Angie Thomas - El odio que das

Здесь есть возможность читать онлайн «Angie Thomas - El odio que das» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El odio que das: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El odio que das»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«Esta historia es necesaria. Esta historia es importante.»
Kirkus ReviewsSTARR ES UNA CHICA DE DIECISÉIS AÑOS que vive entre dos mundos: el barrio pobre de gente negra donde nació, y su escuela situada en un elegante distrito residencial blanco. El difícil equilibrio entre ambos se hace añicos cuando ella se convierte en testigo de la muerte a tiros de su mejor amigo, Khalil, a manos de un policía. A partir de ese momento, todo lo que Starr diga acerca de la aterradora noche que cambió su vida podrá ser usado de excusa por unos y como arma por otros. Y lo peor de todo es que ambos bandos esperan que dé un paso en falso para poner fin a su vida.Inspirado por el movimiento Black Lives Matter, el debut de Angie Thomas sobre una chica normal sometida a tan difíciles circunstancias aborda cuestiones de racismo y violencia policial con inteligencia, corazón y una honestidad inquebrantable.«Angie Thomas ha escrito una novela asombrosa, brillante y desgarradora que será recordada como un clásico de nuestro tiempo.» John Green, autor de
Bajo la misma estrella«Que el mundo se prepare.» Adam Silvera, autor de
More Happy than Not

El odio que das — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El odio que das», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Conoces a tu papá. Cómprate lo que quieras, nena.

Kenya me sigue fuera de la tienda. Esperamos a que un auto pase con la música a todo volumen; el conductor va tan inclinado para atrás que parece como si sólo la punta de su nariz asintiera al ritmo de la canción. Cruzamos la calle hasta Reuben's.

El olor a ahumado nos llega hasta la acera, y una canción de blues se derrama hacia fuera. Adentro, las paredes están forradas de fotos de líderes de los derechos civiles, políticos y celebridades que han comido ahí, como James Brown, o Bill Clinton antes del bypass que le pusieron en el corazón. Hay una foto del doctor King junto a un señor Reuben mucho más joven.

Un muro a prueba de balas separa a los clientes del cajero. Me abanico después de unos cuantos minutos de hacer fila. El ventilador sobre la ventana dejó de funcionar hace meses, y el horno calienta todo el edificio.

Cuando llegamos al frente de la fila, el señor Reuben nos saluda desde atrás de la pared divisoria, con su sonrisa que deja ver un hueco entre los dientes.

—Hola, Starr, Kenya. ¿Cómo están?

El señor Reuben es una de las pocas personas por aquí que me llama por mi nombre. De alguna manera recuerda los nombres de todo el mundo.

—Hola, señor Reuben —le digo—. Papá quiere lo de siempre.

Lo anota en una libreta.

—De acuerdo. Res, ensalada de papa, okra. ¿Ustedes querrán alitas con salsa de barbacoa y papas fritas? ¿Con salsa extra para ti, Starr, cariño?

También recuerda los pedidos típicos de todos.

—Sí, señor —decimos.

—Bien. No se han estado metiendo en problemas, ¿cierto?

—No, señor —miente Kenya con facilidad.

—Entonces, ¿qué tal si la casa les invita un panqué? Como premio por su buen comportamiento.

Asentimos y le damos las gracias. Pero, verán, el señor Reuben podría saber acerca de la pelea de Kenya y de cualquier manera le ofrecería panqué. Así de amable es. Les da comida gratis a los chicos si le llevan sus notas de la escuela. Si son buenas, las copia y las pone en el “Muro de las Estrellas”. Si son malas, con la condición de que lo acepten y prometan mejorar, de todos modos les ofrece comida.

—Va a tomar unos quince minutos —dice.

Eso significa siéntate y espera a que llamen tu número . Encontramos una mesa junto a unos tipos blancos. Casi nunca se ve gente blanca en Garden Heights, pero cuando es así, casi siempre es en Reuben's. Los hombres miran las noticias en la tele encajada en un rincón del techo.

Mastico unos de los Hot Cheetos de Kenya. Sabrían mucho mejor con salsa de queso.

—¿Ha salido algo en las noticias sobre Khalil?

Ella está más atenta a su teléfono.

—Sí, claro, como si yo viera las noticias. Pero creo que sí vi algo en Twitter.

Espero. Entre la historia de un feo accidente automovilístico y una bolsa de basura llena de cachorros vivos que encontraron en un parque, hay una nota breve sobre un tiroteo que se está investigando, en el que está involucrado un oficial de policía. Ni siquiera mencionan el nombre de Khalil. Qué basura.

Tomamos la comida y nos dirigimos de nuevo a la tienda. Cuando cruzamos la calle, un BMW gris se detiene junto a nosotras, con los bajos retumbando adentro como si al auto le latiera el corazón. La ventanilla del conductor baja, sale humo flotando, y una versión masculina, y de ciento cuarenta kilos, de Kenya nos sonríe.

—¿Qué hay, reinas?

Kenya se asoma por la ventanilla y le besa la mejilla.

—Hola, papá.

—Hola, Starr-Starr —dice—. ¿No vas a saludar a tu tío?

No eres mi tío, quiero decirle. No eres ni mierda mío. Y si vuelves a tocar a mi hermano, te voy a…

—Hola, King —mascullo finalmente.

Se desvanece su sonrisa como si escuchara mis pensamientos. Le da caladas a su puro y exhala el humo por un extremo de la boca. Tiene dos lágrimas tatuadas bajo su ojo izquierdo. Dos vidas que se ha llevado. Por lo menos.

—Veo que acaban de ir a Reuben's. Tomen —saca dos rollos gruesos de dinero—. Para completar lo que se hayan gastado.

Kenya toma uno fácilmente, pero yo no pienso tocar ese sucio dinero.

—No, gracias.

—Vamos, reina —King me guiña el ojo—. Toma un poco de dinero de tu padrino.

—No, ella está bien —dice papá.

Camina hacia nosotros. Papá se recarga contra la ventanilla del auto hasta quedar al nivel de la mirada de King, y le da la mano con uno de esos saludos con tantos movimientos que te preguntas cómo le hacen para recordarlos.

—Big Mav—dice el papá de Kenya con una sonrisa de oreja a oreja—. ¿Qué hay, rey?

—No me llames así —papá no lo dice en voz alta ni enojada, sino como yo le diría a alguien que no le pusiera cebolla o mayonesa a mi hamburguesa. Papá me dijo una vez que los papás de King le pusieron el nombre de la misma pandilla a la que se uniría después, y que por eso es importante el nombre. Te define. King se volvió un King Lord desde su primer aliento.

—Sólo le estaba dando un obsequio a mi ahijada —dice King—. Supe lo que le pasó a su amigo. Qué mierda.

—Ya sabes cómo funciona —dice papá—. La policía dispara primero y pregunta después.

—Sin duda. A veces es peor que nosotros —King suelta una carcajada—. Pero, escucha, ando con un asunto de negocios: llega un paquete y necesito un lugar donde guardarlo. Tengo demasiados ojos puestos en la casa de Iesha.

—Ya te dije que esa mierda no va a pasar aquí.

King se acaricia la barba.

—De acuerdo. Así que la gente se sale del juego, olvida de dónde viene, olvida que de no ser por mi dinero no tendría sus tienditas…

—Y si no fuera por mí, tú estarías tras las rejas. Tres años en la penitenciaría estatal, ¿recuerdas esa mierda? Yo no te debo nada —papá se asoma por la ventanilla y dice—: pero si vuelves a tocar a Seven, te voy a moler a palos. Que no se te olvide eso, ahora que volviste con su mamá.

King emite un chasquido con la lengua.

—Kenya, entra al auto.

—Pero, papá…

—¡Te dije que metieras tu trasero en el auto!

Kenya me masculla un adiós. Da la vuelta y entra rápidamente.

—Está bien, Big Mav. Entonces, ¿así están las cosas? —pregunta King.

Papá se endereza.

—Exactamente así.

—Está bien, entonces. Asegúrate de dónde pisas. No se sabe qué podré hacer.

El BMW arranca a toda velocidad.

CAPÍTULO 4

Esa noche, Natasha intenta convencerme de que la siga al hidrante de agua, y Khalil me ruega que salga a caminar con él.

Fuerzo una sonrisa con los labios temblorosos, y les digo que no puedo pasar el rato con ellos. Insisten, y yo continúo diciendo que no.

La oscuridad se arrastra hacia ellos. Trato de advertirles, pero mi voz no responde. La sombra los traga en un instante. Y ahora se arrastra hacia mí. Retrocedo, sólo para encontrarla detrás de mí…

Despierto. Mi reloj resplandece con los números 11:05.

Como si succionara aire, respiro profundamente. El sudor me pega la camiseta y los shorts de basquetbol a la piel. Cerca de aquí se escucha el ulular de las sirenas, y Brickz y otros perros ladran en respuesta.

Sentada en un costado de mi cama, me froto la cara, como si eso fuera a limpiarme la pesadilla. No hay manera de que vuelva a dormir. Menos, si eso significa volver a verlos.

Tengo la garganta forrada de lija que ruega por agua. Cuando mis pies tocan el suelo frío, se me pone la piel de gallina en todo el cuerpo. Papá siempre pone el aire acondicionado al máximo durante la primavera y verano, por lo que la casa se convierte en un congelador de carne. Los demás morimos de frío, pero él lo disfruta, y dice: Un poco de frío nunca mató a nadie . Qué mentira.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El odio que das»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El odio que das» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El odio que das»

Обсуждение, отзывы о книге «El odio que das» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x