los ve. No se lo piensa dos veces, se agacha y se lleva uno de ellos a la boca mientras que al otro no lo deja desatendido y lo masajea con una mano. Su pene, duro, se pega a mi sexo y levanto las caderas con ansia para rozarlo con él. Pablo suelta un rudo gemido cuando lo hago y esto me da rienda suelta y mucha confianza en mí misma para continuar haciéndolo y volverlo loco. Comienza a moverse sobre mí y es él el que roza su polla contra mi zona más erógena, ya húmeda y dispuesta para todo lo que queramos hacer. Termina de bajarme la ropa interior y me deja desnuda. Casi tengo la intención de taparme con las manos, pero algo en su mirada me indica que no lo haga. Se entretiene admirándolo de arriba abajo y me dice lo bonita que soy.

—No sabes lo perfecta que eres —me acaricia los muslos, de abajo a arriba, hasta parar muy cerca de mi sexo.

Jadeo.

Se lleva las manos a su pantalón, lo desabrocha y se lo quita, llevándose el bóxer con él. Su imponente masculinidad se impone ante mí y se me corta la respiración. Está muy que muy bien dotado el niñato.

En contra de todo pensamiento, me besa la barriga y acaricia los pechos, a la vez que baja poco a poco hasta parar y recrearse en mi depilado monte de venus.

—Pablo… —suspiro—. No… —le agarro del pelo y lo atraigo hasta mi boca.

—¿No te gusta? —musita. No consigo decirle que no—. Quiero hacerlo. Tú… solo… disfruta.

Vuelve a bajar buscando mi humedad y me da un lametón justo en el clítoris. Un calambre me traspasa. Gimo y me agarro a la almohada. Se aparta del centro de mi placer y riega de besos mis muslos. La anticipación me está matando y se lo hago saber.

—Pablo… vas a matarme.

—Me encanta cómo suena mi nombre en tu boca.

Abre los pliegues de mis labios y con la lengua los repasa de arriba abajo. Chupa con maestría, sopla y muerde justo en el momento y donde tiene que hacerlo. Un prodigioso orgasmo se va creando dentro de mí. Todas las terminaciones nerviosas se unen en una fiesta donde celebrar la explosión de placer. Aguanto, apretando los músculos de las piernas y los brazos, encogiendo el estómago hasta casi morir, preludio de lo que viene, para un momento después dejar escapar todo en un segundo y que un soberbio orgasmo se expanda y riegue de sexo todo nuestro alrededor. Pablo deja de lamerme cuando mi cuerpo para de convulsionar. Observo el brillo que mi humedad ha dejado en su boca, que limpia con el antebrazo.

—No ha estado tan mal —se sienta sobre la cama y abre un cajón.

¿Bromeas? ¡Ha sido brutal!

Coge un condón de la mesita, se lo pone con maestría ante mi atónita mirada y se arrodilla, majestuoso, delante de mí.

—¿Preparada? —sonríe a la vez que se agarra el pene con la mano derecha.

Asiento con la cabeza, se agacha e introduce la cabeza de su polla muy lentamente. Yo aún no me he recuperado de lo anterior y pego un pequeño grito. Me duele. Para y hace un gesto para retirarse.

—No —lo agarro del hombro y lo retengo—. No te vayas.

Se agacha y pone un brazo a cada lado de mi cabeza, con su cuerpo sobre el mío sin dejarlo caer del todo. Empuja y se introduce un poco más.

—Ahhh.

—¿Te duele? —susurra contra mi boca.

—Un poco —musito con la respiración muy irregular—. Pero no pares.

Vuelve a moverse y lo siento llegar hasta el fondo. De su boca sale un brusco jadeo, llegando a ser desgarrador. Yo grito.

—Joder, Nerea. Estás muy apretada —acompaña la frase de un beso muy tierno pero húmedo.

Cierro los ojos y lo siento dentro de mí. En mayúsculas, a Pablo, en todo su esplendor. Su grandeza, su calor. Cada parte de él se apodera de cada parte de mí.

Retrocede hasta casi salir y entra contenido. Realiza la acción varias veces hasta que para y pega su frente a la mía.

—Nerea —respira con fuerza.

—¿Qué? —consigo decir.

—Voy a explotar. No puedo tener más cuidado.

—Pues no lo tengas. Haz conmigo lo que quieras.

Suelta todo el aire y me besa como se besa cuando las ganas no te dejan reprimirte. Comienza a salir y a entrar, fuerte, tosco, sin compasión, sin celo. Mis gritos y sus jadeos se enfrentan como nuestros cuerpos que chocan sin medida. Su pelvis contra la mía, su sexo destrozando el mío, sus manos buscando las mías. Las agarra y me las deja sobre la cabeza. Con las piernas rodeo su cintura consiguiendo que llegue más profundo, que aborde mi lugar más recóndito y escondido. El pelo negro le cae sobre la frente, unas gotas de sudor brillan y ruedan por sus mejillas y aprieta los dientes y la mandíbula. Todos los músculos de su cuerpo se tensan convirtiéndolo en un Adonis espectacular. Me besa. Lo beso. Me muerde. Lo muerdo. Lengua. Dientes. Labios. Gemidos. Pablo se mueve de una forma magistral, prolongando el placer. Parando cuando los orgasmos, mío y suyo, asoman por las esquinas de nuestros cuerpos. Acelera el ritmo hasta casi volverme loca y lo aviso de que no puedo más.

—Me voy a correr, Pablo.

Me agarra de las caderas, las aprieta y me levanta la pelvis unos centímetros de la cama para entrar y salir con más facilidad y a un ritmo demencial, rápido, seco, seguro.

Grito a la vez que me dejo llevar. Lo siento derramarse dentro del condón y jadear junto a mi oreja. Se mueve sin parar hasta dejarse caer sobre mí, aguantando su peso sobre sus brazos. Su respiración, alterada, hace juego con la mía.

Unos segundos después, lo siento salir de mi sexo y se tumba a mi lado con un brazo sobre la frente.

—Deberías ser más coherente con tus palabras.

—¿Qué? —le miro, extrañada, y aún respirando con dificultad.

—Cuando has dicho que te ibas y que esto no pasaría jamás —sonríe.

—Yo no he dicho eso —me quejo y le doy un pequeño golpe en la costilla.

—Me alegro, porque quiero volver a repetir.

—¿Ahora? —la voz me sale demasiado aguda, denotando mi inquietud.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Bilogía Las estrellas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Bilogía Las estrellas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Bilogía Las estrellas»

Обсуждение, отзывы о книге «Bilogía Las estrellas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x