Jennifer Crusie - Mujeres Audaces

Здесь есть возможность читать онлайн «Jennifer Crusie - Mujeres Audaces» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mujeres Audaces: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mujeres Audaces»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nell, Suze y Margie se casaron con los hermanos Dysart, con desigual fortuna. Deprimida tras su divorcio, Nell deambula por la vida hasta que Suze le consigue empleo en una pequeña y modesta agencia de detectives, con un jefe a primera vista fácil de manejar.
Gabe tampoco está satisfecho con su vida. Su agencia está perdiendo dinero con un caso de extorsión y su mujer lo ha dejado… otra vez. Lo único bueno es su nueva secretaria, que parece eficiente y dócil. Pero una cosa lleva a la otra, y pronto Nell y Gabe están felices. Hasta que de pronto alguien empieza a matar gente. Y poco después, comienza el amor…
Mujeres audaces es la divertida historia de tres amigas que se confiesan todo y que luchan cada día por vivir intensamente. Un bestseller audaz para lectoras dinámicas.

Mujeres Audaces — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mujeres Audaces», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Trevor, hijo de puta -aulló Nell y se puso de pie para abrir la puerta mientras la oscuridad la rodeaba como una mortaja, impenetrable.

Él había cerrado la puerta con llave. La había dejado encerrada y había quedado afuera con Marlene . Ahora no la mataría. No había razones para hacerlo. Marlene estaba a salvo, de eso estaba segura.

Pero ella podría morir.

Trevor iba a congelarla como había congelado a Lynnie, así podía mantener su vida como estaba antes, una vez que encontrara lo que fuera que estuviera buscando en los expedientes de 1982.

– Trevor, pedazo de imbécil -le gritó a la puerta-. Jamás encontrarás nada en esos expedientes-. No recordaba si el congelador era a prueba de sonidos, y no le importaba. Era una sensación agradable gritarle. Fue más agradable todavía recordar que la madre de Riley se había dedicado a archivar los expedientes en 1982, cuando Chloe estaba con licencia por maternidad. Trevor no tenía la más mínima esperanza de encontrar nada en esos archivos a menos que los revisara página por página.

Por supuesto que iba a tener mucho tiempo para hacerlo si se los llevaba. Y, mientras tanto, ella estaba congelándose.

Se cubrió con los brazos para protegerse del frío. Está bien; la forma para evitar morir congelada sería no parar de moverse hasta que apareciera Gabe y la dejara salir. Tuvo un momento de duda -eso era poner mucha fe en los poderes de deducción de Gabe-, y después se dio cuenta de que no tenía que confiar en la deducción. Cuando Gabe volviera a su casa y no la encontrara en la cama, daría vuelta a toda la ciudad hasta hallarla.

Entonces lo único que ella tenía que hacer era no morir congelada antes de ese momento.

Movimiento, eso era la clave. Comenzó a recorrer de atrás hacia adelante el oscuro congelador, tropezando contra cajas de expedientes, agitando los brazos, tratando de pensar en cosas calientes, cualquier cosa que evitara que la sangre se le congelara en las venas, mientras revisaba periódicamente la puerta para ver si Trevor la había abierto. Respirar con fuerza, pensó y comenzó a saltar hacia arriba y hacia abajo. Apúrate, Gabe. Otra vez comenzó a caminar cuando saltar se le hizo doloroso, pensó que debería ser la medianoche, que Gabe dejaría de vigilar la casa de Margie cuando saliera el sol, que ella sólo tendría que caminar durante seis horas -¿podría caminar seis horas?-, y que luego quedaría libre.

O podría escapar. Eso es lo que haría Gabe. ¿Cómo se escapa una de un congelador? Debería haber un pestillo de seguridad en la maldita puerta, pero una no podía quedar encerrada por accidente en este congelador, alguien tenía que cerrar la puerta deliberadamente, entonces no había pestillo de seguridad porque ese imbécil de Patrick no se había dado cuenta de que su mejor amigo trataría de transformar a su futura nuera en un helado de fruta treinta años más tarde.

Piensa , se dijo a sí misma. Actúa como Gabe . Deja de gimotear y piensa. ¿Qué elementos tenía a su disposición? Veinte años de expedientes. Si tuviera un fósforo, podría prenderlos fuego. Entonces al menos habría un poco de luz. Claro que también quedaría atrapada en un congelador lleno de llamas. Y dióxido de carbono, puesto que el fuego tendía a agotar el oxígeno.

Oxígeno.

Los congeladores eran herméticos.

¿Cuánto tiempo le quedaba? Seis horas hasta que Gabe volviera a su casa. ¿Cuánto más hasta que la encontrara? ¿Cuánto aire respiraba por hora? ¿Cuánto aire ya había usado, al moverse rápido?

Si disminuía la velocidad, se moriría congelada. Si aceleraba, se ahogaría. ¿Por qué no había un término medio?

Maldito Trevor. Iba a matarla. De la misma manera en que había matado a Lynnie. Lynnie. Ella sí era un modelo. Lynnie no había cedido, no le había permitido dominarla. Había sido una mujer fuerte, no había transigido, no había dejado que los hombres la defraudaran.

Claro que Lynnie estaba muerta. Tal vez la pregunta «¿Qué haría Lynnie?» no era la inspiración adecuada para ese momento.

Necesito ayuda , pensó. No puedo salir sola de aquí. Necesito refuerzos. Necesito a Gabe.

La idea le dio náuseas. No debería necesitar a nadie, debería ser capaz de salvarse sola, una mujer fuerte podría salvarse a sí misma sin tener que confiar en ningún hombre. Durante la media hora siguiente, recorrió la oscuridad en busca de alguna abertura, alguna posibilidad; apiló cajas para llegar hasta el techo, y cada vez tenía más desesperación y más frío, y el frío la hacía sentirse más enferma y con más sueño.

No voy a darle a Trevor Ogilvie la satisfacción de mi muerte, pensó y repitió en la cabeza, como una afirmación, mientras buscaba algo, cualquier cosa, un interruptor, tal vez podría apagar el congelador, eso era una idea. De todas formas se ahogaría, pero…

La puerta se abrió y entró la luz, y Marlene ladró histéricamente mientras Gabe decía:

– ¿Nell?

– Oh, gracias a Dios -dijo Nell y salió del congelador tropezándose para caer entre sus brazos.

– ¿Qué diablos? -dijo Gabe, pero la atrapó en la puerta y la sacó, y luego cerró el congelador con un golpe.

– Arráncale la puerta a esa maldita cosa -dijo Nell, estremeciéndose incontrolablemente contra el cuerpo de Gabe-. Elimina todo eso. Es horrible.

Gabe la apretó con más fuerza.

– Dios, pareces de hielo. ¿Quién…?

– Trevor -dijo Nell-. Sácame de este depósito.

– ¿Él te encerró? ¿Dónde está?

– No lo sé. -Se dio cuenta de que estaba temblando; por el frío, pensó, y la adrenalina y el cansancio y el miedo-. Quería los expedientes del 82. Debe de habérselos llevado. También se llevó tus llaves. No sé qué…

Afuera rugió un motor, y Gabe dijo:

– Ése es mi auto. -La soltó y corrió hacia la sala de recepción, y Nell lo siguió a tiempo de verlo salir por la puerta.

– Oye, bueno, yo estoy bien -dijo, sin dejar de temblar, y después oyó el chirrido de unas ruedas y un ruido que sonó como una explosión, breve y agudo y duro y fuerte.

– Si Dios existe -le dijo a Marlene-, ése era el bastardo de Trevor.

– Ese era mi auto -dijo Gabe, cuando estaban todos reunidos en la oficina dos horas más tarde, después de que los paramédicos habían llevado a Trevor al hospital y la policía había mandado a remolcar los restos del Porsche.

– Sí, qué egoísta de su parte tratar de suicidarse en tu auto -dijo Nell, abrazando a Marlene que estaba caliente como una tostada.

– No trató de suicidarse -explicó Riley-. Se llevaba el auto para revisarlo. Una idea brillante de Gabe.

– No me lo recuerdes -dijo Gabe.

– ¿Fue idea tuya? -le preguntó Nell.

– Era el único lugar en el que no habías mirado -dijo Gabe-. Se lo dije la semana pasada, porque pensaba que él trataría de llegar al auto. Y, por supuesto, como se trataba de Trevor, esperó.

– ¿Entonces qué pasó? -dijo Suze-. ¿Por qué chocó contra el parque?

– Un Porsche 911 no es un auto común -explicó Riley-. El retraso de la turbina es de locos.

– Perdió el control -dijo Gabe-. Fue sólo su mala suerte lo que lo hizo dirigirse hacia el parque y dar contra esas columnas de piedra.

– ¿Retraso de la turbina? -le dijo Suze a Riley.

– Se demora -dijo Riley-. Y, por una vez en la vida, Trevor no se demoró. Debe de haber pisado a fondo el acelerador. Lo que significa que, después de la demora, salió volando a toda velocidad.

– No me importa ni Trevor ni el retraso de la turbina -dijo Nell, sujetando con fuerza a Marlene -. ¿Qué demonios pasó en 1982, de todas maneras?

– Mi papá murió -dijo Gabe.

– Oh -dijo Nell.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mujeres Audaces»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mujeres Audaces» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jennifer Crusie - Maybe This Time
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Manhunting
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - GETTING RID OF BRADLEY
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Charlie All Night
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Faking It
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Agnes and the Hitman
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Strange Bedpersons
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - What the Lady Wants
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Vyro medžioklė
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Tik ne tu
Jennifer Crusie
Jennifer Crusie - Keista pora
Jennifer Crusie
Отзывы о книге «Mujeres Audaces»

Обсуждение, отзывы о книге «Mujeres Audaces» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x