John Gardner - Nadie Vive Enternamente

Здесь есть возможность читать онлайн «John Gardner - Nadie Vive Enternamente» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nadie Vive Enternamente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nadie Vive Enternamente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Durante años, May, el ama de llaves escocesa de James Bond, ha sido la única constante de su agitada existencia. Pero May tiene gravemente dañado el pulmón izquierdo, lo cual provoca en el superagente un paroxismo de preocupación casi filial. Primero un gran especialista londinense y luego la convalecencia en una carísima clínica alemana tranquilizan la conciencia de Bond, pero no consiguen acallar la cáustica lengua del ama de llaves. Bond ha sido advertido de que, en caso de negarse a “colaborar”, la mujer corre el peligro de no celebrar su próximo cumpleaños.
Un incidente en el transbordador del Canal de la Mancha -cuando el buque permanece detenido mientras se busca a un par de jóvenes que, al parecer, han caído por la borda- pone inexplicablemente nervioso al famoso superagente. Y pocas horas después de su desembarco en un puerto belga, se produce el primer movimiento de un desconcertante y mortífero juego del gato y el ratón, en el que la presa es precisamente James Bond. ¿Cuál podrá ser el objetivo de la venganza personal tramada por un atacante que Bond no logra identificar?
Nunca los mecanismos de defensa del superagente 007 han sido sometidos a más dura prueba que en el momento en que comprende que se ha puesto precio a su cabeza…

Nadie Vive Enternamente — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nadie Vive Enternamente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En el pequeño Volkswagen de alquiler había un plano de la ciudad y no fue difícil encontrar el Harbour Lights.

– Al entrar, me di cuenta de que era un centro de navegación y pesca lleno de hombres morenos y musculosos que alquilaban barcos y se alquilaban a sí mismos como patrones. Uno de ellos (el que acaba de convertirse en humo) me dijo que le habían contratado para primera hora de la mañana. Había bebido más de la cuenta y me dijo incluso que llevaría tres pasajeros y la hora en que iba a salir.

– Entonces, tú alquilaste otra embarcación de pesca.

– Exactamente. Le dije al capitán que no necesitaba ayuda. Sukie puede navegar por las aguas más difíciles con los ojos vendados y las manos atadas. Me acompañó a su embarcación, me hizo insinuaciones, pero le rechacé. Aun así, me mostró las cartas y me describió las corrientes y los canales, que no son fáciles. Me habló del arrecife, de las islas y de la depresión del golfo de México.

– Y a continuación, te reuniste con Sukie en el hotel…

– Y nos pasamos la mitad de la noche estudiando las cartas de navegación. Bajamos a Garrison Bight a primera hora y ya estábamos al otro lado del arrecife cuando apareció tu barco. Os vimos en el radar. Entonces, nos situamos cerca de vuestro rumbo, paramos las máquinas y empezamos a lanzar bengalas de socorro. Ya conoces el resto.

– Intentaste arreglarlo todo por las buenas, pero ellos abrieron fuego con la Uzi.

– Para su desgracia -dijo Nannie, exhalando un suspiro-. Dios mío, qué cansada estoy.

– Y yo también. ¿Y qué me dices de Sukie?

– Parece contenta. Siempre lo está cuando navega -Nannie posó la taza de café vacía y empezó a desabrocharse los botones de la blusa-. Creo que me voy a tumbar un rato, James. ¿Te apetece tumbarte a mi lado?

– ¿Y si nos tropezamos con una borrasca? Nos caeremos al suelo -dijo Bond, inclinándose para darle un beso.

– Preferiría que hubiera marejada -contestó la joven, rodeándole el cuello con los brazos.

Más tarde, dijo que raras veces le habían dado tan bien las gracias por salvar la vida de alguien.

– Tendrías que hacerlo otra vez.

Bond volvió a besarla y ella le preguntó, sonriendo con picardía:

– ¿Por qué no ahora? Parece un precio razonable a cambio de una vida.

16 Se hunde esta noche

– Que yo sepa, al otro lado del arrecife hay tres islas que son de propiedad privada y tienen algunos edificios -dijo Sukie, recorriendo con un dedo la zona que rodeaba Cayo Oeste.

Eran las primeras horas de la tarde y los tres sostenían en sus manos unas cañas en la esperanza de pescar algo. Ya habían pescado cuatro peces bastante aceptables, pero nada que mereciera la pena…, ni tiburones ni peces espada.

– Esta -añadió Sukie, indicando una isla situada justo al otro lado del arrecife- pertenece al propietario del hotel donde nos alojamos. Hay otra más al norte y esta otra -con el dedo señaló una extensión de tierra- se encuentra justo en el mismo borde de la depresión del golfo de México. La plataforma continental se hunde de repente de doscientos setenta metros a más de seiscientos. Hay muchos bancos de peces en la zona de la depresión. Ha habido, asimismo, muchísimos buscadores de tesoros… En cualquier caso -añadió tocando la isla con el dedo en el mapa-, me pareció que vuestro barco se dirigía allí.

Bond se acercó un poco más para leer el nombre.

– La isla del Tiburón -dijo-. Qué bonito.

– A alguien se lo debe parecer. Anoche, hice averiguaciones en el hotel. Hace un par de años, un hombre que se hacía llamar Rainey, Tarquin Rainey, compró la isla. El chico del hotel pertenece a una antigua familia de Cayo Oeste y está al corriente de todos los chismorreos. Dice que este tal Rainey es muy misterioso. Llega en un reactor privado y se traslada a la isla del Tiburón en helicóptero o en una lancha particular. Además, es un tipo muy dinámico. La gente que construye edificios en las islas suele invertir mucho tiempo en ello porque es difícil transportar los materiales hasta allí. Rainey construyó su casa en un verano y, durante el segundo verano, cambió el paisaje de la isla. Tiene árboles tropicales, jardines y yo qué sé más. Los habitantes de Cayo Oeste están muy impresionados, y eso que les cuesta mucho impresionarse porque dicen que son una república. La República de la Caracola.

– ¿Nadie le ha visto? -preguntó Bond, sabiendo que el apodo de Tarquin Rainey no podía ser una simple coincidencia. Aquel hombre tenía que ser Tamil Rahani, lo cual significaba que la isla del Tiburón era propiedad de ESPECTRO.

Creo que algunos le han podido ver…, de lejos. Pero nadie se atreve a acercarse. Al parecer, algunas personas han intentado aproximarse a la isla del Tiburón en barco y unos hombres muy fornidos a bordo de rápidas lanchas motoras les han rogado con amabilidad no exenta de firmeza, que se alejaran de la zona.

– ¡Hum!

Bond reflexionó un instante en silencio y, luego, le preguntó a Sukie si podía pilotar de noche la embarcación hasta llegar a un par de kilómetros de distancia de la isla.

– Si las cartas de navegar son exactas, sí. Tendría que ir muy despacio, pero es posible. ¿Cuándo pensabas ir?

– Esta noche, tal vez. Si es aquí donde pensaban llevarme, considero de buena crianza visitar a míster Rainey a la primera oportunidad.

Miró a Sukie y después a Nannie y vio que la idea no las entusiasmaba demasiado.

– Creo que ahora deberíamos regresar a Garrison Bight -añadió Bond-. A ver si podéis alquilar la embarcación para un par de días más. Yo procuraré agenciarme unos cuantos accesorios que me van a hacer falta. Zarparemos rumbo a la isla del Tiburón sobre las dos de la madrugada. No os colocaré en ninguna situación de peligro, os lo prometo. Vosotras me esperaréis a poca distancia de la orilla y, si no regreso a una hora determinada, os largáis y volvéis mañana por la noche.

– A mí me parece bien -dijo Sukie, levantándose.

Nannie se limitó a asentir en silencio. Se mostraba muy taciturna desde que habían regresado a cubierta. De vez en cuando, miraba lánguidamente a Bond.

– Muy bien -dijo éste al final-. Vamos a recoger los sedales. Zarparemos a las dos. Entretanto, hay muchas cosas que hacer.

Cuando regresaron, la policía local se encontraba en Garrison Bight haciendo averiguaciones sobre el barco alquilado por Steve Quinn. Otra embarcación había visto una columna de humo, y un helicóptero naval había descubierto los restos. Ellos declararían haberlos visto una hora después de producirse la explosión e incluso haber hecho señales a los posibles supervivientes, a pesar de lo lejos que estaban.

Nannie desembarcó y habló con la policía mientras Sukie se quedaba en cubierta y Bond permanecía en el camarote. Al cabo de una hora, Nannie regresó y dijo que había conquistado a los policías y alquilado el barco para otra semana.

– Espero que no lo necesitemos tanto tiempo -dijo Bond, haciendo una mueca.

– Tal como decimos las nodrizas, es mejor tener que desear… -dijo Nannie, sacando la lengua-. Señorito James -añadió al instante.

– Ya basta con esta broma -dijo Bond, irritado-. Bueno, pues, ¿dónde nos alojamos?

– En Cayo Oeste sólo hay un sitio donde hacerlo -contestó Sukie-. El hotel Pier House. Desde allí, se puede admirar la famosa puesta de sol.

– Tengo muchas cosas que hacer antes de que se ponga el sol -dijo Bond con aspereza-. Cuanto antes lleguemos a este…, ¿cómo se llama?, Pier House, mejor.

Mientras el Volkswagen de alquiler se ponía en marcha, Bond se sintió de repente muy desnudo: no tenía ningún arma que llevarse a la mano. Iba sentado al lado de Nannie; Sukie se había acomodado en el asiento de atrás y, de vez en cuando, hacía algún comentario.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nadie Vive Enternamente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nadie Vive Enternamente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nadie Vive Enternamente»

Обсуждение, отзывы о книге «Nadie Vive Enternamente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x