Charles Harness - Los Hombres paradójicos

Здесь есть возможность читать онлайн «Charles Harness - Los Hombres paradójicos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los Hombres paradójicos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los Hombres paradójicos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En un lejano futuro una minoría aristocrática, totalitaria y belicista domina los Estados Unidos de América, explotando el trabajo de hombres y mujeres que han preferido vivir como esclavos antes que morir en la pobreza. Las paradojas de Einstein y las concepciones históricas de Toynbee animan este libro singular, un clásico eminente de la ciencia-ficción contemporánea.
La novela Los Hombres Paradójicos puede ser considerada como el clímax del banquete de un billón de años.Entreteje el espacio y el tiempo con altura, amplitud y belleza; zumba dando vueltas por el sistema solar como una avispa enloquecida; es ingeniosa, profunda y trivial, todo a la vez, y ha demostrado tener una inventiva que muchas hordas de presuntos imitadores han tratado de alcanzar en vano.

Los Hombres paradójicos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los Hombres paradójicos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Juana-María metió la mano en el bolsillo lateral de la silla en busca de la jeringa y la ampolla de analgésico. En seguida vaciló: si mataba a la bestezuela quedaría muy poco de la droga, y en los minutos siguientes ella la necesitaría también.

"En fin", se dijo; "¡al diablo con Haze-Gaunt! ¡Siempre falla con los asesinatos!"

Llenó rápidamente la jeringa e hizo rodar la silla hasta aquella pequeña criatura. Se inclinó para recogerla y aplicó la inyección sin perder tiempo.

Al retirar la aguja el animal moribundo, echado en su falda como un harapo, clavó en ella la mirada de sus ojos, que se iban tornando vidriosos. En pocos segundos estuvo. muerto Juana-María se sintió exhausta. Era la gobernante nominal de un billón y medio de almas, pero ni siquiera podía mover las manos. La jeringa cayó sobre el mosaico y saltó en astillas.

¡Qué fácil era deslizarse hacia una ensoñación eterna, sin despertar!

Muir se convertirla en Alar y lograría cierta especie de inmortalidad. Eso era justo: no era más que la conclusión lógica. Y por el mismo golpe de azar también Haze-Gaunt debería cambiar.

Se preguntó de qué modo podría Muir-Alar evitar la Operación Finis . Tal vez retrocedería en el tiempo para evitar que naciera Haze-Gaunt. Pero surgiría algún otro dictador. Naturalmente el hombre-dios podía evitar que Muir descubriera el muirio o que los físicos nucleares clásicos (Hahn, Meisner, Fermi, Oppenheimer y los otros) lograran la fisión del átomo de uranio. Pero cabía sospechar que los mismos descubrimientos serían hechos por otros, tarde o temprano. O quizá se pudiera desviar el experimento Michelson-Morley de modo tal que Michelson descubriera en realidad la imagen de interferencia que buscaba, en vez de probar la contracción de la materia en su línea de movimiento, inspirando a Einstein la teoría de la equivalencia entre materia y energía. Pero de cualquier modo estaría el trabajó de Rutheford sobre aquellos electrones sospechosamente pesados, y una infinidad de investigaciones relacionadas.

Siendo la naturaleza humana como era, todo era cuestión de tiempo. No, la dificultad principal estaba en el hombre mismo. Era el único mamífero decidido a exterminar su propia especie.

Juana-María se sintió agradecida por que no recayera sobre ella la tarea de humanizar la humanidad, de amadrinar a Toynbee Veintidós.

Echó una mirada a aquel peludo montoncillo que tenía sobre el regazo y se preguntó si. Muir habría llegado a adivinar su procedencia. Tal vez sólo ella la comprendía. Cuando el viaje terminara dos seres vivos saldrían de la nave. Uno sería Kennicot Muir, convertido en Alar. El otro, HazeGaunt… un Haze-Gaunt muy distinto…

La cámara en tinieblas giraba y giraba lentamente en su torno. Aunque Juana-María ya no podía mover los labios, logró fijar los ojos en el pequeño cuerpo del tarsioide. Con un esfuerzo enorme logró formular su último pensamiento consciente:

"¡Pobre Haze-Gaunt! ¡Pobre animalillo, Haze-Gaunt! Pensar que eras tú el que querías acabar conmigo… "

Un instante después la cámara voló hecha polvo.

El jefe del grupo, canoso, pálido e inexorable, se detuvo y olfateó la brisa que venía del valle. Olió sangre de venado a pocos cientos de metros y algo más, un olor desconocido, parecido en cierta forma a la fétida mezcla de mugre, sudor y excrementos que caracterizaba a su propia banda. Se volvió hacia el pequeño grupo y meneó su espada de pedernal en señal de que había hallado un rastro. Los otros hombres alzaron las espadas para expresar su acuerdo y lo siguieron en silencio. Las mujeres desaparecieron entre la escasa espesura de la ladera.

Los hombres siguieron las huellas del reno por el barranco; pocos minutos después descubrían tras una mata un grupo formado por un viejo Eoántropo macho, tres hembras de distinta edad y dos niños; todos yacían enroscados, con expresión estupefacta, bajo una cascada de ramas y pedregullo que colgaba del barranco. Bajo la cabeza del viejo se veía la carcaza de un reno medio devorado, que manaba todavía un poco de sangre.

Algún sexto sentido advirtió al Eoántropo el peligro que corría. El viejo macho sacudió sus doscientos cincuenta kilos y se inclinó sobre el reno, mientras buscaba a los intrusos con ojos miopes. Las hembras y las crías se deslizaron tras él con una mezcla de curiosidad y temor.

– ¡Todos los hombres somos hermanos! -gritó el anciano Neanderthalense- ¡Venimos en son de paz y tenemos hambre!

Dejó caer la espada y mostró las palmas desnudas de ambas manos. El Eoántropo apretó los puños en ademán nervioso y echó una mirada incierta hacia su inoportuno huésped. Después gruñó una orden a su pequeña familia, que se desvaneció como un mazo de sombras por los costados del barranco. Tras inspeccionar una vez más a los invasores el viejo macho se marchó a su vez.

Los cazadores contemplaron aquella retirada. Después dos de ellos corrieron hacia la carcaza del reno con los cuchillos preparados. Tras varios cortes expertos habían separado los cuartos traseros del animal. Finalmente dirigieron al viejo jefe una mirada inquisitiva.

– Basta ya -dijo éste-. Tal vez el reno no abunde aquí; ellos volverán cuando tengan hambre.

No podía saber que las redes coloidales de sus bulbos frontales acababan de sufrir una leve alteración por la fuerza de una inteligencia titánica e inconcebible. Tampoco podía adivinar el encuentro entre sus propios descendientes con los primos de Cro-Magnon, aquellos seres altos que venían desde Africa por el puente de tierra de Sicilia.

No tenía modo de imaginar que, así como había respetado la vida de ese bestial Eoántropo, así también Cro-Magnon lo respetaría a su vez. Tampoco sabía que, al ofrecer la palma abierta en vez de la espada en alto, había cambiado el destino de toda la humanidad futura. Ni que había disuelto, al evitar la serie de acontecimientos que llevarían a su formación, la misma inteligencia que provocara ese cambio maravilloso en el alba de la mente.

Pues la entidad conocida en otros tiempos como Muir-Alar acababa de reunirse con Keiris en una eternidad definitiva, aun mientras las torpes cuerdas vocales del hombre de Neanderthal daban forma al grito que anunciaría, a su debido tiempo, la propagación de Toynbee Veintidós a través del universo:

– ¡Todos los hombres somos hermanos!

Charles L. Harness

1Tarsero mamífero nocturno cuadrumano del género de los Tarsus como - фото 3
***
1Tarsero mamífero nocturno cuadrumano del género de los Tarsus como el - фото 4

[1]Tarsero: mamífero nocturno cuadrumano, del género de los Tarsus, como el lémur; es originario de las Indias Occidentales, pequeño, peludo y de grandes ojos redondos.

[2]Ghoul: demonio necrófago (N. de /a T.)

[3] En castellano en el original. (N. de la T.)

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los Hombres paradójicos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los Hombres paradójicos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los Hombres paradójicos»

Обсуждение, отзывы о книге «Los Hombres paradójicos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x