Alberto S. Santos - La profecía de Estambul

Здесь есть возможность читать онлайн «Alberto S. Santos - La profecía de Estambul» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La profecía de Estambul: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La profecía de Estambul»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Conoces la profecía de la Lanza del Destino?
El Mediterráneo del siglo XVI era un universo multicultural de musulmanes, judíos y cristianos. A menudo enfrentados en cruentas batallas, vivían en una época en que una decisión podía significar el ascenso social o el fuego de la Inquisición.
Jaime Pantoja, llevado por su espíritu aventurero, conoce las glorias y las atrocidades de ese mundo. En los peores momentos, solo lo sostienen su amor por Rosa y la amistad a toda prueba de Fernando y Simão. Rodeado de corsarios, cautivos y renegados, va descubriendo un misterio inquietante. El Bien y el Mal se enfrentan por una reliquia poderosísima, origen de una profecía milenaria, que pone a prueba los valores más profundos del ser humano.
Una novela histórica atrapante, que transporta a los lectores a un mundo de colores y sabores exóticos, de grandes pasiones, honor y amistad.

La profecía de Estambul — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La profecía de Estambul», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Con cada cosa que iba descubriendo, Jaime se paralizaba más, y más incomprensible le resultaba lo que le sucedía. Sabía que todo se había precipitado luego de aquel episodio inocuo, a su juicio, en medio de una fútil charla de amigos. Pero ahora advertía que lo que había oído parecía ser demasiado serio como para que él lo escuchara. O, si no, el dominico pensaba que él sabía más de lo que debía sobre ese tema, lo que no era cierto.

—¡Desnúdenlos! ¡Las serenas, que salgan!

Los cuatro soldados rápidamente se encontraron desnudos y amarrados a unas argollas adosadas a las paredes, que se usaban para atar a los caballos. Se miraron con una mezcla de terror y vergüenza. El silencio de la noche, entretanto, se vio interrumpido por los graznidos lacerantes y el vuelo irregular de unos pájaros negros alrededor de la luz de las antorchas. Los jóvenes quedaron con los rostros contra las paredes sucias de tierra vieja, entre las piedras. Mezclados con los zumbidos de los látigos sobre la fresca carne desnuda de espaldas y nalgas, los chillidos de los pájaros parecían salidos de un infierno de demonios. Los pecadores, sin noción de su pecado, eran torturados a latigazos que hacían brotar sangre roja fundida en la noche. Y los pájaros, como fantasmas voladores, graznaban sin que se pudiera advertir si lo hacían con compasión o regocijo, al distinguir un manjar a la vista o por algún otro motivo que escapaba a los mortales…

—¡Paren, por la Virgen, nosotros no sabemos nada! ¡Socorro! ¡Por Cristo, están en un error! ¡Auxilio!...

La sesión de tortura y humillación dejó a los soldados aturdidos por el dolor que los horadaba y la sangre que les empapaba la espalda. Entonces, el maestre ordenó suspender el suplicio. Jaime oía que los tres jefes de aquella conjura del demonio cuchicheaban entre sí. A continuación, entrevió que el dominico sacaba un libro de su hábito.

—¡No lo puedo creer, Fernando! Es el Necronomicón

—¿Qué? ¡¿Estás alucinando?!

—El Necronomicón , el libro de los nombres muertos, el susurro de los demonios…

—¡¿Estás loco, amigo?! Te volvieron loco… ¡¿Será lo que nos dieron de beber?!

—¡Nada de eso, Fernando! Es uno de los ejemplares que Melchor estaba traduciendo cuando fuimos a su casa… Ellos quieren hacernos daño. ¡Mucho daño! Tal vez una magia negra… ¡Ay, Fernando! —reflexionó con el temor de quienes caminan al cadalso.

—Lo crees, Jai…

Fernando del Pozo no pudo terminar la frase. Los silbidos de los látigos cortaron el cuchicheo hasta que estallaron con más violencia por los cuatro costados.

—¡Silencio, amiguitos! ¡Ahora, ni pío durante la ceremonia! Después, ya van a abrir la boca todo el tiempo que quieran.

Se apagaron algunas antorchas. Apenas se mantenían las necesarias para crear un clima de penumbra que aquellos diablos humanos consideraban adecuado para el macabro ritual. No había dudas de que se preparaban para una sesión de magia negra, de oscuros fines, pero mediante la que tratarían de obtener alguna hipnótica confesión.

Todos los presentes ya estaban sentados. Los cuatro jóvenes desnudos fueron desamarrados y colocados en el medio del círculo formado por los garduños. Los obligaron a sentarse, sojuzgados por la luz de la noche que se reflejaba en las hojas de los cuchillos y las espadas. Quedaron de espaldas unos a otros, ubicados en cada una de las direcciones de la rosa de los vientos. El silencio del aire nocturno de la noche sevillana era tan cortante como una navaja afilada.

Con solemne lentitud, el dominico le entregó al maestre el Necronomicón . El jefe de la hermandad de malhechores hizo una venia y se sentó junto a los prisioneros.

Jaime se retorció por el dolor de su espalda. En aquella posición, los cortes ocasionados por las estrías de los látigos le aumentaban el dolor, especialmente cuando se rozaba con sus amigos. Los oía: unos lloraban por lo bajo, otro rezaba. Él, Jaime Pantoja, recordó a su madre, a la que había perdido y que siempre lo libraba de todos los peligros. Pero que no estaba allí para ayudarlo…

La intensidad del momento que vivía le provocó también lágrimas de tristeza, de lamento, de pesar, de dolor, de angustia… Se sintió completamente perdido y abandonado cuando una letanía, en una lengua extraña, comenzó a crecer como un hilo de humo en el aire. Se parecía a la que Melchor había usado en Sierra Morena, cuatro años antes. Una tensión nunca vista se instaló en todos los rincones de aquel funesto lugar.

Todos los hermanos de la cofradía parecían conocer la letanía que se apoderaba de la noche de Sevilla. Era sombría, monocorde, cavernosa, como si surgiera de la profundidad de los infiernos. Todos los demonios eran invocados en contra de los prisioneros, humillados y desnudos, sangrantes y flagelados, en medio del macabro ritual. La mente se les heló de temor ante la suerte que les esperaba.

De repente, un guapo con aspecto de petimetre entró por detrás de los negros demonios y se acercó al oído del maestre. La cara de pocos amigos y el murmullo que se produjo enseguida presagiaban malas noticias. Las secretas informaciones que le habían sido transmitidas provocaron tal afán en el rostro del jefe de la banda que puso al desnudo el torbellino que pasaba por su mente.

—¡Debemos abandonar este lugar, de inmediato! —ordenó en un tono seco y decidido mientras cerraba el libro con furia—. ¡Saldremos por la parte de atrás! Todos saben cómo se deben dispersar para que no los encuentren.

Dándose vuelta hacia el dominico encapuchado, anticipó:

—No podemos continuar con esto. El conde de Alcaudete en persona, al mando de un buen número de tropas, viene en dirección a este sitio. ¡Alguien delató nuestra presencia en este lugar y, por eso, debemos huir, y cuanto antes! ¡Y no podemos llevar a los prisioneros!

—¡¿Cómo que no podemos llevar a los prisioneros?! —vociferó el otro.

—Sería muy arriesgado para nuestra cofradía y para sus intereses. Como se vio, esos jóvenes no parecen tener idea de lo que hablamos, si no, ya hubiesen vomitado todo… Créame que si ellos supieran algo del asunto, ya lo sabríamos. ¡Nadie resiste los métodos de la Garduña!

—No… ¡esto no va a quedar así! Oye, Jaime Pantoja: vete a tu África y no vuelvas, que si te vuelvo a poner los ojos encima, me dará mucho placer verte arder en una pira en la plaza de San Francisco.

Y, dicho esto, lo fulminó con un relámpago negro como la muerte y desapareció con los demás en la oscuridad para que no los vieran, a pesar de la búsqueda de los soldados del conde, que al desconocer el lugar y ante el temor de ser apuñalados en las sombras, no se arriesgaron demasiado.

Los cuatro pobres cristianos, con las estrías de los latigazos que les dibujaban extrañas formas en el cuerpo, pintadas con un fluido rojo, vivo y acuoso, fueron liberados, completamente doloridos y avergonzados por el estado en que se encontraban.

7Referencia a Constantino Ponce de la Fuente, teólogo español y capellán en la corte de Carlos V, nacido en San Clemente de la Mancha, Cuenca, en 1502. Viajó con el príncipe Felipe por Italia, Inglaterra, Alemania y Flandes, y ocupó la Canonjía Magistral cuando llegó a Sevilla. El Santo Oficio lo acusó de luteranismo, quemó sus libros y, en 1558, lo encarceló en el castillo-prisión de Triana, donde murió a causa de los suplicios que le infligieron. No obstante, en 1560, sus restos mortales fueron desenterrados y quemados en auto de fe, el 22 de diciembre de 1560.

El estrecho de Gibraltar El día en que se embarcaron en el puerto de Sevilla - фото 27

El estrecho de Gibraltar

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La profecía de Estambul»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La profecía de Estambul» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La profecía de Estambul»

Обсуждение, отзывы о книге «La profecía de Estambul» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x