Robert Silverberg - El libro de los cráneos

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Silverberg - El libro de los cráneos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Madrid, Год выпуска: 1978, ISBN: 1978, Издательство: Francisco Arellano, Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El libro de los cráneos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El libro de los cráneos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Son cuatro:
Timothy, 22 años, rico, vividor, dominante.
Oliver: 21 años, guapo, atlético, un bloque de mármol con una falla secreta.
Ned: 21 años, homosexual, amoral, poeta de vez en cuando.
Eli: 20 años, judío, introvertido, filólogo, descubridor del Libro de los Cráneos.
Todos iban en busca del secreto de la inmortalidad: la prometida en el Libro de los Cráneos. Al final de su busca, una prueba iniciática y terrible que llevaráa cada uno de ellos a contemplar cara a cara el rictus de sus propias facciones.
Una prueba en la que dos de ellos deben morir y los otros dos sobrevivir para siempre.

El libro de los cráneos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El libro de los cráneos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Oliver, con mirada fija, asiente. Timothy hace lo mismo mientras bosteza. Incluso yo opino con una sonrisa sarcástica.

Eli continúa:

—En nuestra vida moderna ya no quedan misterios. La generación científica ha acabado con todo. La purga racionalista va a la caza de lo inverosímil y de lo inexplicable. La religión se ha vuelto hueca en los últimos cien años. Dios ha muerto, dicen. Eso seguro: matado, asesinado. Miradme: soy judío. He recibido lecciones de hebreo como un buen muchacho, he leído el Thorá, he hecho mi Bar Mitzvah, me han regalado plumas estilográficas… pero, ¿me han hablado alguna vez de Dios en algún contexto que sea digno de ser escuchado? Dios fue alguien que habló a Moisés. Dios fue una columna de fuego hace cuatro mil años. ¿Dónde está Dios ahora? No es precisamente a un judío a quien hay que hacerle esa pregunta. Hace muchísimo tiempo que no le vemos. Adoramos sus órdenes, sus leyes dietéticas, sus costumbres, las palabras de la Biblia, el papel sobre el que está impresa, incluso el libro en sí, pero no adoramos a seres sobrenaturales como Dios. El viejo, cuyos fieles le cuentan sus pecados, no, eso es para el shvartzer, eso es para el goyin. Pero, ¿qué tenéis vosotros tres? Vuestras religiones también están vacías. Tú, Timothy, la High Church : tienes nubes de incienso, tejidos con brocados, niños cantores, que entonan a Vaugham Williams y a Elgar. Tú, Oliver, metodista, baptista, presbiteriano, ni siquiera me acuerdo, son palabras vacías, vacías de todo contenido espiritual, de misterio, de éxtasis, como si hubiera judíos reformistas. Y tú, Ned, papista: ¿qué es lo que tienes? ¿La virgen? ¿Los santos? ¿El niño Jesús? No puedes creer en todas esas tonterías. Eso es para los campesinos, para el proletariado. Los iconos y el agua bendita. El pan y el vino. Te gustaría creer en ello, ¡desde luego! ¡A mí también me gustaría creer! La religión católica es la única completa en esta asquerosa civilización, la única que intenta, incluso, abordar lo misterioso, las resonancias con lo sobrenatural, la intuición de fuerzas superiores; pero, lo han estropeado todo, nos han estropeado todo, no hay nada en ella que sea aceptable. Es Bing Crosby o Ingrid Bergman, son los Berrigan publicando manifiestos, o polacos poniendo al país en guardia contra la existencia de comunidades sin Dios, y películas sólo para adultos. La religión se ha acabado. Y, ¿en qué lugar nos deja esto? Nos deja completamente solos y sin un cielo de pesadilla para esperar el final. Esperar el final.

—Hay mucha gente que todavía va a la iglesia —hizo notar Timothy—, incluso, imagino, a las sinagogas.

—Por costumbre. O por miedo. O por una necesidad social. ¿Acaso abren las almas a Dios? ¿Cuándo abriste tu alma a Dios por última vez? ¿Y, tú, Oliver? ¿Ned? ¿Y yo? ¿Cuándo hemos pensado, incluso un solo instante, en hacer algo parecido? Parece absurdo. Dios está tan contaminado por los evangelistas, los arqueólogos, los teólogos y los falsos devotos, que no es nada extraño que muriera. Suicidio. ¿Pero en qué lugar nos deja esto? ¿Vamos a transformarnos en sabios y a explicarlo todo en términos de neutrones, protones y ADN? ¿Dónde está el misterio? ¿Dónde lo profundo? Debemos hacerlo todo nosotros mismos. Pertenece al hombre moderno e inteligente el crear una atmósfera donde sea posible abandonarse a lo inverosímil. Un espíritu cerrado es un espíritu muerto.

Eli empezaba a acalorarse. Una especie de fervor se apoderaba de él. El Billy Graham de la era de los hippies.

—Durante los ocho o diez últimos años, todos hemos intentado acercarnos, cueste lo que cueste, hacia cualquier síntesis que resulte viable, una estructura correlativa que mantenga el mundo para nosotros en medio de todo este caos. La droga, las comunas, el rock, todo el rollo trascendental, la astrología, la macrobiótica, el budismo zen, buscamos, es verdad. Buscamos continuamente. A veces encontramos algo. No siempre. Buscamos en un montón de sitios estúpidos, porque, en resumen, somos idiotas. Hasta los mejores de nosotros. Y también porque no podemos hallar respuesta hasta que no hayamos planteado más preguntas. También corremos tras platillos volantes. Nos ponemos escafandras y descendemos en busca de la Atlántida. Nadamos en la mitología, en lo fantástico, en la paranoia, en mil clases de irracionalidades. Todo lo que «ellos» han rechazado lo recogemos nosotros, a menudo, simplemente por el hecho de que lo han rechazado. No defiendo la huida de lo racional. Lo único que digo es que es necesaria. Es un estado por el cual estamos obligados a pasar. El fuego, el endurecimiento. El hombre occidental ha escapado de la ignorancia supersticiosa para caer en el vacío materialista. Ahora debemos continuar, a veces iremos a parar a callejones sin salida, o seguiremos pistas falsas, pero debemos continuar hasta aceptar el universo con todos sus formidables e inexplicables misterios, hasta que descubramos qué estamos buscando, la síntesis, el principio que nos permitirá vivir como queremos. Entonces podremos ser inmortales. O casi, realmente no hay demasiada diferencia.

Timothy preguntó:

—¿Quieres hacernos creer que El Libro de los Cráneos nos indica el camino?

—Es una posibilidad. Digamos que nos da una posibilidad finita de acceder al infinito. ¿No te basta con eso? ¿No crees que vale la pena intentarlo? ¿A dónde nos han llevado los sarcasmos? ¿A dónde la duda? ¿A dónde nos ha conducido hasta ahora el escepticismo? ¿Por qué no intentarlo? ¿Por qué no acercarse a echar un vistazo?

Eli había recuperado la fe. Estaba sudando, gritaba, desnudo como un gusano, agitando los brazos. Su cuerpo estaba fogoso. En esos momentos, incluso bello. ¡Eli, bello!

Dije:

—Estoy inmerso hasta el cuello en esta historia, y, sin embargo, no creo ni una palabra de todo esto. ¿Lo entendéis? Capto muy bien la dialéctica del mito. Lo improbable batalla con mi escepticismo y me empuja a seguir. Las tensiones y las contradicciones son mi fuerza motriz.

Timothy, el abogado del diablo, sacudió la cabeza. Un gesto pesado, taurino, hacía oscilar su cuerpo como un péndulo:

—Veamos, dinos en qué crees realmente. Los Cráneos, ¿sí o no? ¡La salvación o nada! Realismo o imaginación, ¿cuál de las dos?

—Las dos —contesté.

—¿Las dos? No puedes elegir las dos.

—¡Sí puedo! —exclamé—. ¡Las dos! ¡Sí y no! ¿Puedes seguirme, Timothy? ¿Puedes seguirme hasta el lugar en que el «sí» se codea estrechamente con el «no»? ¿Dónde se rechaza y se acepta simultáneamente la existencia de lo inexplicable? ¡La vida eterna! Mierda, ¿no? ¿El viejo sueño como el agua de un lavabo? Y, sin embargo, también es real. Podemos vivir mil años si queremos. ¡Pero es imposible! ¡Lo afirmo! ¡Lo niego! ¡Aplaudo! ¡Me río!

—No haces más que decir estupideces —refunfuñó Timothy.

—Claro, sólo tú dices cosas sensatas. ¡Me cago en tus cosas sensatas! Eli tiene razón: necesitamos el misterio, la sinrazón, necesitamos lo desconocido, lo imposible. Toda una generación está intentando aprender a creer en lo increíble, Timothy. ¡Y tú, con tu corte de pelo a cepillo, nos dices que son tonterías!

Timothy se encogió de hombros:

—De acuerdo, sólo soy una pobre cría de carca. ¿Qué voy a hacerle?

—Eso es sólo una actitud, una careta. ¡Una pobre cría de carca! Cualquier tipo de compromiso te aísla, te evades de él, se trate de un compromiso emocional, político, ideológico o metafísico. Declaras que no entiendes nada y te das media vuelta sonriendo. ¿Por qué ser un zombie, Timothy? ¿Por qué desconectarte de esa forma?

—No puede evitarlo, Eli —dije—. Ha sido educado por un Caballero. Está desconectado por definición.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El libro de los cráneos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El libro de los cráneos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El libro de los cráneos»

Обсуждение, отзывы о книге «El libro de los cráneos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x