Ted Dekker - Blanco

Здесь есть возможность читать онлайн «Ted Dekker - Blanco» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Blanco: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Blanco»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nunca rompa el círculo.
En esta tercera parte de la innovadora Serie del círculo, Thomas Hunter sólo tiene días para sobrevivir en dos mundos diferentes, llenos de peligro, engaño y destrucción. El destino de ambos mundos depende de su singular habilidad de cambiar realidades por medio de sus sueños. Ahora, guiando un pequeño grupo multiforme conocido como El Círculo, Thomas se encuentra enfrentando nuevos enemigos, desafíos interminables y el amor prohibido de una mujer de lo más insólita.
Entre a la Gran Búsqueda, donde Thomas y una pequeña banda de seguidores deben decidir rápidamente en quién pueden confiar, tanto con sus propias vidas como con el destino de millones de personas.

Blanco — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Blanco», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Gracias a Dios que lo lograste. Justo a tiempo.

– ¿Ya empezaron? -preguntó Thomas, estrechándole la mano.

– Hace dos horas. Tienes un asiento en primera fila en la cubierta de observación si quieres.

– Desde luego.

– No estás tan mal como creí que estarías -opinó el ministro después de hacer una pausa.

El salpullido.

– No. Lo tengo debajo de los brazos -informó él sin estar seguro dc qué decir-. ¿Estás bien?

Gains escupió a un costado y se volvió hacia la puerta.

Thomas lo siguió dentro de un gran salón repleto de sistemas electrónicos de los que solo podía conjeturar. Radar… logró ver eso. Grandes pantallas con centenares de pitidos, entre los cuales flotaba lo más sofisticado de la fuerza militar de Estados Unidos: seis grupos completos de portaaviones, cientos de barcos que cargaban de todo, desde sus más complejos aviones de ataque hasta armas nucleares. Una segunda ola enorme de barcos se hallaba en camino con más, pero este era el premio principal de Fortier.

– Este es Ben Graver -le presentó Gains al primer oficial-. Nos va a hablar durante la operación.

– No puedo decir que sea un placer -aseveró Ben estrechándole la mano sin expresión alguna.

– Yo tampoco -respondió Thomas.

– Se debería hacer en una hora más.

El plan era sencillo. Por exigencia francesa, cada barco se debía anclar en coordenadas específicas y trasladar sus tripulaciones a un solo barco de cada país. Las tripulaciones francesas abordarían los barcos y verificarían los cargamentos, y solo entonces entregarían el antivirus.

El problema obvio con el intercambio era la falta de garantía de que Fortier entregara de veras el antivirus después de que confirmara la recepción del armamento. La mejor oferta de él, y la única que Thomas había insistido que aceptaran, había sido anclar con cada marina un barco que contuviera el antivirus. Podrían examinar el barco pero no controlarlo hasta después de que la gente de Fortier hubiera tomado posesión de las armas.

– ¿Está a bordo el almirante? -quiso saber Thomas.

– Sí.

– Debo hablar con él. Ahora.

Ben lo miró, luego levantó un teléfono. Habló rápidamente y volvió a poner el aparato en la horquilla.

– Por aquí. El almirante Kaufman. Brent Kaufman, amigo personal del presidente-. El hombre espigado, canoso, con hombros anchos y ojos azules los recibió y de inmediato despidió al primer oficial.

– Bienvenidos al infierno -dijo el almirante.

– No, el infierno vendrá en dos días -objetó Thomas-. Esto es más como el purgatorio.

El almirante frunció el ceño. Se volvió hacia dos superiores con uniformes británico e israelí.

– Este es el general Ben-Gurion de la fuerza de defensa israelí, y el almirante Roland Bright de la flota británica.

– ¿Sabe el primer oficial lo que está a punto de suceder? -preguntó Thomas estrechando la mano a cada uno.

– Lo sabe -contestó Kaufman.

– El acuerdo era que nadie excepto…

– No sé en cuántos barcos ha estado, hijo -explicó el almirante-. Pero no puedo hacer lo que el presidente me ha ordenado sin el mínimo de tripulación por lo menos. Alguien tiene que jalar el gatillo.

Tenía razón. Thomas se arrepintió de retar al hombre.

– Los franceses no van a darnos el antivirus -anunció.

– ¿Qué? -exclamó Gains-. Eso es… ¿Qué estamos haciendo entonces?

– Les estamos siguiendo el juego -respondió Thomas-, Esperamos tener una oportunidad más de tener en nuestras manos una solución que funcione.

– Bajo ninguna circunstancia voy a arriesgar esta flota y este cargamento sin alguna seguridad de que tendremos un intercambio justo -objetó el almirante británico; se le había ensombrecido el rostro-. Esto sería…

– Perdóneme, señor, pero esto es exactamente lo que acordamos hacer. Si no entregamos las armas como acordamos, estaremos revelando sin querer nuestras intenciones. En este mismo instante tenemos en el interior a un hombre acercándose al antivirus.

– Con toda sinceridad, estaría firmando el envío de toda la nación a la ^dad de Piedra -afirmó Ben-Gurion.

– ¿Y el antivirus con él? -cuestionó Thomas-. No estoy diciendo que nuestras alternativas hagan saltar de alegría a nadie aquí. Es decir, estamos pendiendo de un hilo, pero al menos es algo.

– Le puedo asegurar que mañana pagaré muy caro por esto -indicó Ben-Gurion.

– Mañana los ojos del mundo estarán en los muertos en aumento, no en unas cuantas armas nucleares perdidas. Es bien sabido que nuestro juego se basa en la esperanza de que ellos entreguen el antivirus. Ahora que sabemos que no tienen intención de hacerlo, nuestro plan aún tiene mérito. Si ponemos ahora los pies en polvorosa, dentro de una hora Israel será atacada con misiles.

– Entonces acabaremos con ellos.

– Comprendo que su mentalidad sea militar, general -expuso Thomas-. Pero créame, el virus hará parecer como juguetes de plástico a su ejército. Comprenda esto por favor: usted no puede, bajo ninguna circunstancia, disparar sobre París o ningún sitio cerca de París. Si elimina sin querer el antivirus, dentro de diez días a partir de ahora este mundo solo tendrá una población de dos personas.

– ¿A quiénes se refiere? -preguntó Gains.

– A los únicos dos que ya se han administrado el antivirus. Portier y Svensson. La única posibilidad que tenemos los demás de sobrevivir es darle una oportunidad a mi hombre. Eso significa que seguimos el plan con una variante.

– ¿Una variante? -exclamó el almirante británico arqueando la ceja izquierda.

– ¿Podemos retrasar los explosivos?

– Eso lo controlamos desde aquí -anunció Kaufman.

– Entonces los retrasaremos seis horas.

– ¿Por qué?

– Mi hombre necesita ese tiempo.

– Ellos tomarán represalias -advirtió Ben-Gurion-. Usted mismo lo dijo.

– No si jugamos correctamente nuestras cartas. No si mi hombre tiene éxito. No si amenazamos con exterminar París.

– Creí que usted había dicho que no podíamos arriesgarnos a comprometer el antivirus.

– No podemos. Pero podemos poner en evidencia la trampa de ellos. Si la situación llega tan lejos, ellos sabrán que no tenemos nada que perder. No se arriesgarán a un desesperado lanzamiento final de nuestra parte. ¿Se quedó usted con diez misiles de largo alcance?

– Sí -respondió Ben-Gurion.

– Muy bien. Ellos podrían dudar de la determinación de nosotros, pero no dudarán de la de ustedes -expresó Thomas, luego se volvió hacia la ventana y miró el acorazado a babor.

Los amenazadores fusiles que sobresalían sobre el agua eran ahora juguetes inútiles en un juego en que se arriesgaba más de lo que pudieran imaginarse los fabricantes.

– No sé dónde aprendió su estrategia, muchacho -dijo el almirante británico detrás de él-. Pero me gusta. Y hasta donde logro ver, es nuestra única opción.

– ¿Almirante Kaufman? -preguntó Thomas sin volverse.

– Podría funcionar -admitió el hombre-. No veo alternativa.

– Entonces démosles algo en que pensar -concordó Ben-Gurion-. Estamos con usted.

– Gracias -respondió Thomas, volviéndose.

Francamente, se sentía uno bien comandando hombres tras esta pausa de trece meses en la otra realidad. Estos podrían ser Mikil, Johan y William, a quienes comandaba. Thomas no sabía qué les había dicho el presidente Blair a estos hombres a fin de que accedieran a recibir instrucciones de alguien de veinticinco años, pero había funcionado.

***

EL INTERCAMBIO tardó una hora más de lo previsto, pero para las cuatro de la tarde los arsenales nucleares de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel estaban en manos de los franceses a bordo de más de trescientos barcos 4ue viajaban hacía sus costas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Blanco»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Blanco» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Ted Dekker - Outlaw
Ted Dekker
Ted Dekker - Sanctuary
Ted Dekker
Ted Dekker - Mortal
Ted Dekker
Ted Dekker - Verde
Ted Dekker
Ted Dekker - Rojo
Ted Dekker
Ted Dekker - Negro
Ted Dekker
Ted Dekker - Tr3s
Ted Dekker
Tom Dekker - Clockwork
Tom Dekker
Sergio Blanco - Theben-Park
Sergio Blanco
Tom Dekker - Diesel
Tom Dekker
Отзывы о книге «Blanco»

Обсуждение, отзывы о книге «Blanco» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x