Yulián Semiónov - Diamantes para la dictadura del proletariado

Здесь есть возможность читать онлайн «Yulián Semiónov - Diamantes para la dictadura del proletariado» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Diamantes para la dictadura del proletariado: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Diamantes para la dictadura del proletariado»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Tras el triunfo de la Revolución de Octubre, Rusia es un gigantesco tablero de juego. La oposición zarista conspira desde el exterior, las potencias occidentales intentan infiltrar a sus agentes y el gobierno soviético trata a toda costa de reflotar la maltrecha economía del país. Por eso, cuando surgen indicios de que alguien está sacando de contrabando del país diamantes siberianos y joyas incautadas, la Checa, la policía política soviética, encarga a su joven agente Maxim Isáiev que se infiltre entre los contrarrevolucionarios del exilio para suturar esa fuga de riquezas.En Revel, Estonia, se darán cita espías soviéticos, rusos blancos, agentes occidentales y traficantes internacionales de piedras preciosas para jugar una partida despiadada en la que nadie es quien dice ser.

Diamantes para la dictadura del proletariado — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Diamantes para la dictadura del proletariado», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Imágenes claras en Rusia no ha habido ni habrá: aquí cada uno es un Clemenceau a su manera. Además, solamente los corredores, los exploradores, quieren tener imágenes claras. ¿Es usted corredor?

—Todo periodista es, en cierta medida, corredor.

—Así que le interesa la claridad… —resopló Staritski y declamó—: «No hay muerte más honrosa que la muerte en beneficio de la patria, y esta no puede asustar al auténtico ciudadano, al honrado». Alexander Uliánov. El hermano de Lenin. Justo esto es lo que tendremos muy pronto en la infeliz y atormentada Rusia, donde se han alzado… hermano contra hermano.

—Prefiere usted citar a Uliánov… El espíritu de sacrificio de los enviados a la muerte no le resulta muy atrayente… ¿solo a nivel personal?

—¿Y con qué derecho me habla usted así?

—¿Cómo? —El francés no comprendió—. Es una pregunta. No comprendo que pueda ofenderle una pregunta cuando tiene la posibilidad de responder.

A Blenner lo empezaban a crispar sus interlocutores. Montaban unos planes fantásticos, hacían alusiones misteriosas a saber de qué y presagiaban unos cambios inminentes; al mismo tiempo, ni uno de ellos decía una sola palabra buena sobre aquel a quien un minuto antes había saludado amigablemente, en ocasiones hasta con un beso. Al principio a Blenner lo trastornaban estas conversaciones y ya se había construido una concepción clara de sus futuros artículos: «Rusia al borde del estallido». Pero tras su encuentro con Litvínov, 1 quien, siendo todavía embajador en Estonia, había sido confirmado como subcomisario del Pueblo para Asuntos Exteriores, el francés se vio obligado a des hacerse de esa concepción.

—¿Pregunta usted por la denominada oposición creadora? —le había inquirido Litvínov—. Claro que hay oposición, sería ridículo que no la hubiera. Chéjov sostenía: «Aquel que habla más que escribe se desgasta sin haber escrito nada de provecho». Con nosotros están Gorki, Blok, Serafimóvich, Briúsov; unos vástagos magníficos: Maiakovski, Pasternak, Aséiev; detrás de nosotros marchan Timiriázev, Shokalski, Óbruchev, Graftio, Gubkin; con nosotros están Koniónkov, Konchalovski, Petrov-Vodkin, Nésterov, Kandinski, Kustódiev… A veces las cosas se les ponen un poco difíciles, como en todas partes, también nosotros tenemos nuestros idiotas particulares y nadies envidiosos en los organismos que se dedican a la ilustración cultural. Pero en ningún otro país el arte consigue un auditorio enorme e interesado como el que ha aparecido en Rusia después de la revolución…

Rebuscó en su mesa y le lanzó un periódico al francés:

—Es de los suyos. Paul Nadau, ¿lo conoce? De París, también periodista. —Litvínov sonrió de nuevo—. Ahí tiene, lea lo que escribe de nuestra oposición, que no parlotea alrededor de una taza de té, sino que es seria, habla de los eseristas y de los cadetes. Estuvo con ellos en la cárcel de Butyrka.

Blenner cogió el periódico y enseguida vio unos párrafos subrayados: «Toda la celda debatía con gran solemnidad problemas de orden interno, como, por ejemplo, la designación del cuartelero. La manía infantil por el parlamentarismo que había caído sobre toda Rusia se ponía de manifiesto en los interminables discursos vacíos de nuestra celda. Bajo la dirección del presidente las enmiendas se sustituían por contraenmiendas; estas, a su vez, por propuestas, y a estas las sustituían las contrapropuestas. Los participantes de este siniestro torneo carcelario empleaban unos métodos que no estarían de más en el palacio de Westminster. Los presos escuchaban pacientes esos debates oratorios que no llegaban a nada… Tres días después de fuera llegaron unas cestas con productos para los miembros del Partido Socialista Revolucionario. Sin cortarse, estos se pusieron a llenarse los carrillos. Los demás presos se daban la vuelta en silencio para no sufrir mucho. Pero el delegado no lo resistió, se puso en pie y dijo: “Propongo debatir en asamblea la cuestión de la socialización de todos los víveres”. Se hizo el silencio. Solo se oían los chasquidos de las mandíbulas de los camaradas eseristas, que empezaron a masticar más deprisa. Finalmente, uno de ellos pronunció con voz dulzona: “Esta idea nos resulta atractiva, colegas, por supuesto, puesto que deriva directamente de los principios de nuestro partido. Pero ¡reflexionemos! ¿Estamos dispuestos a atentar contra la libertad de conciencia? Aquí hay muchos que no comparten nuestras ideas —añadió el orador señalando a un coronel mayor y hambriento, a un terrateniente con el estómago vacío y a un famoso abogado moscovita encolerizado por el hambre—. ¿Obligaremos a estos señores a convertirse en socialistas a pesar de su voluntad? ¡Claro que no, camaradas! Afirmo que la consiguiente deliberación de esta cuestión debe ser aplazada”. Y el orador se apresuró a recuperar enérgicamente el tiempo perdido en la destrucción intensiva de alimentos».

—¿Qué le parece? —preguntó Litvínov—. Si lo hubiera escrito un bolchevique…, pero es que resulta que su colega, que es burgués…, no nos soporta. Aun así, también dijo cuando lo liberaron: «Se está mejor con ustedes, al menos ustedes son concretos, pero esos… Como medusas antes de una tormenta: inmensos e inestables».

… Y ahora, al encontrarse con varios rusos en aquel pequeño semisótano, Blenner no logró obligarse a hablar con ellos sin ideas preconcebidas: ante sus ojos estaba el artículo de Nadau. Lo conocía, era un hombre formal al que era más fácil matar que obligarlo a decir una mentira.

Cuando Staritski se apartó de ellos, Blenner preguntó:

—¿Tiene algo publicado?

—¡Es incapaz de escribir dos líneas! Un charlatán. Y si hay alguien aquí que sea agente de la Checa, ese es él, se lo aseguro.

El escritor Nikándrov —alto, venoso, destacable— entró en el pequeño semisótano cuando ya había oscurecido.

—¿Quién es? —preguntó el francés al momento.

—Leonid Nikándrov, literato.

—¿También sin talento?

—A ver cómo se lo explico… Ensayos, novelas cortas sobre historia antigua, investigaciones sobre Pedro el Grande… No es combativo, no es para nada combativo.

El francés se presentó él solito a Nikándrov, le pidió que le dejara hacerle una breve entrevista.

—Tome asiento.

Malhumorado, Nikándrov accedió.

—Pero que su compañero se vaya a esperar a otra mesa.

—Conoce la ciudad, es lo único por lo que utilizo sus servicios —respondió Blenner y, girándose apenas, dijo en voz alta—: Misha, hoy no lo retengo más, gracias.

Misha, obsequioso, se despidió del francés y fue a sentarse a otra mesa: una donde armaban ruido los poetas.

—Tengo varias preguntas que hacerle, ciudadano Nikándrov. Me gustaría saber quién tiene, en la Rusia actual y en su opinión, más talento en la literatura, en la pintura, en el teatro.

—En la literatura, yo —sonrió Nikándrov. Y esa sonrisa hizo de su cara venosa y tensa algo completamente diferente: sincera, de una bondad torpe—, si quiere la verdad. Aunque en principio debería responder que Bunin, Gorki y Blok.

—Bunin está en París y a mí me interesa Rusia.

—Ya puede estar Bunin en África, que solo pertenece a Rusia.

—¿Cree usted que Bunin quiere pertenecer a esta Rusia?

—¿Y está usted convencido de que esta Rusia seguirá siendo siempre así?

—No estoy preparado para dar una respuesta, aunque solo sea porque no he leído las obras de Bunin y lo conozco solo de oídas.

—Verá, a usted le interesan los literatos rusos como figuras dentro de un sistema político, ¿no? Entonces nuestra conversación no va a funcionar.

—Mentiría si le dijera que no me interesa el sistema político. Pero tengo vivo interés en las bellas letras.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Diamantes para la dictadura del proletariado»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Diamantes para la dictadura del proletariado» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Diamantes para la dictadura del proletariado»

Обсуждение, отзывы о книге «Diamantes para la dictadura del proletariado» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x